Finalmente YPF avanza en un acuerdo para reavivar Vaca Muerta y ahora comienza un “carnaval de petróleo”. Hay que recordar que esta situación se produce luego de la frase de Guillermo Moreno de 2006 cuando supuestamente iba a “llover gas oil”.
Más allá del folclore de frases que desata este tipo de acuerdos, lo interesante es tratar de ver el fondo de lo que pasa, a la vez de tener claro cómo seguirá.
Déficit creciente
El dato a tener en cuenta es que las importaciones de energía este año alcanzarían los 13.000 millones de dólares y las exportaciones tan solo los 5.000, generando un déficit energético de alrededor de 8.000 millones. Es una cifra enorme que se da con una economía que crece a no más del 2/3% anual. Por lo tanto, está claro que si Argentina quiere recuperar la autonomía energética va a necesitar invertir mucho, muchísimo dinero y aun así tardaría años en alcanzar su autoabastecimiento.
Es el dinero…
Más allá de los discursos altisonantes, para sacar petróleo o gas se necesita mucho dinero y mucha experiencia técnica, más aún si hablamos de gas o petróleo no convencional. Las inversiones son mayores, los costos también, el impacto ecológico, etc. Por lo tanto, es necesaria una nueva legislación que contemple las nuevas situaciones.
No es concebible que tengamos un marco normativo para inversiones cuantiosas que se sustenten en tan solos decretos presidenciales. Las concesiones son por varios años, por lo menos 15, pero con el shale gas los antecedentes hablan de plazos mayores por los costos implícitos en su extracción.
Hay que recordar que el plan oportunamente presentado por el actual presidente de YPF preveía que la empresa necesitaba invertir cerca de 37.500 millones de dólares en 5 años. Dado que YPF solo representa el 32% del mercado del petróleo y el 22% del gas, significa que el sector en su conjunto necesitará de 100.000 millones de dólares. Una cifra imposible para el tamaño del mercado financiero local y también para la empresa nacional.
Socios, qué socios
Por lo tanto, resulta evidente que se necesitan socios que pongan recursos. Que esos socios pongan condiciones para recuperar la inversión y generar una ganancia que puedan sacar al exterior es casi una obviedad.
Entonces, no se discute si YPF deba o no tener socios, sino las condiciones que se van a ofrecer a esos socios, que claramente no son las mismas que rigen ahora, porque nadie vendrá a poner un dólar si después no lo podrá sacar.
Sin embargo, las reglas deberían ser no solo parejas para todos y todas, sino también estables y claras. Deberían considerarse las necesidades propias más las de los socios. Nunca es bueno que se armen menús a la carta para cada uno de los socios. Mejor un menú único y sustentable para que quien acepte las reglas sea el que opere la concesión y cumpla con el contrato establecido.
Argentina no es un país energético, es un país que tiene energía. Que son dos cosas distintas. Nunca vamos a ser un gran excedentario de ese recurso, por lo que estrategias más realistas, sustentables y transparentes nos podrían ayudar a recuperar el autoabastecimiento que tanto necesitamos.