Técnicos del INTA y la Universidad Nacional del Nordeste crearon una herramienta sencilla y práctica para diagnosticar las afecciones del cultivo y orientar a los productores ante una situación adversa en el cultivo. La aplicación se basa en la comparación de fotografías.
El arroz de riego genera un ambiente propicio para el desarrollo de diversas plagas desde la siembra hasta la cosecha que, en algunos casos, implican pérdidas de hasta el 40 % de la producción. En este contexto, técnicos del INTA y la Universidad Nacional del Nordeste desarrollaron una aplicación llamada “Diagnosticando al arroz” para una rápida identificación de malezas, plagas y enfermedades.
De acuerdo con Maria Antonia Marassi –fisióloga vegetal de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste y coordinadora de la información de la APP–, “la idea es que esta herramienta a campo permita, de un modo rápido y sencillo, que técnicos y productores se orienten ante una situación adversa en el cultivo”.
“De allí que pueda utilizarse sin conexión para enviar sus consultas a los responsables técnicos de cada área”, especificó Marassi quien reconoció que, a pesar de haber sido ideada para usuarios locales, “está siendo descargada en países vecinos productores de arroz”.
Por su parte, Raúl Kruger –técnico del INTA Corrientes, responsable del área de insectos plaga dañinos para el cultivo y uno de los autores de la guía para la identificación de plagas de arroz”– explicó que “la aplicación está basada en los conocimientos e información disponibles en una guía”.
Como resultado, se logró una herramienta simple y práctica que, mediante la comparación de imágenes en una base de datos, identifica el insecto que lo afecta o el daño producido por este y da una serie de recomendaciones de manejo para su control.
En este sentido Kruger reconoció la importancia de que los productores “conozcan las etapas fenológicas de un cultivo y su relación con las plagas a fin de poder mejorar su perspectiva en la identificación de etapas clave para la prevención y, de este modo, planear y establecer métodos de control ajustados a cada situación”.
Para el investigador, “esto debería ir acompañado del monitoreo de plagas, con el objetivo de conocer la densidad de la misma para una toma de decisiones eficiente”.
Se trata de una herramienta simple y práctica que, mediante la comparación de imágenes con una base de datos, identifica la plaga y da recomendaciones de manejo.
Una APP, numerosos insectos
Entre los grupos más abundantes de plagas que afectan al cultivo de arroz se destacan los órdenes Hemiptera, Coleoptera, Lepidoptera, Ortoptera y Diptera. A su vez, se dividen entre primarias y secundarias. Las primeras son la oruga militar (Spodoptera frugiperda), el gorgojo acuático (Oryzophagus oryzae), la chinche del tallo (Tibraca limbativentris) y la chinche del grano (Oebalus poecilus).
Las plagas secundarias son la oruga de la panoja (Pseudaletia sequax e P. adultera), el barrenador del tallo (Diatraea saccharalis) y el gorgojo del tallo (Ochetina uniformis), entre otras.
Estas plagas infestan los campos de arroz desde la siembra hasta la cosecha con perjuicios significativos que, en algunos casos, alcanzan hasta el 40 % de la producción. Para Kruger, “la alta densidad de plantas, las condiciones climáticas y el manejo del cultivo favorecen la ocurrencia y el aumento poblacional de varias plagas”.
Es que, de acuerdo con el investigador, “por los altos costos de producción y de inversión inicial necesarios, el arroz se realiza como monocultivo”. A esto, se le suma un cambio en el sistema de siembra que pondera la directa por sobre el tradicional con dos o tres laboreos de suelo. “Allí, el rastrojo en superficie sirve de refugio para muchas plagas que permanecen en el lote”, detalló.