María Fernanda González Sanjuan: “El problema ambiental más serio que tenemos es la falta de reposición, no el exceso”

En esta edición especial, dedicada a los fertilizantes, hablamos con ella, la referente del tema en Argentina. Lidera Fertilizar AC y sabe de primera mano cómo es la situación actual a nivel nacional. Aquí sus palabras. Por: Juan Carlos Grasa Enfocándonos en el mercado de fertilizantes, ¿cómo está en la actualidad, en cuanto a lo […]
noviembre 28, 2023

En esta edición especial, dedicada a los fertilizantes, hablamos con ella, la referente del tema en Argentina. Lidera Fertilizar AC y sabe de primera mano cómo es la situación actual a nivel nacional. Aquí sus palabras.

Por: Juan Carlos Grasa

El mercado de fertilizantes viene en un periodo de crecimiento desde el año 2016, ininterrumpido, solo cayó el año pasado – claramente responde a la sequía –  los nutrientes se absorben por el agua y si hay sequía, la verdad es que uno no aplica los nutrientes porque no hace el cultivo directamente o porque sabe que el cultivo va a tener menor cantidad de agua para poder rendir, entonces ajusta el paquete de la tecnología de fertilización en función a la disponibilidad de agua que hay. Por este motivo el mercado en el 2022 fue el primer año que cayó.

Maria Fernanda Gonzalez Sanjuan de Fertlizar, a campo.

Vemos que a pesar de que se empiezan a recuperar los perfiles – pero tarde, más tarde de lo que esperábamos – entendemos que el mercado 2023 va a ser en volumen similar al 2022. La verdad es que esperábamos que todos pudiéramos hacer un gran trigo y, sin embargo, la lluvia al trigo no le llegó. Entonces, también ese manejo de tecnología de fertilización de trigo del 2023 estuvo ajustado. Con lo cual, lo que estamos diciendo es, en el 2023 vamos a tener un mercado de fertilizantes similar al 2022.

 Y, cuando uno piensa en la oferta, sobre todo en años donde sabemos que hay problemas para el ingreso de fertilizantes, porque, en gran medida son importados, ahí hay un análisis distinto para hacer.

“El fertilizante podemos decir que está, pero claramente, la oferta de fertilizantes está estresada, la cadena está estresada”

Esa es la situación. Hay que ver minuto a minuto cómo avanza la oferta para ver si puede abastecer a la demanda que nosotros creemos que va a existir.

Claro. No hay antecedente de que la oferta haya fijado la demanda o que haya fijado el mercado. Nunca así. Argentina tiene un volumen de producción local, pero claramente eso no alcanza para abastecer la demanda ni mucho menos. Eso puede abastecer una cuarta parte de la demanda, de la producción local. Todo lo demás es importado. Entonces, si hay un problema de oferta y no se corrige en el corto plazo el ingreso de producto, vamos a tener problemas para abastecer la demanda.

Se va a notar en la medida que llueva, porque si no llueve la demanda se retrae. Pero si las precipitaciones están tal como vienen y la oferta no puede acompañar, va a haber un problema, y realmente es una picardía que eso suceda. Porque tener una mala campaña porque no llovió, es algo que no manejamos, está en los planes, de quién sabe quién, del divino, pero está en los planes. Ahora, tener una mala campaña porque no se pudo tener la tecnología suficiente para sembrar, es realmente una pérdida de oportunidad.

Es sabido que no hay dólares para las importaciones, que el gobierno regula esa liberación de dólares, y bueno, si uno se pone a pensar, no hay para insumos médicos, va a haber para fertilizantes, y la verdad es que todo se estresa. Lo que es importante saber, cuando hablamos de agronomía, es que hay ciclos que son biológicos. Entonces, si yo no siembro el maíz ahora, no puedo sembrar el maíz en mayo. Si no lo hacemos ahora, no hay maíz. Si lo hacemos ahora, con menos fertilizantes de lo que requiere, habrá menos producción.

Hay componentes del rendimiento que quedan establecidos en el momento de la siembra. Si pongo menos plantas por hectárea, si tengo menos disponibilidad de nutrientes que lo que va a necesitar ese maíz, yo estoy fijando, por lo menos, el techo de la producción. Después, me pueden pasar un montón de cosas a lo largo del cultivo, pero las que yo podía manejar y las manejé mal al principio, estoy complicada. Entonces, la verdad es que entiendo que se tapan parches, que hay pocos dólares y los vayan administrando, pero hoy a mí me toca estar al frente de esto y advertir que si no se regulariza en el corto plazo el ingreso de productos, puede que no lleguemos a abastecer la demanda.

Bueno, nosotros, en realidad, en esa proyección de que vamos a tener un año similar al 2022, incluida esa menos hectárea de maíz y más hectáreas de soja, que en volumen llevan menos fertilizantes, porque básicamente la soja no recibe fertilizantes nitrogenados. Se ha contemplado que eso suceda, que se vuelque mucha superficie a soja, ya sabemos lo que pasa cuando nos vamos mucho a la soja.

