Por: Ing. Agr. Mariano Luna – Manejo de Plagas + Tecnología de Aplicación de Fitosanitarios–
INTA EEA Pergamino
La preocupación pública por la contaminación ambiental aumenta día a día. Por esta razón, la comunicación que realizamos desde diferentes ámbitos sobre las aplicaciones de fitosanitarios en los cultivos debe realizarse de forma clara y con responsabilidad.
En este aspecto ingresamos en una paradoja, cuando se trata de información sobre la mitigación de la deriva, ésta es muy abundante y de muy buena calidad, de hecho existe tanta información que parece que no queda nada más que decir. Y, sin embargo, las quejas por deriva parecen llegar independientemente.
Para los que se preguntan ¿Por qué?, bueno pueden existir diferentes razones, primero vamos a definir a que consideramos “deriva”: La deriva de una pulverización está definida como el movimiento de las gotas en el aire más allá del área prevista de aplicación (ASAE S327.3).
¿Y por qué ocurre la deriva? Posibles razones:
- Tal vez se esté presionado por el tiempo o por un asesor/productor y se elige ignorar las mejores prácticas en un esfuerzo por ponerse al día. La prisa puede conducir a errores.
- Quizás el operador del equipo aplicador es nuevo e inexperto, o cae en ese grupo demográfico sin acceso fácil a recursos educativos como capacitaciones, reuniones, manuales, o internet.
- Tal vez el operador es un veterano arrinconado en una falsa seguridad que ha aplicado con éxito tantas hectáreas, durante tantas horas, durante tantos años. ¿Por qué ser tan diligente cuando nada malo parece suceder?
- Quizás el problema surgió de la mala comunicación y quien aplica no conoce qué hay alrededor de los lotes.
- Tal vez el operador/asesor estaba al tanto de cómo los factores ambientales pueden influenciar en el movimiento de las gotas, o no tenía el equipo adecuado para medir las condiciones climáticas.
- O quizá hasta el más “conocedor” en su área puede tener mala suerte.
También existe otra pregunta ¿Dónde puede tener lugar la deriva? Seguramente lo primero que nos viene a la mente son las aplicaciones de fitosanitarios en la agricultura, que tienen el potencial de moverse entre lotes, hacia áreas residenciales, o áreas ambientales sensibles. Pero también hay aplicaciones residenciales (por ejemplo, cuidado del césped) que pueden afectar negativamente a los vecinos, existen las aplicaciones industriales, el control de mosquitos (quién no vio a los equipos fumigadores dentro de la ciudad), estas aplicaciones pueden derivar hacia las viviendas e incluso hacia los campos agrícolas.
Mismo las operaciones orgánicas rocían productos que pueden moverse fuera del área de tratamiento si las condiciones lo permiten. Es importante reconocer que cada aplicación de fitosanitarios tiene el potencial de movimiento fuera del objetivo. Por eso es tan importante saber qué y quién está alrededor del área tratada.
Mariano Luna
Consejos
¿Y qué podemos hacer para disminuir el riesgo de deriva?, hay ciertos consejos que podemos tener en cuenta a la hora de aplicar en áreas de frontera entre nuestro lote y el lote vecino, o áreas habitadas:
- Elija aquellos fitosanitarios que puedan ser aplicados con gotas grandes sin que disminuya su eficiencia en el control de la plaga.
- Use boquillas que posean una tecnología de baja deriva y utilícelas según lo descripto por el fabricante.
- Mantenga el botalón lo más bajo posible. Cuando utilizamos boquillas de baja deriva, necesita al menos un 100% de superposición, en otras palabras, el patrón de pulverización (espejo) debe ser dos veces más ancho que el espacio de la boquilla a la altura deseada. Para la mayoría de las boquillas, una altura de botalón cercana a 50cm es suficiente para lograr esta superposición.
- Mantenga velocidades de desplazamiento razonablemente lentas. Estas reducen la cantidad de gotas finas que cuelgan detrás del botalón y permite llevarlo en forma estable a una altura baja.
- Conozca qué hay a favor del viento y qué lo daña. Cuando tenga la opción, evite aplicar en campos que tengan áreas sensibles a favor del viento – como agua, cinturones de protección, cultivos, personas, etc. – Si no puede evitar estar a favor del viento en estas áreas, asegúrese de verificar y obedecer las restricciones de la zona de amortiguamiento (está información debería estar en la etiqueta). La misma también le dará una idea de su comportamiento en el agua o en tierra, o en ambos.
