El rendimiento del maíz, a diferencia de otros cultivos, se determina por la disponibilidad de agua y nutrientes en el perfil del suelo. En la región maicera argentina la disponibilidad de los principales nutrientes que limitan el desarrollo del cultivo son limitantes al menos en el 70% del área. Es por esto que la productividad del cultivo está fuertemente asociada al manejo de la nutrición a través del uso de fertilizantes.
El manejo de la nutrición del maíz en la actualidad puede ser medido en base a las dosis de uso media de fertilizantes. En promedio para la región maicera las dosis de fertilizantes nitrogenados es de 120 kg/ha, y de 85 Kg /ha para los fosfatados. Estas dosis de uso son utilizadas en el 85% del área total sembrada para este cultivo. El uso de fertilizantes azufrados es menos frecuente en el manejo tradicional del cultivo.
Este manejo de la nutrición ha contribuido en gran medida al estancamiento de los rendimientos medios del maíz. En las ultimas 15 campañas la productividad media se ubica en los 6.6 tn/ha con valores máximos y mínimos de 7.8 y 5.6 tn/ha respectivamente. Estos desajustes en la nutrición del maíz se dan debido a que el las decisiones son tomadas en base a las recomendaciones ajustadas a híbridos comercializados hace al menos una década que tenían menos potencial productivo que los que se comercializan actualmente.
El interrogante entonces es cómo logramos ajustar el manejo de la nutrición del maíz para aumentar la productividad y achicar la brecha productiva. Existen numerosas experiencias realizadas que muestran la mejora sobre el rendimiento cuando se corrige la disponibilidad del nutriente, que limita el desarrollo del cultivo, de forma individual. Sin embargo la construcción del rendimiento es el resultado de la interacción de todos los nutrientes que requiere el cultivo por lo tanto el manejo de la fertilización debe ser integral con el fin de aprovechar esta interacciones.
Con el objetivo de explorar los efectos de diferentes modelos integrales del manejo de la nutrición del cultivo de maíz, hemos diseñado módulos experimentales en campos de productores representativos de la región maicera. Los módulos se encuentran instalados en campos de productores en dos localidades, Pergamino y 25 de Mayo ambos en la provincia de Buenos Aires.
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