Ing. Agr. (M. Sc.) Agustín Bianchini
OKANDU SA
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El análisis de suelos es la herramienta básica para evaluar el nivel de fertilidad y diagnosticar necesidades de fertilización. Para realizar un buen diagnóstico de la fertilidad de un lote es necesario contar con información confiable y para ello se debe partir de un buen muestreo de suelos.
Es importante tener en cuenta que en determinadas situaciones, los análisis de suelo pueden presentar algunas limitantes. Esto se debe a que el muestreo es la fuente de error más importante en el uso del análisis de suelo (Cline, 1944). Este error, debido al muestreo, es generalmente varias veces superior al error originado en laboratorio, por lo tanto es necesario que el muestreo del lote sea lo más representativo posible. Generalmente hay alta variabilidad lateral, en profundidad, y a través del tiempo para los principales nutrientes. Sin embargo, el mayor inconveniente es que la cantidad y estructura de la variabilidad cambia entre nutrientes, entre lotes, y dentro de los propios lotes (Mallarino, 2003).
Existe variabilidad de diferentes orígenes que ocurre a diferentes escalas:
v Variabilidad natural, que es debida a tipo de suelo, pendiente, etc. y ocurre en gran escala
v Variabilidad por manejo, que es debida a erosión, cultivos antecesores, aplicación previa de fertilizantes, etc., y ocurre en gran y pequeña escala.
La variabilidad en pequeña escala es especialmente alta con siembra directa debida a la mínima mezcla de fertilizantes con el suelo, con fertilización en bandas, y para nutrientes inmóviles y con mucha residualidad como fósforo (Mallarino, 1996).
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