El programa “Mitre y el Campo” se emite todos los domingos de 7:00 a 9:00 de la mañana por AM 790 bajo la conducción de Carlos Lencina y los micros de Martín Steeman. Cumple 10 años, y sin perder el rumbo han sabido ganar un gran lugar entre los oyentes del país, siendo la radio de más alto share de los últimos años.
Antes de empezar, debo felicitarlos por estos primeros 10 años de programa, y preguntarles cómo fue y es el desafío de hacer un programa de agro, en una radio que tradicionalmente estaba identificada a lo urbano.
Lencina. Sin duda al principio fue un gran desafío. Si bien había presencia de agro, se hacía por medio de distintos columnistas. La radio, a través de Guillermo Santipolio y de Mall Media, apostó a hacer un programa de dos horas los domingos, temprano; sumado a los micros que hace Martin, de lunes a viernes.
Santipolio. Puedo decirte que la verdad fue un lindo desafío porque era difícil. Mitre era una radio muy poderosa, muy urbana. Y jugaba en la misma liga que otras radios que ya tenían contenido de agro incorporado. Estos diez años pasaron demasiado rápido, y hubo de todo. La radio, el agro y nosotros pasamos por todos los estados imaginables! Es una realidad la presencia cada vez más registrada de Mitre como radio dentro del mundo agro.
Y en esa química que se genera con el oyente, cómo creen que sucedió ¿el oyente urbano se empezó a meter en el campo o ustedes se metieron más en el campo?
Lencina. La 125, la pelea entre el gobierno y el campo, traccionó ese acercamiento de la gente. Lo comento en cada nota que hago, hoy en día en la agenda de cualquier periodista hay un número de teléfono de algún representante del mundo del agro, y eso sucedió a partir de ese momento. Además la mayoría del público de las grandes ciudades se colgó la bandera de defensa al campo, porque de alguna manera todos estamos ligados al campo. Siempre hay un abuelo, un bisabuelo, algún pariente con origen en el campo, inmigrantes que vinieron hace muchos años a trabajar la tierra; y esto de alguna forma despertó en la ciudadanía ese sentimiento de cariño por el campo.
Steeman. Como hombre del interior, muchas cosas se me familiarizan rápidamente con el sector, porque entiendo qué es lo que le molesta o qué es lo que está sufriendo un productor cuando hablo con ellos.
Pero yo creo que con respecto a la audiencia urbana hay muchas cosas para hacer todavía. El urbano no entiende muchas cosas que pasan en el campo, y el tema de vulgarizar los temas o hacerlos más concretos, es una labor bastante ardua, porque el campo todos los días tiene noticias, infinidad de noticias.
Arranco a las 6 de la mañana con los micros, y te aseguro me llegan un digesto jurídico del boletín oficial lleno de información, pero no se puede transmitir todo! El tipo que está haciendo la cola del banco o esperando el colectivo, ni siquiera lo va a tratar de comprender, porque es algo muy complejo. Entonces hay que tratar de madurar las noticias, buscarle el sentido para que a la gente de todos los sectores le interese y la entienda.
Sin duda son referentes muy fuertes dentro de los medios, quisiera saber qué piensan ustedes de la comunicación en el agro.
Steeman. Se habla mucho de la comunicación del agro, yo creo que pasa por diferentes factores, desde lo urbano no siempre se tiene un conocimiento básico del sector. En la escuela primaria no sé que se estará dando de agro; la escuela secundaria no siempre se termina. Entonces a los 18, 20 años llega un mensaje de agro, y el oyente se acuerda del germinador que hizo en la primaria y nada más. Es una cuestión muy compleja el tema de la comunicación del agro, pero bueno, ese es el desafío: todos los días un minutito, una gotita que va sumando datos.
Santipolio. Si bien no lo mostramos, tenemos un slogan que es “Un puente entre el campo y la ciudad”, hacer un programa de base agropecuaria en una radio muy urbana. Entonces hay que decodificar esas dos cosas para que la audiencia se quede en Mitre. Nos acordamos con Carlos cuando alguna vez nos dijeron “Esta bueno el programa, pero no es muy agropecuario”. Y ahí entendimos que estábamos bien en el camino, porque en los programas de nichos muchas veces se habla con una base de “chivos”.
