Por Sebastián Salvaro, Co-founder de AZ Group
En el último mes se presentó gran volatilidad en el mercado internacional asociado principalmente al climático norteamericano. Sin embargo, a nivel local no se presentaron grandes subas, debido al ingreso de la oferta local y del país vecino.
Este momento del mercado se presenta con dos grandes tiempos, por un lado, el desarrollo de los cultivos de Estados Unidos del ciclo 2023/24 y, por el otro, la finalización de la campaña 2022/23 en Sudamérica. Es decir, hay dos focos que se siguen de cerca, aunque lo que pase con la campaña en Estados Unidos genera mayor volatilidad en el corto plazo.
Según datos publicados por el USDA en el mes de julio, la cosecha 23/24 podría alcanzar 389,2 mill. de t, con un rendimiento proyectado en 11,140 t/ha – este valor se ubica por encima del máximo de los últimos 5 años de 11,09 t/ha-. Es decir que de presentarse una caída en el rendimiento, podría esperarse una menor cosecha del cereal que ajustaría los stocks finales del país norteamericano.
Condición de los cultivos de Estados Unidos
En las últimas semanas, el USDA se encuentra reduciendo la condición de bueno y excelente de los cultivos por falta de precipitaciones y altas temperaturas que podrían comprometer el rendimiento potencial del maíz. Como se observa en el gráfico, el porcentaje se encuentra por debajo del rango mínimo de los últimos 5 años, al cierre de esta edición.
De confirmarse una caída, la producción estimada podría verse disminuida. Tomando como ejemplo el rendimiento promedio de los últimos 5 años de 10,9 t/ha, la cosecha alcanzaría 380,8 mill. de t.
La perspectiva de un menor volumen de cosecha generó subas en el mercado de Chicago, alcanzando el maíz nuevamente valores en torno a los 260 usd/t y que luego se han visto recortadas por el reciente informe de oferta y demanda. En tanto, a nivel local el precio se encuentra presionado por el avance de la cosecha del maíz y el ingreso también de la oferta desde Brasil que, si bien se confirma la buena campaña en este lugar, también es cierto que la evolución de ventas de parte de productor no está siendo ágil.
Según datos publicados por la Conab, la cosecha total de Brasil 2022/23 podría alcanzar 125,7 mill. de t, con exportaciones en torno a las 48 mill. de t. El USDA, por su parte, estima que la misma se ubique en 132 mill. de t. Así sea 125 o 132 mill. de t representaría un volumen récord para el país vecino.
En Argentina
En tanto, a nivel local, el progreso se ubica en 51,6% con un leve retraso frente a igual fecha del año anterior cuando alcanzaba el 53%, según datos publicados por la BCBA. Durante el mes de junio, dicha entidad redujo la estimación de cosecha a 34 mill. de t desde las 36 mill. de t estimadas a comienzo de la recolección del cultivo.
Los rendimientos obtenidos se ubican por debajo de los niveles promedio en gran parte de las regiones productivas lo que provoco el recorte en el volumen total. El rendimiento promedio, al cierre de esta edición, se ubicaba en 48,8 qq/ha vs 69 qq/ha de la campaña pasada.
En cuanto al ritmo de venta por parte del productor, el volumen comprometido del ciclo 2022/23 se ubica por debajo de lo acontecido hace un año atrás.
Según datos publicados por el MAGyP, el volumen alcanza 15 mill. de t vs 31,6 mill. de t del ciclo 21/22. De este volumen, 13,7 mill. de t fueron adquiridas por la exportación con DJVE por 13,3 mill. de t. Es decir, al momento, la exportación tiene igual volumen comprado que vendido al exterior. Si lo comparamos con igual fecha del año pasado, teníamos un mayor volumen frente al actual, como muestra el gráfico.
Compras de la exportación vs DJVE
El menor volumen de venta condice con la caída de rendimientos y con la baja en los precios que el cereal tránsito en los últimos meses, una vez que ya se tenía una perspectiva más clara de que volumen se podría cosechar.
Si bien aún resta cosechar grano, los tiempos apremian y es importante comenzar a mirar de reojo lo que puede pasar con la cosecha nueva. Por un lado, realizar los márgenes y por el otro, no de dejar de mirar de cerca los valores futuros. No solo porque hoy la perspectiva nos dice que podemos estar un escalón más abajo en los precios frente a lo que fue la campaña pasada, sino que el clima político-económico local seguirá teniendo su influencia.