Por: Andrés Méndez, Juan Pablo Vélez; Fernando Scaramuzza, Diego Villarroel
EEA INTA Manfredi
Nuevos sistemas de distribución nos ayudan a evitar problemáticas a la hora de la distribución de semillas cuando la densidad de siembra es alta. Aquí les acercamos detalles que hacen a las buenas prácticas agrícolas, uniendo la tecnología a las sembradoras.
Actualidad:
Observando los nuevos avances americanos en equipamientos en cuerpos de siembra, hoy una de las grandes novedades es que las empresas han logrado reemplazar al sistema distribuidor de semillas convencional – que puede ser mecánico o neumático más el caño de bajada que traslada la semilla desde la placa al suelo – por los nuevos sistemas que trasladan la semilla desde la parte que se encuentra cerca del depósito de semillas o en el caso de sembradoras air drill desde la carga de semillas a prácticamente muy cerca del suelo por medio de una noria con cangilones de goma (Precision Planting) o un cepillo pegado sobre una banda de goma (John Deere). Ambos sistemas recorren todo el largo del caño de bajada de las semillas, pasando a ser el nuevo sistema de distribución.
Problemática:
La problemática actual respecto a la distribución se centra en que cuando la densidad de siembra es alta, la distribución de semillas comienza a ser un factor a tener en cuenta, porque una deficiente distancia entre semillas causa competencia entre las mismas y una disminución en los rendimientos potenciales de los cultivos. La peor condición de competencia entre plantas se da en las duplicaciones de semillas (caen dos semillas juntas).
Los sistemas convencionales tienen la problemática de la velocidad de avance de la sembradora y el aumento de la densidad de siembra. O sea, si la velocidad aumenta y a su vez aumenta la densidad, comienzan a notarse deficiencias en la siembra dadas por la gran velocidad a la que debe girar la placa de siembra y esto se suma a los rebotes de las semillas en el caño de bajada.
Si se analiza el factor distribución para nuestro país, por lo general las densidades de siembra más elevadas no superan las 5,5 semillas/m lineal, y en las densidades más bajas puede estar en un promedio menor a 3 semillas/m lineal hasta en algunos ambientes se llega a poner una semilla/m lineal.
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