Entrevistamos en sus oficinas de la calle Talcahuano a Juan Gear, presidente de Gear S.A., una empresa de 100 años de trayectoria y el aporte de 3 generaciones. Gear S.A. fue distinguida con el premio a la Excelencia Agropecuaria del Diario La Nación y el Banco Galicia en la categoría “Mejor empresa de servicios para la producción”. Aquí las palabras de su alma mater.
Por: Juan Carlos Grasa –
Mi principal pregunta es, ¿Cómo se llega en Argentina a tener una empresa con 100 años de trayectoria?
Bueno, como he dicho algunas veces, por un lado, de casualidad, porque si no se da un empalme de generaciones es imposible. Nosotros éramos cuatro varones y una mujer, y yo era el cuarto – el mayor, aviador naval – el segundo médico, lamentablemente el primero, el tercero, fallecieron muy jóvenes y me tocó a mí entrar a la universidad ya que en ese momento cada uno tenía sus ocupaciones. Yo me puse a estudiar agronomía y me acuerdo que el viejo me dijo: ¿Y qué otra cosa vas a hacer?, ¡con eso te digo todo!! En esa época la profesión estaba como en un segundo nivel y empecé a trabajar en verano, algo recreativo y además daba clases en Pergamino.
¿Y en qué momento se incorporó a la empresa familiar?
Primero ejercí la profesión en forma independiente, atendiendo algunos campos, como asesor Crea, y además seguí dando clases en Pergamino. Hasta que un día empecé a trabajar en la firma de mi padre, que precisamente no fue mi padre el que me lo propuso, fue el socio.
¿Y por qué cree que pasó eso?
Porque mi padre tenía la teoría, y no estaba tan errado, que era mejor que yo me abriera camino solo y no tener la mochila de la empresa familiar y tener que comprarles las acciones a los demás socios, ya que mi viejo solo tenía el 30% del paquete accionario.
Además, en ese momento la empresa tenía como actividad principal una agencia de autos, una estación de servicios y la parte de cereales había desaparecido. Las cooperativas habían ganado un fuerte protagonismo, no te daban vagones para el acopio y además la producción agrícola no era la que hay ahora, se hacían en toda la Argentina unos 20 millones de toneladas.
El crecimiento de la empresa fue exponencial, ¿cómo se llegó a lo que es hoy?
Me hice cargo de la parte de cereales desde cero con un par de silos y empezamos a hacer semillas y un criadero, que siempre tengo presente El Boyero para hacer maíz hibrido, en esa época el INTA Pergamino trabajaba muy bien y era quien nos proveía de los materiales, no solo a nosotros sino también a los líderes de ese momento. Y después empezamos a exportar, esa fue una experiencia que nos costó carísimo, veníamos bien con las semillas y el acopio, pero cuando empezamos a exportar recibimos un sopapo tremendo, exploramos aguas muy profundas sin experiencia y nos costó muy caro.
¿Y hoy cómo están?
Y bueno arrancamos de cero, hoy tenemos 100.000 toneladas de almacenaje y fue fundamental la generación que se incorporó después
¿Cómo lograron integrar las nuevas generaciones al negocio que venía funcionando, además con toda la tecnificación que hoy tiene el campo?
Yo era más bolichero, por llamarlo de alguna forma. Cuando se incorpora Nicolas que es el menor y además es Ing Agrónomo con master y especialista en genética fue un gran cambio, venía de trabajar en grandes empresas y esa experiencia adquirida volcada a nuestro negocio se notó rápidamente y hubo un choque cultural interesante. Solo tres de los seis hijos que tenemos están en la empresa. Tenemos un gran equipo, hubo varias incorporaciones que nos hicieron muy competitivos y hoy brindamos servicios a grandes empresas entre otras actividades que desarrollamos.
¿Cuáles tienen que ser las condiciones que debe tener una persona para formar parte de tu equipo de trabajo?
Lo primero que debe tener es honestidad, porque si no saben y no son soberbios pueden aprender, la mala combinación es la ignorancia y la soberbia, contra eso no se puede.
Jaki, hablemos del sorgo
La verdad que la historia del sorgo es muy interesante, Argentina había firmado un protocolo en 2015 con China y era algo incumplible, cuando comienzan los embarques empiezan las malas experiencias a todos nos fue mal. 2016 y 2017 no se carga ni un kilo a China, en 2018 nosotros que no nos rendimos nunca hicimos unos container de prueba y después empezamos a hacer algunos barcos, en el 2019 hicimos 3 barcos, pero en una batalla campal con el Senasa.
¿Y como destrabaron la cosa para poder exportar lo que exportan hoy?
La cosa fue así: Contratamos a un señor llamado Omar Odarda, que fue agregado agrícola en China, nacido en Corral de Bustos y con una preparación tremenda. Cuando se fue del gobierno lo llamo y le propongo trabajar con nosotros y él se sumó a la lucha por las exportaciones China. Y en el 2022 Argentina exportó 2 millones 400 mil toneladas a China cuando hacía 2 años era cero, y fuimos nosotros los que abrimos el camino.
Fue un ejemplo de trabajo privado, que abrió el estándar para que un negocio tenga lógica, hoy logramos poder cargar sin análisis previo. Hoy el mercado está abierto y el equipo está trabajando en otros protocolos.
Y con los funcionarios nuevos, ¿hablaron de este tema?
Sí, no solo hablamos sino que a través de CIARA, nuestro equipo está trabajando en el protocolo de maíz que está firmado desde 2012 y no se exporta un gramo a China.
¿Cómo ve el futuro?
Yo soy muy optimista, lo vote a Milei las dos veces, hay que tener paciencia!
Gracias Juan!