Por: Sebastián Salvaro, co-founder y director de AZ Group
Son muchas las preguntas que surgen al analizar el mercado de soja, cuál va a ser la producción final de Estados Unidos 2021/22? ¿Y el área de siembra en Brasil? Pero, sobre todo, la incógnita de la demanda de China.
Si volvemos en el tiempo, nos encontramos con una campaña 2020/21 donde Estados Unidos tuvo una baja de producción y, sobre todo, una importante caída de stock final, ubicándose en los valores más bajos de los últimos 7 años. A esto se le sumó una demanda sostenida e importante de China que fue recuperando su stock porcino, lo que llevó a que alcanzará un volumen de importación de 100 mill. de t. Brasil alcanzó un volumen récord de exportación dado principalmente por esta demanda asiática y comenzó con retrasos la siembras lo que llevó a que el precio de la oleaginosa cotizara al alza.
A la vez, la pandemia de coronavirus generó que la FED bajara la tasa de interés de referencia entre 0 a 0,25% provocando que gran parte de los fondos especulativos se vuelquen hacia los commodities.
En soja, los fondos especulativos alcanzaron una posición neta récord de 32,4 mill. de t., en octubre de 2021. En la actualidad este valor se ubica en torno a 10,6 mill. de t.
La incertidumbre pasa hoy por la oferta 2021/22. En Estados Unidos a pesar del incremento de área y del buen ritmo de siembra que ha tenido, se espera que la producción se encuentra en torno a 118 mill. de t., por encima de lo recolectado el ciclo pasado, pero por debajo de lo estimado en mayo de este año. Como se observa en el gráfico, en el informe de agosto, el USDA recortó el rendimiento esperado. En general, se presenta una modificación en este mes en los informes del Departamento.
” La falta de precipitaciones y alta temperatura en parte de los principales estados productores en pleno periodo crítico de soja llevó a un ajuste en el rendimiento. La demanda se estima en 120,3 mill. de t, el stock final se ubica en torno a 4,3 mill. de t. Dentro de los más bajos de los últimos 7 años“
Sebastián Salvaro
A eso se le suman dos factores que generan interrogantes en el mercado. Por un lado, la demanda de China. En el último mes el gobierno de este país asiático informó que podría verse disminuido el volumen de importación de soja para la campaña 2021/22. Como se observa el gráfico, el volumen de stock final se ubica en 33 mill. de t., por encima de lo acontecido las últimas campañas.
La mejora en la relación con Estados Unidos en la última campaña, dejando de lado la famosa “guerra comercial”, llevó a que China en el ciclo 2020/21 importará 100 mill. de t, nuevamente. El interrogante se presenta por el anuncio por parte del gobierno chino de menor ritmo de compras y que al analizar las compras anticipadas de China a Estados Unidos se ubican muy por debajo de lo acontecido el año pasado a igual fecha.
Si bien en el último mes, se estuvieron informando compras del país asiático, la alarma sigue vigente en el mercado., siendo China el principal país importador de la oleaginosa.
Por último, en Sudamérica, se espera que Brasil incremente el área de siembra por doceavo año consecutivo para el ciclo 2021/22. El aumento se estima entre 6-7% y con una proyección de producción de 144 mill. de t. De alcanzar este volumen sería récord, aunque todavía falta mucho por delante, con interrogantes sobre todo a nivel climático. Según los pronósticos de mediano plazo, las lluvias que comienzan en la zona de Mato Grosso en el mes de septiembre podrían desplazarse hacia octubre, pudiendo esto generar retrasos en la siembra, como vimos en el ciclo anterior.
En Argentina, la Bolsa de Comercio informó que se espera una caída de 3% en el área local vs lo implantando el año pasado, alcanzando 16,4 mill. de ha. A pesar de que los márgenes siguen siendo positivos a nivel local, con un precio de la cotización futura de mayo-22 en torno a 310 usd/t., el productor está pensando en sembrar más maíz que soja para el próximo ciclo.
Como se observa en el gráfico, las ventas anticipadas por parte del productor argentino se ubican por debajo de lo acontecido hace un año atrás. Sin embargo, el volumen con precio cerrado es mayor, esto se debe principalmente al buen valor obtenido en la actualidad.
Para ir concluyendo, y como tema transversal de la campaña pasada y sobre todo de la campaña en curso – pero que comenzará para Sud América en el mes de septiembre, con la siembra de Maíz y Soja- tendremos que atravesar el año climático que viene siendo con pronósticos lamentablemente negativos para el volumen, será un año hasta ahora Niña, por eso ya vemos también que la estrategia de los productores no sería sembrar más Soja sino lo contrario, y volvemos a tener un driver positivo para precios.
Claramente las monedas de la campaña 2021-2022 están en el aire, lo deseado sería que nos acompañe el clima, la política y sobre todo China, comprando al menos al mismo ritmo que hasta ahora.