Por Sebastián Salvaro, Co-founder de AZ Group
El mundo parecería que tendría una buena oferta para el ciclo 2023/24, la gran duda pasa por si las lluvias finalmente llegarán para dar rienda suelta a la siembra del trigo en Argentina.
A nivel mundial se espera una buena producción 2023/24 para gran parte de los países productores y exportadores del cereal del mundo. Si bien la siembra del trigo de invierno arrancó, sobre todo en Estados Unidos, con grandes dudas por falta de precipitaciones en los principales estados productores de este país; en las últimas semanas se presentó una mejora climática que hace pensar que se podrían alcanzar producciones dentro de los parámetros medios. Esto también se estima para la Unión Europea y para Ucrania y Rusia, aunque estos últimos dos con dudas sobre el famoso canal de exportaciones, que sigue generando volatilidad en el mercado la continuidad de este, o no.
Por el lado de los principales países importadores, el más relevante para nuestro país es Brasil quien importa el 40% del trigo local. En las últimas campañas, el país vecino incrementó su producción total como consecuencia de un aumento en el área sembrada y en los rendimientos obtenidos.
Según datos publicados por la Conab, en la campaña 2022/23 se cosecharon 10,6 mill. de t, por encima del promedio de las últimas 5 campañas de 6,8 mill. de t. Esto viene generando un menor volumen de importación, que en la última campaña se estimó en 5,8 mill. de t desde los 7 mill. de t promedio. Las proyecciones de Embrapa Trigo de Brasil indican que si la producción de trigo sigue creciendo un 10% al año, Brasil podría alcanzar los 20 mill. de t en 2030 y convertirse en un país exportador.
Evolución posición cosecha TRIGO enero
Si bien falta bastante por delante, esto podría traer aparejados problemas en la comercialización del trigo local, en función del menor interés por uno de los principales socios comerciales.
En lo que respecta a la producción argentina 2023/24, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó un crecimiento en área de siembra de 200 mil hectáreas, siendo la superficie total de 6,7 mill. de hectáreas. Esto siempre y cuando se presenten las precipitaciones en gran parte de las zonas productivas en los próximos meses. Se necesitan en promedio 100 milímetros lo que podría generar una reducción del área estimada. Esto será de las variables que generan volatilidad en el mercado, en el mediano plazo.
En este contexto donde hay tantas variables en juego, es importante también analizar el comportamiento del mercado hacia adelante. El precio a cosecha del trigo para la próxima campaña se ubica en torno a 230 usd/t. Si lo comparamos con el promedio de la posición ene-23 (293 usd/t) es un precio que se ubica 70 usd/t por debajo, pero hay que entender que venimos de un año atípico, donde la guerra entre Rusia y Ucrania jugó un papel fundamental, sumado a la pérdida productiva de Argentina. Relacionando ese valor con las últimas campañas, podemos observar que se mantiene en el máximo histórico para esta fecha, sin tener en cuenta la posición ene-23 (línea azul).
En cuanto a las relaciones de compra para la próxima campaña, si analizamos la baja de la urea y el precio disponible del trigo o bien el trigo a cosecha se observa un mejor poder de compra de este producto. Situación que es interesante a considerar en función de la intención de siembra existente a nivel nacional.
En cuanto a los márgenes proyectados, se observa un buen resultado en gran parte de las zonas productivas, teniendo en cuenta el doble cultivo. A modo de ejemplo y tomando valores promedio de la zona núcleo en la Plataforma Agbi, podemos observar que un margen trigo/soja arroja una rentabilidad del 16%. Dicho margen fue calculado con rendimientos conservadores para la zona que se ubican en 30 qq/ha.
Relación urea/trigo disponible
Si bien Argentina no solo enfrenta un contexto de clima adverso en los últimos meses y se espera que esto cambie para poder avanzar con la siembra de fina, seguimos con un contexto local que genera mucha incertidumbre hacia adelante. Mientras más claro tengamos el panorama puertas adentro mejor será la decisión que tomemos hacia afuera. Que el contexto nos ocupe pero no preocupe.