Hay un nutriente que no viene en ningún barco y que no se vende en ninguna fábrica y que no se sintetiza en una fábrica, que es el carbono.

Tener poco carbono en el sistema. Entonces, puede pasar en un año porque sucede algo puntual, lo que no podemos es volver a esos escenarios de tan escasa rotación de cultivos de gramíneas. Porque lo que va a pasar con el trigo es que el trigo rinde menos y genera menos rastrojo, además. El rastrojo es ese carbono que decimos.   

“El cultivo de soja es un cultivo que tardó mucho en adoptar tecnologías, por el tipo de cultivo, porque es más plástico, porque se hace en una región mucho más amplia”

Exactamente. Tiene que ver con el tipo de planta. Entonces, claramente volcar todo soja es un problema. Es entendible. Primero, el maíz no se puede hacer mal, nadie va a hacer maíz para hacerlo mal. Si no voy a tener fragmentos para ponerlo, es muy lógico que el productor vaya a soja. Pero también hay que pensar como país qué pasa. Una hectárea de maíz da 12.000 kilos de grano. Una hectárea de soja da 5.000, 4.000 kilos de grano. Entonces, cuando hablamos de lo que estamos necesitando como país, también hay que prestar atención a ese tipo de cosas. Y también hay que tenerlo en cuenta a la hora de largar los billetes para que se puedan importar fertilizantes. Porque también estás como atentando contra la cajita que después vas a necesitar.

 El maíz es un cultivo con mucha tecnología, mueve mucho más volumen por hectárea cosechada que lo que mueve la soja. Además, mueve la venta de semillas, porque es un híbrido. Derrama muchísimo el cultivo del maíz. No hacer maíz no está bueno para nadie, y  que se haga soja, la verdad es que tenemos que tratar de hacer la soja lo mejor posible. El cultivo de soja es un cultivo que tardó mucho en adoptar tecnologías, por el tipo de cultivo, porque es más plástico, porque se hace en una región mucho más amplia. Pero la verdad es que el cultivo de soja es un cultivo al que le cuesta adoptar tecnologías.

Puede ser, la verdad es que no lo había pensado. La soja es un cultivo muy plástico. Poder hacer soja es una bendición. Muchos habitantes del mundo viven gracias a que existe un cultivo como la soja.  Lo que sucede es que se le aplica menos tecnología desde la obtención de las variedades hasta los fertilizantes, con lo cual nos parece que la soja es un cultivo que rinde estable. 3000 kilos como piso, si no le ponés tecnología va a rendir eso.

Eso no pasa en otros lugares del mundo con la soja. Si vos mirás la historia de los rendimientos promedio país, el maíz tiene una curva, una pendiente positiva, es decir que hoy el promedio país del rendimiento es más alto que hace 10 años atrás, y la soja está planchada. Eso tiene que ver con que no le terminamos de dar la atención y la tecnología suficiente.

Si, el maíz es un cultivo que pensando en las regiones de producción es más acotado, en cambio, la soja es tan versátil que la tenemos desde Río Negro para arriba hasta el Norte y ahí hay una variedad enorme de productores, de ambientes. Cuando uno piensa en la cantidad de productores que están haciendo soja versus la cantidad de productores que hacen maíz, estamos hablando que en maíz quedaron productores probablemente muy sofisticados – se convirtió en un cultivo sofisticado comparado con la soja-  A pesar de que en los últimos años el maíz, con las innovaciones en genética, todo lo que tuvo que ver con el maíz BT, también le dio mucha más plasticidad.

El maíz hasta el año 2000, era un cultivo muy rígido, con una fecha muy estricta de siembra y si te pasabas un día ahí, pum, listo, ya está. Las tecnologías nos dan esa plasticidad, los desarrollos genéticos. Son cultivos cada vez más plásticos que nos permiten explorar más ambientes y más tecnologías. El maíz es más plástico de lo que era, no es la soja, pero bueno, y de hecho aumentó la superficie de maíz. Sí, sí, sí. Hoy tenemos más hectárea de maíz, y en todo el país.

Cumplí 15. Todavía no soy mayor de edad, pero soy la niña bonita! Ja-

Cuando yo entré a Fertilizar AC, hacía muy poquito había dejado de ser un proyecto del INTA para comenzar a ser una organización civil, y claramente al principio la cuestión era cómo hacer para para investigar la tecnología a nivel local y para difundir su uso, una tecnología que no era muy generalizada. Estamos hablando en el año… Bueno, yo entré en el 2008, que fue un año difícil para la Argentina y para el campo. Pero la verdad es que en ese momento nuestro objetivo era que la tecnología se empezara a usar, se usara bien, y estábamos hablando de un mercado que tenía un techo de 3 millones de toneladas. Y hoy estamos, para mí, en un piso de 4 millones 800. Y una tecnología que está difundida. Entonces, si vos me decís cuál es la madurez de Fertilizar como institución, y claramente yo creo que hoy empezamos a trabajar mucho en el correcto uso de la tecnología

Hoy tenemos muchos más ojos que nos miran. Antes nos miraban los productores agropecuarios. Hoy la sociedad interpela un montón sobre el tema fertilizantes y además quiere saber qué come.