Nuestro desafío era un poquito más elevado. La idea era que los anunciantes – en general empresas muy importantes – nos cuenten más cosas que lo que hacen, para que la gente entienda el valor de quienes componen el campo. Y me parece que ahí estaba el desafío. Y por los números de audiencia, porque la gente no se va, y porque los micros ya están incorporados a los programas que la radio tiene, veo que hay un logro en la relación de Mitre con “Mitre y el campo”, es decir, el campo es parte de la programación de Mitre.
Es un tema complejo, uno habla de comunicar lo del campo en la ciudad pero es difícil. En una línea tenes al presidente de Asagir pensando cómo combatir las palomas, y por otro lado a Doña Rosa escuchando que en el campo matan palomas…
Lencina. Hay que pensar a quien le estamos comunicando, quien está del otro lado. Yo siempre intento ser neutro, trato de pensar qué es lo que está pensando el otro, ya sea un dirigente, un productor, un empresario o Doña Rosa.
El otro día escuche una gran frase: Doña Rosa se murió, y hoy no le hablamos más a ese público, y me parece interesante eso como desafío. Yo trato que cuando alguien habla “en difícil”, aclarar lo que dijo, y de llevarlo al punto de que sea más fácil de comprender, para que no se disocie ese puente entre el campo y la ciudad. Si hablas difícil, estás hablando para vos mismo.
Santipolio. Venimos de una cultura donde la gente mira como algo lejano al campo. Hoy el campo tiene el compromiso de hablar de alimentos y no de producción. Ese es un tema relacionado con la gente, y la gente debe comprender que el campo está mucho más ligado a ellos de lo que ellos mismo creen. La realidad es que por un lado, desde el sector se habla técnicamente, de unos números enormes, y de problemas puntuales entre economías regionales y masivas; y del otro lado está “Mitre y el campo” que viene a ocupar ese lugar de puente, de unión, desde una radio muy potente.
Carlos Lencina, como conductor de “Mitre y el Campo” desde el principio, si te pido que dividas estos diez años en segmentos importantes, ¿cómo quedarían plasmados esos segmentos?
Lencina. Yo lo dividiría en dos segmentos. Y lo que marca ese corte sería la etapa del kirchnerismo, y la actualidad. Yo he tenido conocimiento que en los momentos más difíciles del país, desde el gobierno K nos escuchaban. Como ejemplo puedo contarte, que el mismo Pichetto nos escuchaba; o Alberto Fernandez que era jefe de gabinete y salió con nosotros en Mitre. Otras veces nos pasó de recibir llamados para pedirnos calmar un poco a los chacareros en las rutas, como fue el caso de San Pedro. Recuerdo que llamé a la radio – no era el momento que yo estaba con salidas -, y lo pusieron al aire en los micros informativos para calmar un poco las aguas. Y ahí te das cuenta la importancia que tiene la radio, y la importancia que estaba ganando Mitre con la 125, y hasta el día de hoy los números nos dan bárbaro, nos siguen, es más importante la permanencia en esas dos horas del encendido, que entrar y salir.
Santipolio. Sin ninguna duda, en algún momento uno sintió que “Mitre y el campo” y radio Mitre ya eran parte del mundo agropecuario. Llegamos para competir con otros medios que estaban más familiarizados con el campo. Yo lo defino como diez años de crecimiento.
Martin, contanos cómo fue para vos incorporarte a un equipo que ya estaba funcionando, y hacer un trabajo con un estilo completamente distinto al que se venía haciendo.
Steeman. Yo creo que es una cuestión de estilo, de personalidad. Trato de cuidar ese detalle para que no se vaya a la banquina lo que uno quiere conducir. Yo soy el más nuevo acá, hace un año que estoy con este labor, y creo que lo que logró “Mitre y el campo” es hacer un programa de agro distinto.
Muchas veces pecamos de hacer siempre lo mismo, desde ya que la base de datos es la misma, pero Carlos tiene la virtud de poder contarlo de otra manera. Yo soy más rígido porque sigo la noticia concentrado en 50 segundos, 1 minuto, y de contenido más complejo. De todas maneras coincide mucho con mi estilo. Yo soy más bien serio y me siento cómodo y por eso sale así. Pero creo que es un desafío de todos los días buscarle la vuelta para contar esas 15 líneas de información, en solo una. No es tan simple, pero la gimnasia de todo los días te lleva a ejercitar eso.
