El Viceministro del Interior dialogó con este medio para referirse al plan de obra pública del gobierno que busca “mejorar la calidad de vida a la gente y devolverle competitividad al sector agroindustrial”.
Por Juan Martín Melo
Días atrás el Ministro del Interior, Obra Púbicas y Viviendas de la Nación, Rogelio Frigerio, señalaba en una entrevista al diario La Nación que este año la obra pública “será prioridad”, luego de tener que atravesar un 2016 donde la gestión tuvo que empezar de 0 “ya que la anterior gestión rompió la rueda”.
En ese sentido, enumeró varios cambios para agilizar la asignación de obras, como por ejemplo que ahora los pliegos están on line y ya no es necesario comprarlos, lo que “ha generado una competencia de empresas mucho mayor, lo que bajó los costos frente a lo presupuestado en un 20 por ciento promedio”, celebró el ministro. También aseguró que la baja de los costos también tiene que ver con “la previsibilidad” de los pagos y con el fin de la corrupción.
“Hay siete millones de argentinos sin agua potable y 20 millones sin cloacas. El Presidente se comprometió a que el 100 por ciento de nuestros compatriotas va a tener esos servicios, que nos va a permitir bajar la pobreza estructural”, expresó Frigerio.
Además señaló que tiene que resolver “el enorme déficit de viviendas que alcanza a más de 3 millones y medio de familias”, y que para eso ahora contarán con “una herramienta muy potente como el Plan Procrear”, que pasó a la cartera del Interior.
Estas afirmaciones del ministro político del gobierno nacional llegan en momentos muy complejos para el sector agropecuario donde el clima pega por todos lados: incendios en las provincias de La Pampa y Río Negro; sequía de grandes dimensiones en el sur de la provincia de Buenos Aires, y las inundaciones en el norte bonaerense y en varias regiones de Córdoba y Santa Fe. Estamos mencionando zonas que ya sufrieron una inundación de importantes magnitudes en el otoño del año pasado.
Y cada vez que surgen fenómenos climáticos de estas características se instala de productores y ciudadanos sobre la falta de obras para hacerte frente a este tipo de situaciones. Muchas producciones, fundamentalmente las regionales, enfrentan los efectos del clima con serios problemas de competitividad, entre los que incluimos la infraestructura, además de los elevados costos que hay en el país para producir.
Ante los efectos del clima en las principales zonas productivas del país, el gobierno nacional y las provincias trabajaron de inmediato para auxiliar a los damnificados. Uno de los funcionarios del gobierno de Mauricio Macri que recorrió las zonas inundadas y con incendios, fue Sebastián García de Luca, Viceministro del Interior, quien junto a Ricardo Buryaile, ministro de Agroindustria de la Nación, estuvieron al frente del operativo
HORIZONTE A entrevistó a Sebastián García de Luca, funcionario que ocupa el segundo escalón del ministerio del Interior, Obras Públicas y Viviendas de la Nación, detrás de Rogelio Frigerio.
Una entrevista para conocer como el gobierno hará frente a los problemas que se generan por falta de infraestructura, en un año electoral donde los ciudadanos evaluarán la gestión por los resultados que la misma ha generado, y donde la obra pública será algo importante, porque estamos hablando ni más ni menos de obras que son necesarias para mejorar la calidad de vida a la gente.
García de Luca, arrancó la entrevista diciendo que ante los problemas climáticos, “el gobierno siempre estuvo al lado de la gente brindando ayuda concreta. El cambio climático llegó para quedarse mucho tiempo, y es algo que nos hace mantener el alerta. Estoy convencido que mediante un diálogo maduro entre nosotros, productores y ciudadanos, conseguiremos realizar las obras que la gente reclama y que espera que algún gobierno atienda sus reclamos. Nosotros escuchamos el reclamo, trabajo junto a la gente y vamos a implementar un plan de obras que será histórico”.
¿Cuáles serán las obras que se realizarán para prevenir las inundaciones?
Nos estamos abocando a las obras del Río Salado, como lo prometió el presidente Mauricio Macri, donde el año pasado ya licitamos las obras para Luján y otros distritos de la provincia de Buenos Aires para prevenir inundaciones. También estuvimos con el intendente de Pergamino por las obras que hacen falta en esa zona y ya tenemos un proyecto concreto para una obra de más de 60 millones de dólares para toda la zona del Rio Arrecifes, donde se concentra la zona productiva más importante del país, que involucra a Salto, Rojas y Arrecifes.
Por otro lado estamos trabajando para la cuenca lechera de Sunchales y San Francisco, donde el año pasado ya hicimos las licitaciones y estamos poniendo en marcha diferentes proyectos ejecutivos. Estamos hablando de obras muy serias, que necesitan financiamiento internacional pero que generarán un cambio importante en materia de infraestructura y del sistema productivo de nuestro país.
¿Qué podrías decirnos en cuanto a las obras viales, también tan necesarias para todos?
Las hay concretas sobre la Ruta Nacional Nª 5, la Ruta 3 que será autovía desde Cañuelas pasando por detrás de San Miguel del Monte y será autovía hasta Azul. También hay proyectos concretos para las rutas 9 y 34. Además, obras como diques que beneficiarán a la actividad productiva de Mendoza, Catamarca, entre otras zonas.