Uno no se da cuenta, pero la ley de etiquetado de alimentos hace que la población sea mucho más consciente de lo que está comiendo. Y eso derrama en que la gente también quiere saber cómo se produce. Y entonces, la verdad es que hay muchas cosas que a nivel de la interpelación social tenemos que cuidar, tenemos que saber explicar.

El ambiente también nos cruza. Tenemos que aprender a leerlo. Porque por ahí miramos ambientes que no son los nuestros y nos creemos que los problemas de nuestro ambiente son los de otros. Y no. Cada ambiente y cada tipo de uso de tecnología, y tal cual usamos la tecnología en cada país, nos genera un impacto ambiental. Nosotros tenemos que aprender a ver los nuestros. Hoy, el problema ambiental más serio que tenemos en Argentina es la falta de reposición, no el exceso.

Tenemos que poder reponer los nutrientes, pero podemos crecer de manera muy armónica con el ambiente. Esa es la oportunidad que tenemos, creo que la institución Fertilizar tiene que hacer esa lectura.  A nosotros como agrónomos nos llegan un montón de desafíos.

Esa interpelación nos saca de la zona de confort. Nosotros hablamos con un productor y nos sentimos muy cómodos y es muy fácil explicárselo y aunque a veces cuesta, es nuestro idioma, es para lo que nos preparamos y de repente nos interpela el ambiente, nos interpela la sociedad.

La difusión de la tecnología en sí misma, como el uso de los fertilizantes para mejorar la performance de los cultivos, en eso nos ha ido bien. Hay un caso que siempre cito como ejemplo cuando antes del 2015 estábamos hablando de 2 millones, 3 millones de superficie de trigo y a nadie le interesaba, entre comillas, investigar y hacer ensayos, nosotros teníamos los ensayos de trigo y yo decía, pero si no hace nadie trigo, ¿por qué hacemos ensayos de trigo? Y el día que se alinean 2 o 3 planetas teníamos la información de trigo fresquita, porque no habíamos dejado de investigar. Entonces, esa la hicimos bien. Lo mismo con la fertilidad, la genética … un montón de cosas. Creo que pudimos rápidamente transformar e irnos a 7 millones de hectáreas de trigo porque las cosas estaban actualizadas. Seguimos trabajando, a pesar de que el cultivo se caía antes de esa fecha. Esa la hicimos bien.

“Cuando yo iba a la facultad y estudiaba en la década del 90 había un galpón. Era el galpón de fertilidad. No teníamos ni edificio. Hoy hay una terrible cátedra de fertilidad”

 Si vos querés que yo tenga una batalla que considero… perdida no, pero que me cuesta es la del diagnóstico por parte de los productores y el análisis de suelo. Esa cuesta. Y es difícil entender por qué nos cuesta. Porque es como lo más básico. Aparte es una herramienta que la tenemos hace mil años, es una herramienta barata. Con poco margen de error. Práctica. Y que me permite tomar decisiones mucho más acertadas de algo muy caro. Y así todo cuesta. Esa es la más difícil.

La tecnología de la fertilización creció, como industria hay muchas más empresas dedicadas a esta temática. Creció en cuanto a los agrónomos que nos formamos especializados en nutrición de cultivos. Cuando yo iba a la facultad y estudiaba en la década del 90 había un galpón. Era el galpón de fertilidad. No teníamos ni edificio. Hoy hay una terrible cátedra de fertilidad. Creció en los medios de comunicación. En esa década también vos agarrabas un suplemento campo y eran todos agroquímicos. No había fertilidad. No generábamos noticias, no generábamos impacto. Y creo que desde lo académico también creció, digamos, de los referentes. Esto que vos nombrabas. Tenías un Melgar, un Darwich, un Berardo. Y hoy hay una masa de gente que se prepara, que se forma, que investiga. Habiendo evolucionado también en la visión.

 Han surgido un montón de tecnologías asociadas a la urea y a los fertilizantes nitrogenados que realmente es muy interesante cómo evolucionó la industria. Antes el productor encontraba dos o tres fertilizantes que eran para todo lo mismo. Y hoy cada vez hay cosas más específicas para cada cultivo, para cada ambiente. Los micronutrientes se han hecho a su lugar, han logrado demostrar su necesidad. Hoy todo lo que llamamos fertilizantes especiales – fertilizantes que trabajan sobre algún proceso metabólico de la planta – logra que hace que ésta sea mucho más eficiente en la captura de ese fertilizante o en el uso, o en la absorción.

Por ahí, destacar que hace 30 años cuando pensábamos en la agricultura, éramos muy pampeanos y la verdad es que la región pampeana nos permitió equivocarnos muchas veces porque realmente son ecosistemas muy nobles. Pero claramente hoy la agricultura se ha expandido a regiones que no nos permiten equivocarnos, ni en el manejo de nutrientes, ni en otras cosas.

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