En una campaña triguera donde no se esperaban sorpresas, la familia Farroni lo hizo posible. Una empresa familiar que alquila 1000 hectáreas en 35 campos en zonas aledañas a Pergamino, apostó fuertemente al manejo la tecnología, la capacitación y la nutrición para estar cosechando en este momento 8000 kg de trigo promedio con picos de 100000. Adrián Sergio Farroni y Franco Permingeat comparten la fórmula del éxito.
Por Diego Peydro – Director de Agro TV-
En medio de una mar de trigo y con rindes que superaron los 8500 kilos, ¿cuál fue el manejo agrícola y las tecnologías para cosechar resultados extraordinarios?
Franco – Estamos ubicados en la localidad de Socorro, una zona con suelos Argiudol vértico, esto es serie Peyrano y básicamente estamos aprendiendo sobre maíces tempranos – son muy complicados en esta zona porque los suelos almacenan un montón de agua – son cultivos que resultan en 8000/9000 kg. con eso aprendimos que la fina era muy buena y armamos una rotación de 33% que consiste en trigo -soja -arveja o lenteja- maíz de segunda y sobre ese maíz de segunda estamos haciendo cultivos de cobertura y soja de primera.
Adrián – Después arranca de nuevo la rotación con trigo –soja. Estamos en un campo que es alquilado donde nosotros trabajamos 1000 hectáreas, de las cuales hacemos una rotación del 33% entre trigo- soja -legumbre -maíz y soja de primera. Ahora estamos en un lote de trigo, en plena cosecha de la variedad de Baguette 620.
Es un campo que hace 24 años lo trabajamos, tenemos muy buena relación con el dueño. Nos manejamos con una planificación a largo plazo, se hace un manejo de rotación con nutrición, análisis de suelo, donde siempre se prioriza la agricultura y las buenas prácticas.
Particularmente este lote tiene una fertilización de base de nitrógeno, luego se hizo una refertilizacion post lluvia de septiembre, con fósforo, Microessentials y las demás variables como curasemillas.
¿Cómo es la historia de este lote, qué sucedió el año pasado y qué nutrición se adicionó a este trigo para tener estos excelentes resultados?
Adrián – El año pasado tuvo un trigo que se heló – se cosecharon 1200 kg – luego se sembró soja de segunda – se secó por completo- en septiembre no cosechamos nada. En mayo se decidió volver a hacer trigo, se hizo análisis de nitrógeno – teníamos 140 kg de N en la siembra – se refertilizó con 180 kg de urea, 125 de fósforo, teníamos buenas expectativas pensando en año Niño. Pensábamos en refertilizar más que nada en calidad. En septiembre llovieron 120 mm y se refertilizó al voleo con 100 kg de urea. Ahora estamos esperando ver los resultados, por ahora de promedio tenemos 8500 kg aproximadamente.
¿Cómo impactan en el rinde los diferenciales de temperatura que se presentaron esta campaña, cómo se explica en base a la topografía y la fecha de siembra?
Franco – Esta zona es particular, estamos a 100 km del río Paraná, es decir que la amplitud térmica o sea teórica es muy baja, pero este año fue muy particular porque hubo mucha amplitud térmica y la temperatura media -del 1 al 15 de noviembre – fue por debajo de 19° y ahí empiezan a verse rendimientos de 7000 /8000 kilos. La zona es muy variable, depende mucho del relieve. Acá hay una zonificación donde la parte norte se salvó de la helada por un frente de lluvia que sucedió el 10 y el 11 de octubre, pero también a nivel de relieve estamos viendo un impacto grande con el tema de la helada, con diferencias muy chiquitas de relieve se ve una variabilidad de 1500 a 8000 kg.
¿Cuánto influye la fecha de siembra?
Franco – Mucho. Todo lo que se sembró más tarde – después del 15 /20 de junio – con materiales largos tienen un poquito más de sostén en rendimiento en zonas donde la helada pegó más fuerte.