Estamos hablando de obras de gran magnitud que llevarán tiempo de ejecución pero que ya están iniciadas, mediante las cuales estamos haciendo frente a una situación de abandono que hemos tenido no solamente en los últimos 10 o 12 años, sino durante décadas en la Argentina.
Serán conscientes que la gente tiene muy poca paciencia, porque durante muchos años el Estado estuvo ausente en materia de Infraestructura.
Es nuestra responsabilidad ir demostrando que las obras de las que estamos hablando son hechos concretos. La paciencia no es algo que abunda entre los argentinos, porque somos así y porque es nuestra forma de vida y sabemos que todo es muy difícil porque estamos hablando de obras que llevan mucho tiempo de ejecución.
El Ministro Rogelio Frigerio definió este 2017 “año de la obra pública” y donde el gobierno va a querer demostrar resultados por tratarse de un año electoral.
En los primeros meses del año pasado estuvimos ordenando un enorme desfasaje que había en términos presupuestarios, donde el kirchnerismo nos dejó una deuda de 9 mil millones de pesos de obras que se dejaron de pagar en agosto de 2015. En esos momentos el gobierno anterior se dedicó más a la campaña presidencial y no le pagaron a un solo contratista, ni tampoco a las cooperativas por la obra pública que estaba en ejecución.
Al asumir nosotros nos encontramos con todo esto y trabajamos en transparentar y darle un ordenamiento administrativo a las áreas de dónde venían los fondos manejados por los ex funcionarios que se dedicaron a tirar los bolsos en los conventos o a esconderlos en los dragones.
Ante ese escenario, ¿cómo resolvieron los problemas más urgentes?
Había que ordenar administrativamente todo eso, pagar las obras que estaban en ejecución para terminarlas, y lo más complejo es que no nos habían dejado ni un solo proyecto ejecutivo, con los cual nos tuvimos que sentar con gobernadores e intendentes para resolver con la asignación de prioridades – como corresponde para un país federal – cuáles eran las obras que teníamos que poner en marcha.
La última etapa del año pasado nos encontró licitando y adjudicando obras que en los próximos meses estaremos inaugurando, no solamente aquellas obras relacionadas a lo hídrico, a rutas y caminos, sino también a escuelas y hospitales
El 2016 ha sido un año bastante complejo…
Sí, nos tocó sembrar mucho y ordenar todo lo dudoso y poco transparente, como así también hacer frente a las deudas que nos dejó la administración anterior. Luego empezamos día a día con proyectos ejecutivos, y comenzamos un 2017 que será un gran año para la obra pública. Eso es además un desafío electoral, porque el apoyo de la ciudadanía va de la mano de las obras que están en marcha y de las inauguradas. Los que formamos parte de este gobierno, de esta coalición de gobierno, sentimos que los argentinos están observando que este país se puso en marcha, con un sector agroindustrial que ya arrancó demostrando todo su potencial, pero tenemos muy presente que debemos brindarle mayor competitividad.
¿Cómo se va a mejorar la competitividad que permita cumplir con el deseo de Mauricio Macri de transformar al país en el supermercado del mundo?. Hay mucho por hacer, se necesita mucho tiempo y es trabajar desde las obras no solamente en materia hídrica y mejoramiento de rutas y caminos rurales, sino también en facilitar el acceso a los puertos.
Sin lugar a dudas que tenemos un largo camino por recorrer y con mucha tarea para realizar. En la zona del Gran Rosario, está el mayor índice de inversión nacional que se realizará en los próximos cuatro años. Estamos hablando de una zona que hoy genera enormes demoras con la llegada de camiones para descargar la producción, situación que genera un aumento en los fletes y en los costos de los productores. Estamos trabajando para que el campo tenga todo lo que necesita para crecer, el sector agropecuario está demostrando que cuando le sacamos la pata de encima, empieza a estar un poco mejor.
Sabemos que no es el momento ideal, que hay problemas por resolver, pero estamos observando que se vuelve a invertir porque hay un escenario previsible y que los productores observan que hay mercados para vender su mercadería.
Y eso sin lugar a dudas, genera empleo, trabajo, tan necesario para crecer como país!
Es impresionante el movimiento que el campo genera en el interior, importante para la economía de muchos pueblos y ciudades del interior.
Más allá de la coyuntura y de las decisiones difíciles que hemos tomado, apuntamos a un camino para que se vuelva a generar empleo privado en la Argentina. No hay forma de salir de la pobreza sino es con trabajo, que es la herramienta más importante que tenemos para desarrollarnos.
Ojala que se cumpla, lo que uno siente al hablar con la gente es que todos quieren volver a creer en la política.
Yo con mis 36 años, cuando digo que soy político me enfrento con el escepticismo, duda o desconfianza de quien se lo digo. Es nuestro desafío dar el ejemplo de que la política sirve para transformarle la vida a la gente. En nosotros está darle dignidad a la palabra política, brindándole respuestas a los argentinos.