Continúa el invierno y si bien en los últimos días del mes de agosto se dieron algunas precipitaciones, no fue así en toda la región núcleo productiva de nuestro país. Si bien el invierno es una época en donde las precipitaciones son escasas, en algunos sitios el corriente mes está dejando buenos acumulados de precipitación que permitirán una buena recarga en el perfil del suelo.
Por: Matías Cambareri – Caburé –
Sin embargo, venimos de un mes de julio demasiado seco para prácticamente todo el país y esto, hace que el agua continúe siendo un recurso limitante en algunas regiones. La precipitación acumulada durante el mes de julio (Figura 1) estuvo por debajo de lo normal y dependiendo de la región, llegó a ser sólo el 50% de la precipitación acumulada normal de julio (Litoral argentino).

De la extensa red de estaciones pluviométricas con las que cuenta Caburé (www.cabure.com.ar), sólo el 5% de ellas (menos de 40 puntos de medición) tuvieron una precipitación acumulada mayor a 20 mm. En la Provincia de Misiones, se dio la mayor cantidad de días con precipitación superior a 10 mm (3 días; en San Vicente) y en ese sitio también, se dieron los valores más altos de precipitación acumulada superando los 180 mm. Sin embargo y en términos más generales, julio fue un mes completamente seco no permitió “mover la aguja” del nivel de agua en el suelo y esto podría determinar que en muchas partes del país, el agua sea nuevamente un recurso limitante.

Reservorio de agua
La campaña de fina comenzó y debemos saber cómo se desarrollarán y crecerán nuestros cultivos y para eso debemos mirar cómo está el reservorio de agua: el nivel de agua en el suelo. El mes de julio no permitió buenas recargas de agua en los perfiles, pero (por suerte!) agosto está mostrando precipitaciones acumuladas dentro de lo normal para algunos sectores, determinando buenos niveles de agua en el suelo en la actualidad.
Superficialmente, que es lo que rápidamente está disponible para evaporación (primeros 10 cm; Figura 2), puede observarse alguna limitante fundamentalmente en el centro-norte del país donde no se están registrando lluvias; mientras que en profundidad (Figura 3), los niveles de agua en el suelo están entre adecuados a abundantes (más del 50% de agua útil en el perfil), lo que hace pensar que al menos en las primeras etapas de desarrollo de los cultivos de fina el estrés hídrico edáfico no debiera ser algo de qué preocuparse y solucionado el problema de ausencia de agua en el suelo en algunas regiones, pareciera que hay que hacer fuerte foco en los esquemas de fertilización y control de malezas para conservar esta humedad.

Fuente: Instituto de Clima y Agua. SMN-INTA-FAUBA
Esta “foto” inicial del agua en el suelo para “la fina” junto a los pronósticos a largo plazo, nos permitirán realizar un correcto análisis para tomar las mejores decisiones en nuestro sistema productivo. Como la evolución del nivel de agua en el suelo puede ser estimada a partir de un balance entre la “demanda” (de la atmósfera o del cultivo una vez implantado) y la “oferta” de agua (precipitaciones), conociendo cuál es la tendencia a largo plazo (más allá de los 30 días) de las variables determinantes, puede predecirse de forma aproximada su comportamiento.
Pronóstico trimestral
Con distintos niveles de probabilidad de ocurrencia, el pronóstico trimestral elaborado por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ayuda a dilucidar cómo serán las condiciones de oferta (precipitaciones) y demanda (evapotranspiración, determinada en parte por la temperatura del aire) que hacen al balance de agua en el suelo, durante los próximos meses.

El pronóstico trimestral del SMN para el próximo trimestre de agosto-septiembre-octubre indica: (i) mayor probabilidad (45-50%) de tener temperatura media superior a la normal sobre el norte del Litoral, región del Norte, NOA, Cuyo, provincia de Córdoba y oeste de Santa Fe y (ii) mayor probabilidad (40-45%) de tener una temperatura media normal o superior a lo normal hacia el sur del Litoral, Buenos Aires, La Pampa y región de Patagonia (Figura 4). Esto significa que donde tenemos mayor probabilidad de tener temperatura media por encima de lo normal, la temperatura media del trimestre mencionado sería al menos 0,5 °C mayor a los valores de temperatura media que observamos en la Figura 5.

