Ings. Agrs. (MSc) Gustavo N. Ferraris y Lucrecia A. Couretot
Área de Desarrollo Rural INTA EEA Pergamino. Av Frondizi km 4,5 (B2700WAA) Pergamino
ferraris.gustavo@inta.gob.ar
El maíz es el segundo cultivo en importancia en la Región Pampeana Argentina. En la campaña 2013/14, ocupó una superficie de 4,3 millones has, y se espera una cosecha de 23,9 millones Ton (Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario). La disponibilidad hídrica alrededor de la floración es la principal limitante productiva.
Con el antecedente de sequías reiteradas durante algunas de las últimas campañas, como 2007/08, 2008/09 y 2011/12, la superficie de maíz en siembras tardías se ha incrementado, en la búsqueda de estabilidad y en los rendimientos. Los maíces de siembra tardía tienen la oportunidad de almacenar agua en el perfil, gracias a un barbecho más prolongado. Asimismo, la floración coincide con una etapa de menor cociente fototermal, pero con menor demanda atmosférica y mayor probabilidad de obtener precipitaciones adecuadas. Así, disminuyen su potencial de rendimiento pero también los desvíos con relación a un rendimiento medio aceptable.
FECHA DE SIEMBRA Y ESTRÉS HÍDRICO.
En el este de la Región Pampeana Argentina, la magnitud y el momento de ocurrencia de las precipitaciones está fuertemente afectado por el fenómeno ENSO (NOAA, 2014). Cuando ocurre un fenómeno El Niño, las precipitaciones aumentan desde la primavera favoreciendo la siembra de maíces en fecha tradicional. En cambio, en años con episodio La Niña, las lluvias de primavera disminuyen, tendencia que se acentúa en el mes de diciembre. Las máximas lluvias de verano suelen ocurrir en el período enero-febrero-marzo, coincidiendo con la floración de los maíces tardíos. Esta dinámica afecta las temperaturas, ya que la falta de precipitaciones suele estar acompañada de una baja en la humedad relativa y las precipitaciones.
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