Mirando hacia adelante, ¿cómo sigue Mitre y el campo? ¿Cómo es la convivencia hoy de un medio ante un gobierno y un sector, que están coincidiendo en varios puntos?
Lencina. No es fácil porque son amigos. A veces no tuteo y me tutean. Hace poco le hice una nota al ministro Buryaile, y cuando comienza la nota me empieza a hablar de la amistad, de los años que nos conocemos, y me sentí incomodo y le dije que me estaba condicionando la nota…y él me dice que no, que los amigos no se condicionan. En cuanto al contenido, que es lo más importante, creo que hay cosas que están bien y otras están mal. Lo que está mal lo decimos, siempre fuimos así.
Santipolio. Yo creo que este nuevo escenario que se da entre el gobierno y el sector de producción, es más una oportunidad que una amenaza. Es difícil por lo que dice Carlos, muchas veces son conocidos, pero a la vez tenemos acceso. Llamas a alguien y siempre te atienden, y eso te nutre de mucha información y se sabe mucho más en que están, para preparar tu programa, para acompañar algo, o para generar nuevos productos. Porque, ¿cuáles son los desafíos para los próximos diez años? el cambio de formato, el estar en los mismos lugares que estábamos antes pero de otra manera, hoy no es necesario trasladarte muchos kilómetros para cubrir información.
Me parece que el campo es un sector muy importante en la economía argentina y para los que nos dedicamos a comunicar cosas de agro, siempre es mejor que el campo sea importante. Y además, en la medida que el clima se relaja, las empresas, las instituciones, los medios, todos acompañan más y mejor en cuanto a contenidos de agro. Cualquiera de nosotros elige este clima de trabajo, antes que el anterior.
¿Y cómo ven “Mitre y el campo” en los próximos 5 años?
Lencina. Yo me imagino que vamos a tener que adaptarnos a temas muy puntuales y trascendentes como el cambio climático, por ejemplo. Es un tema ya instalado que está causando muchos problemas, no solo en la producción sino en el mundo.
Otro, es el tema alimenticio, con el respaldo de profesionales que deben garantizarnos lo que comemos; salud pública, que lo hemos tomado en nuestro rincón sanitario, con una afluencia de veterinarios que hoy forman una red. Y después la coyuntura, que siempre debe estar presente si uno quiere informar desde la realidad.
Hasta ahora venimos preparándonos para ver qué hacer con determinadas situaciones, si el dólar sube, si se puede exportar, si sacan las retenciones, etc. En algún momento debemos tener acomodada la cancha para poder hablar de cosas importantes.
Santipolio. Es cierto, por ejemplo, gran parte de la economía nacional son las regionales. Son como las Pymes –que dan el 70% de la mano de obra argentina- y es un gran desafío el ocuparse de estos temas con el peso real que tienen dentro de la productividad del país. Debemos apoyarnos en las grandes instituciones como Crea, Aapresid, Inta, con buena información y contenidos, y nosotros saber contarlo.
Eso también abrirá a este programa a tener corresponsales de manera más permanente, haciendo algún domingo por mes que alguien del NEA, NOA o de una zona determinada, salga por la radio para hablar de clima, producción, economía, pero de ahí. Sin perder que estamos en una radio muy urbana y masiva.
Al tener un medio de alcance nacional hay que mirar para adentro, porque sino no es una radio de alcance nacional…
Steeman – Por eso trato de estar presente todos los días con noticias de economías regionales, porque además, junto con el tambo, son las dos partes más sensibles y débiles que tiene esta gestión. Los mismos productores son los que juzgan, uno solo tiene que narrar lo que sucede.
Hablando de comunicación, el hombre es de por sí social y busca comunicarle al otro lo que le pasa, pero desde el punto de vista agronómico no siempre es así. Cada lote es un mundo aparte, y cada cual atiende su juego y se van dando ciertas individualidades que en la macro se ve como un desorden total. Siempre trato unificar un poco el mensaje para que el urbano entienda que muchas veces ambos viven lo mismo pero de otra manera. Un corte de Callao y Corrientes tiene cierta similitud con la neblina o el rocío que atrasa la labor de la mañana de un productor.
Santipolio. Creo que “Mitre y el campo” es un puente entre el campo y la ciudad, un espacio para hablar de temas de agro en un medio muy masivo. Y creemos que es la realidad de un lindo desafío.