- Deje que el clima lo ayude. Tomen el viento de cola si se puede. Ir directamente hacia el viento (chocarlo) crea mucha deriva adicional.
- Si siente que la deriva es inevitable y alguien puede verse afectado por ella, no aplique y comuníquese con quien corresponda explicando la situación. Es una de las cosas más importantes que se puede hacer.
El momento ideal
Elegir el momento adecuado para aplicar en áreas sensibles puede ser complicado. Nuestro instinto nos dice que aplicar cuando hay viento está mal. Los expertos nos dicen que aplicar cuando está tranquilo está mal. Entonces, ¿cuándo se puede aplicar?. Siempre se aconseja aplicar con un poco de viento (4 a 12 km/hr), porque tiene algunas ventajas, la principal es que ayuda a movilizar la pulverización hacia abajo, asegurando la nube de aplicación con bastante rapidez (cuando utilizamos gotas medias a muy gruesas). Otra ventaja es que los vientos tienden a ser razonablemente estables en su dirección y velocidad (o al menos eso se puede pronosticar), por lo que se pueden identificar áreas a favor del viento y se puede conocer o predecir los posibles impactos.
Pero si el problema es el movimiento de las gotas en el aire más allá del área prevista de aplicación ¿Por qué entonces no aplicamos cuando no hay viento?, porque cuando no hay viento puede darse un estado del clima problemático para la aplicación de fitosanitarios: la inversión térmica. Este año se detectaron una gran cantidad de lotes con problemas de fitotoxicidad cuya causante fue una deriva por “inversión térmica”. Esto significa que la deriva no ha provenido de una aplicación adyacente, ha venido de una o más fuentes que están a cierta distancia del sitio del daño. En situación de inversión térmica la distancia entre el sitio aplicado y la ubicación del daño puede variar dramáticamente, desde unos pocos metros hasta varios kilómetros.
La turbulencia del viento
Entonces debemos preguntarnos ¿Qué es la inversión térmica?, para comprender este concepto primero debemos comprender qué no es la inversión térmica.
La no inversión térmica o mejor llamada “turbulencia térmica”, generalmente ocurre después del amanecer cuando el sol comienza a calentar el suelo, este suelo cálido luego calienta el aire cerca de la superficie, y este aire se eleva. A medida que el aire caliente sube, el aire frío de arriba se hunde para reemplazarlo. El suelo luego calienta este aire frío y se eleva. Este ciclo de ascenso de aire caliente y hundimiento de aire frío crea turbulencia y luego viento, y esto es una cosa buena. El movimiento turbulento del viento es mucho más seguro para las aplicaciones, el “viento del día” tiene un movimiento turbulento y es mucho más probable que empuje las gotas al suelo a una distancia razonable, además, durante el día podemos predecir en qué dirección y qué tan lejos viajarán las gotas. Una imagen nos ayuda a ver el proceso más claro.
La inversión térmica se da a medida que se pone el sol, el suelo comienza a enfriarse rápidamente y esto a su vez enfría el aire pegado al suelo. El aire frío no se eleva y el aire cálido no se hunde. Esto significa que hay una capa de aire frío atrapada cerca de la superficie y una capa de aire caliente sobre ella, y el resultado no es un movimiento turbulento o la mezcla del aire. Este aire frío y denso comienza a moverse a través del paisaje, y en direcciones muy impredecibles. Este aire no es turbulento, no se mezcla, tiene capas de aire, algo así como capas de madera contrachapada, y fluye paralelo al suelo. Las gotas de menor tamaño liberadas en estas capas de aire frío no turbulento simplemente se moverán de lado a través de la superficie hasta que salga el sol y vuelva a calentar el suelo. En este momento las pequeñas gotas se liberan de las capas y llegan al suelo, a menudo en sitios lejanos de la aplicación. Es imposible predecir en qué dirección irá este “viento de inversión”. Por esta razón, la aplicación de fitosanitarios en este tipo de viento tiene un riesgo extremadamente alto de deriva.
Conclusión
Muchos factores afectan la posibilidad de que las gotas con fitosanitarios se desplacen fuera del lote, pero los principales son: las condiciones climáticas en el momento de la aplicación (cuidado con la inversión térmica), la selección de boquillas, la mezcla de productos / tanque utilizada, la calidad real de la aplicación lograda, la velocidad de avance del equipo y la altura del botalón. ¿El denominador común?, es que todas estos factores o están bajo el control nuestro o podemos detectarlo/predecirlo. Este artículo trata sobre ser consciente del potencial de deriva, y especialmente sobre abrir líneas de comunicación entre aquellos que comparten fronteras.