Claramente todos los problemas que había el año pasado siguen existiendo en éste, la única diferencia es que para el gobierno, queda menos tiempo. Es decir, que ante las posibilidades de solucionar los problemas o patearlos para adelante, es muy probable que suceda lo segundo.
Creo que el gobierno tratará de no mover demasiado el dólar, lo hará pero no mucho, cosa que claramente traerá más problemas, más restricciones pero también traerá cierta tranquilidad, acumulando más recesión para el gobierno que viene.
Desde Economía se pondrá más restricciones al movimiento de capitales porque se tiene que empezar a pagar deudas, habrá más controles a los mercados de capitales, habrá que darle cierta cantidad de dólares a la actividad privada, y para evitar perder tanto, el Estado tendrá que poner necesariamente más restricciones. Es decir, esta economía será claramente mucho más controlada, con una inflación de piso por lo menos como la del año pasado, y con todo lo que significa seguir pateando problemas para adelante.
La consigna de hoy es la siguiente: Todo problema que pueda ser resuelto hoy, será pateado para adelante.
La única medición para saber si lo pueden hacer o no, es medir qué grado de impacto tiene hoy la recesión, cuál ésta en el empleo, y a su vez, el empleo que impacto social tiene. Hoy la realidad del gobierno, sin mover mucho las variables macroeconómicas hasta el 9 de agosto, está basada en el conflicto social.
Si el conflicto social por ser un año electoral se diluye, es muy parcial, muy diseminado, y es de baja intensidad, el gobierno podrá llegar al 9 de agosto sin demasiados exabruptos; pero si el nivel de conflicto por la política se empieza a exacerbar, la situación será más complicada.
El escenario desde el 9 de agosto hasta diciembre, es otro panorama, porque todo lo que se pateó hasta agosto, en algún momento se tendrá que solucionar, y aquí es donde creo que el gobierno tendrá que tomar algunas medidas aunque no quiera, y dependerá mucho del resultado electoral.
Un gobierno que no tiene ninguna posibilidad de tener reelección, con una oposición con fuerte presencia hacia adelante puede generar 2 cosas: la primera es un cambio de expectativas tan fuerte que favorezca la entrada de dólares, de divisas, solucionando parte del problema macroeconómico. La segunda es que ante las expectativas y la necesidad de un cambio, la política del ajuste que tendrá que hacer un nuevo gobierno se tendrá que adelantar, y desde agosto hasta octubre podrá existir un fuerte trabajo de corrección de economía macro.
Resumiendo: el gobierno pateará todos los problemas que pueda, la conflictividad social es la única variable que puede hacerlo trastabillar, y del 9 de agosto en adelante, lo más probable es que se haga algún tipo de ajuste.
Mientras más débil el gobierno, más fuerte la posibilidad de un ajuste.
Veo un 2015 dividido en dos partes, claramente volátil, con ninguna posibilidad de tener un buen año económico.