Por: Ing. Agr. Pablo María Baeck
El objetivo de este trabajo es presentar los factores que determinan la adopción de un criterio de fertilización que responde a una visión integral de la nutrición en la agricultura extensiva y que la harán más rentable.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Por lo tanto me gustaría comenzar este artículo proponiendo una imagen mental, un pequeño ejercicio de imaginación. Un fabricante de bicicletas decide producir diez mil bicicletas. Hace una lista de insumos: veinte mil ruedas, diez mil manubrios, diez mil cuadros y así sucesivamente. Pero no tiene en cuenta las tuercas para las ruedas, y compra treinta y seis mil. Un insumo aparentemente pequeño hace que pueda hacer solamente nueve mil bicicletas. Resultado: vendió nueve mil y se quedó con mil bicicletas casi terminadas en el galpón. Ingresos por nueve mil, gastos por diez mil, y todo por un leve detalle, ínfimo en el presupuesto.
Esta situación es la que se viene dando con los micronutrientes en la nutrición vegetal. Parece que el prefijo micro hace que no se les preste la debida atención, al contrario de lo que ocurre con los macronutrientes. No se considera a los nutrientes de manera integral, como si unos elementos fueran más importantes que otros. Como si los carbohidratos, apelo a otra imagen, tuvieran prevalencia sobre las vitaminas, con las consecuencias que ello produce. El caso del Beriberi, por ejemplo, enfermedad carencial por excelencia.
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