Por lo tanto, como gran parte de la demanda atmosférica está asociada a la temperatura, es esperable que la evapotranspiración acumulada en este período sea mayor a lo normal, en estas regiones y debemos comenzar a pensar en estrategias que ayuden a conservar el agua almacenada en el suelo durante el invierno.
Precipitaciones acumuladas
Por otro lado, las precipitaciones acumuladas para el próximo trimestre (agosto-septiembre-octubre) tienen mayor probabilidad de estar (i) por debajo de lo normal (45-50%) en el sur del Litoral, Córdoba y región de Cuyo; (ii) normal o por debajo de lo normal (40-45%) en el norte del Litoral, región Norte, este del NOA, La Pampa, oeste de Buenos Aires y sobre el centro y norte de Patagonia y (iii) normal (>40%) en el este de Buenos Aires (Figura 6). Es decir que se esperan, dependiendo de la zona (Figura 7) menos de 50 a 100 mm acumulados en los tres meses.

El balance hídrico atmosférico (diferencia entre la demanda atmosférica y las precipitaciones) tenderá a ser negativo en gran parte del país, por lo que es probable que la primavera meteorológica se inicie con valores de agua en el suelo en el rango de lo escaso, comenzando en ese momento clave a verse limitados los cultivos de fina implantados (No se realiza pronóstico para el NOA, debido a que esta es la estación seca).

ENSO
Con respecto a la actualización del fenómeno ENSO (El Niño South Oscilation) que en gran parte de nuestro territorio tiene un impacto negativo (o positivo!) sobre las precipitaciones, estamos transitando la fase neutral del evento y continuará así al menos por el próximo trimestre. Más adelante pareciera que aún no se define del todo y dependiendo de los modelos (IRI o NOAA), la tendencia es más o menos favorable para el desarrollo de un evento la Niña (Figura 8). Independientemente de eso, al menos ya tenemos el pronóstico trimestral que indica que en los próximos 3 meses al menos, las precipitaciones estarán en general por debajo de lo normal. Si se define como niña, los acumulados serán menores, si se mantiene la condición de ENSO neutral, los acumulados podrán ser un poco más altos más allá de estos próximos 3 meses.

En resumen
Aún no está del todo definido si el inicio de la campaña de gruesa y fin de la fina se dará bajo la fase fría o neutral del fenómeno ENSO, pero si sabemos que el agua puede ser una limitante en los próximos meses.
El pronóstico trimestral del SMN, indica que en el mediano plazo habría precipitaciones por debajo de lo normal en una gran parte del territorio argentino, pero como indicamos la humedad en el suelo no debiera ser una limitante en las primeras etapas de desarrollo de los cultivos.
Utilizar la agrometeorología como una herramienta más que permita maximizar el uso del agua, haciendo economía del recurso hídrico es siempre clave. Como siempre, recomiendo hacer monitoreo de las condiciones actuales -una estación meteorológica sería lo ideal-, analizar los pronósticos (a mediano y corto plazo) y recopilar DATOS para la construcción de estadísticas que ayuden a tomar las mejores decisiones.
Este artículo muestra sólo un pantallazo general de lo que puede ocurrir y debe seguir ajustándose a medida que la campaña avance, contando con mayor certeza en los indicadores. En una escala temporal menor (por ejemplo, mensual) podría ocurrir que llueva más de lo que el pronóstico trimestral indica por lo que estemos atentos a los pronósticos de corto plazo (7-15 días).
La atmósfera es caótica y dinámica y las previsiones climáticas que acá presentamos se refieren a condiciones medias durante el periodo analizado, por lo tanto, no contemplan la ocurrencia de eventos puntuales tanto en la escala intra-estacional como en una escala espacial menor a la regional.