El Socorro atravesó una campaña de lluvias erráticas que afectó de manera diversa a cada cultivo. Franco describe el manejo de las legumbres en la rotación para lograr rindes que superaron los 4000 kg por hectárea
Franco- En esta zona se hicieron tres tipos de cultivos: arveja, lenteja y trigo. En arveja estamos trabajando muy fuerte, hace varios años incorporamos variedades de ciclo largo, con lo cual para bajar un poco el riesgo de helada teníamos la premisa, el aprendizaje de hacer doble siembra – este año no se hizo porque si bien estábamos con ganas, también estábamos asustados- siempre se hace una fertilización base de 100 kg de Super Simple y se cruza con semilla y otros 100 kg de Super Simple en arveja. Con variad de ciclo largo se pudieron lograr rendimientos de 42 quintales. En lenteja estamos haciendo el mismo trabajo – fertilizar en dos veces – 20 quintales, son números bastante interesantes.
¿Las legumbres tienen un potencial que vale la pena explotar?
Franco – Estamos muy enfocados en todo lo que es legumbre, más en esta zona, porque al tener el espacio para hacer maíz tardío de mayo a noviembre, y el riesgo hídrico no es tan alto porque solamente está consumiendo un metro de agua (con la legumbre el segundo metro si está cargado te queda para el maíz), no perjudicamos al maíz – hay una diferencia de 10 quintales contra un maíz tardío puro canalizado en 10 años – y es un ingreso muy interesante que tenemos en noviembre.
Los potenciales están, logramos entre 3000 y 4000 kilos, creo que las variedades de ciclo largo de arveja, quizá por la ley de semilla y demás cuesta que ingresen, pero me parece que hay un potencial para explorar muy alto.
Más allá de los buenos resultados en el cultivo de trigo, ¿Cómo planifican la gruesa con tecnología, manejo y nutrición?
Adrián– Pensando en la campaña que pasó que fue muy mala, nos sojizamos un poco, de todas maneras seguimos con un plan de rotación con un poco de maíz. Acá puntualmente se está sembrando soja de segunda, variedad Don Mario 4620. La humedad que hay es muy justa, vamos a ver cómo se sigue desempeñando el año climático. Estos días llovieron solamente 10 mm así que vamos a ver…ojalá se siga comportando bien el clima.
Ser productivos es esencial a la hora de sostener la empresa, sobre todo, por ser campo alquilado
Adrián – Nuestra empresa es de 90% campo alquilado, siempre la productividad es la que nos va a defender el número, por eso siempre pensamos en ser lo más agronómicos posible. De todas las variables que tenemos arriba de la mesa siempre la productividad está por encima de todo, con nutrición, con manejo, con variedades, con fecha de siembra. Estos campos no tienen napa, dependemos netamente del agua que llueve, eso nos obliga a ser ni muy defensivos ni tampoco demasiado ofensivos, lo justo y si hay un Plus siempre se lo tratamos de sacar.
Franco – Lo que vemos es que hay mucho problema físico de suelo, de malezas y nutricional, o sea con eso lo que hacemos es que en una empresa que está 98% en alquiler pueda con una financiación en febrero – marzo tratar de empezar a licuar un poco de los activos que estamos tomando como financiación y generarle mucha liquidez, mejorando toda la parte física, nutricional y de rendimiento de la empresa, en base a esa rotación.
Con 1000 hectáreas alquiladas, esta campaña la familia Ferroni es reflejo de perseverancia y profesionalismo. Adrián describe cómo trabajan la estrategia productiva buscando capturar renta en un nuevo escenario político
Franco – Es una empresa 100% familiar, con el 98% del área en alquiler – son 900 hectáreas con 35 lotes – o sea es un laburo muy a pulmón, y la verdad que hay que reconocerlo: es un sacrificio enorme y con los logros que están teniendo se nota que están muy encima, es decir, es 100% laburo.
Adrián – Por ahora estamos estabilizados en área. Esperemos que el nuevo gobierno nos dé oportunidades y posibilidades de poder capturar renta, porque sinceramente en campo alquilado no es fácil producir. Este ha demostrado y sigue demostrando el potencial que tiene para el país.
Gracias!