En la zona de Bahía Blanca para el ajuste de las densidades de siembra en regiones semiáridas
Ing. Agrs. (Mg.) Andrea Lauric, (Dr.) Carlos Torres Carbonell, Gerónimo De Leo y Tec. Corina Cerdá. Agencia de Extensión Bahía Blanca y Cnel. Rosales- INTA EEA Bordenave.
Lic. Sandra Baioni, Mariela Fioretti y Micaela Comesagna. Cátedra de Fisiología Vegetal, Dto. Agronomía, Universidad Nacional del Sur. lauric.andrea@inta.gob.ar –
INTRODUCCIÓN
Problemática zonal
Las regiones semiáridas templadas se caracterizan por una importante variación en las precipitaciones interanuales y entre estaciones. Lo anterior implica presencia de años con precipitaciones por encima del promedio histórico y otros por debajo del mismo, en el orden del 50%. Este hecho deriva en un alto riesgo climático e incertidumbre en la proyección y planificación de los establecimientos agropecuarios, en la medida que no se posean recursos forrajeros estables frente a estas situaciones.
Importancia de las Pasturas perennes en la cadena Forrajera Regional
Las especies perennes con tolerancia a sequía son una herramienta fundamental en la producción ganadera, debido a que poseen la capacidad de soportar períodos secos frecuentes en zonas semiáridas y proveer una producción de forraje en forma estable, dada su alta eficiencia en la utilización del agua. La AER INTA Bahía Blanca trabaja en esta línea desde hace varios años, a partir de ensayos de implantación en campo de productores y relevamientos de pasturas perennes ya establecidas en cuanto a producción y calidad. Esta información ha permitido elaborar propuestas de cadenas forrajeras modales basadas en pasturas perennes adaptadas a la zona, principalmente para planteos de cría.
En dichas cadenas, el Mijo perenne (Panicum coloratum) se destaca como un eslabón muy importante, dado que esta especie C4 posee su pico de crecimiento posterior al del Pasto llorón (Eragrostis cúrvula) megatérmica de mayor difusión en la zona. Lo que permite encadenar de manera más eficiente el uso de los recursos en el bache forrajero estival (diciembre, enero y febrero), donde también otras especies templadas reducen su crecimiento por las altas temperaturas. Además, relevamientos zonales de las últimas campañas develaron que mijo perenne mostró diez puntos porcentuales mayores en cuanto a proteína bruta y digestibilidad de la materia seca respecto al pasto llorón en el mismo periodo, con variaciones según la fertilidad del suelo. Esto permitiría tener opciones de manejo más adecuadas de acuerdo a la categoría animal elegida (vientres, animales en crecimiento, etc).
Variabilidad de implantación regional
La pastura perenne es un recurso que se dispondrá por muchos años, es un capital instalado, y por esto, los recaudos en la implantación son esenciales para su logro. En general las pasturas megatérmicas que poseen semillas muy pequeñas como es el caso del mijo perenne, presentando dificultades en su implantación, por lo que se debe intentar controlar la mayor cantidad de variables dentro de las posibilidades del productor, para disminuir al máximo la probabilidad de fracaso. Entre las variables más importantes se destacan: a) preparación del lote; b) fecha de siembra; c) profundidad de siembra; d) control de malezas y e) densidad de siembra (semillas/ha). Para esta última variable es muy importante conocer el número de semillas germinables por kilo de producto comercial, para poder ajustar con precisión la densidad elegida de siembra en kilos/ha en el lote.
Desde el año 2009, en los primeros ensayos de evaluación sobre implantación de mijo perenne en campo de productores dentro de los partidos de Bahía Blanca y Cnel. Rosales (Sudoeste Semiárido Bonaerense) se observó una alta variabilidad en los resultados (éxito-fracaso), por lo que se fueron ajustando diferentes aspectos técnicos de la siembra para condiciones específicas de semiaridez. Lo anterior derivó en la necesidad de un análisis-ajuste con mayor profundidad de las variables que afectaban la implantación como: la densidad de siembra, la profundidad y la calidad de semilla utilizada. El último caso dio origen al trabajo que se detalla a continuación.
Objetivo
El objetivo general de este trabajo fue determinar los parámetros de mayor importancia en la calidad de las muestras de semilla de Panicum coloratum utilizadas en los sistemas de la región de Bahía Blanca, a fin de realizar ajustes calificados en las densidades de siembra.
Definición de Semilla:
Se entiende por “semilla viable” a un componente del fruto de la planta que contiene un embrión del que puede desarrollarse una nueva planta bajo condiciones apropiadas. Esta definición permite diferenciar el concepto de “semilla vana” que se refiere al fruto seco y envolturas de la semilla que tiene el interior vacío (sin embrión). En adelante cuando se emplee el término “semilla” nos estaremos refiriendo a la definición citada, de un fruto seco en la cual sí existe un embrión que permite generar una nueva planta.
Peletizado:
Se trata de una técnica mediante la cual se logra el recubrimiento de la semilla, mediante diferentes materiales, el más común es la arcilla junto a otros inertes (fitosanitarios, productos higroscópicos, inoculos, etc). Esta tecnología es utilizada mayormente en cultivos cuyas semillas poseen una forma irregular y de tamaños muy pequeños. Los porcentajes varian entre el 100% y 300% de agregado en peso. Es decir que a 1 kg de semilla pura se le puede agregar del 100 al 300% de peso total con los materiales anteriormente mencionados,
MATERIALES Y MÉTODOS
Durante la campaña 2013/14, se realizó un muestreo aleatorio a partir de calado de bolsas de 10 partidas de semilla de “mijo perenne” de diferentes orígenes comerciales y de cosecha propia en la zona de Bahía Blanca. De las muestras relevadas se tomaron alícuotas de 0,25g de producto. De las mismas, se separó cuidadosamente la semilla con embrión de todo material extraño como: a) material inerte del peletizado, b) trozo de semillas y material vegetal (glumas, lema, raquis, envolturas de la semilla, etc.) y c) otras semillas de otras especies. En el caso de las semillas vanas se utilizó lupa y agujas histológicas para corroborar la ausencia del embrión. Asimismo, dichas alícuotas se colocaron a germinar bajo condiciones de temperatura ambiente durante 28 días.
Determinaciones:
- Cantidad de semillas viables con embrión por kilo de producto comercial zonal.
- Cantidad de semillas germinadas en el periodo 7 hasta los 28 días por kilo de producto comercial zonal.
- Poder germinativo (%) respecto a la cantidad total de semillas por muestra de producto comercial
- Pureza de semillas (%) de cada muestra de producto comercial relevado.
- P1000 de las semillas puras.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El la figura 1, se presentan los resultados de semillas viables totales con embrión por kilo de producto comercial de cada muestra. La cantidad de semillas verdaderas (con embrión) mostró una alta variabilidad entre todas las muestras, con un Coeficiente de Variación (CV%) del 67%. Las muestras con mayor cantidad de semilla viable se observaron en las 3 muestras sin peletear, las cuales presentaron en promedio de 1.153.333 semillas/kg, representando un 230% superior al promedio de las restantes 7 muestras peleteadas (349.714 sem/Kg). No obstante, la variabilidad entre la semilla peleteada también fue alta observándose valores de 428.000 y 256.000 semillas/kg en ambos extremos máximo y mínimo, respectivamente.
Figura 1. Cantidad de semillas viables con embrión por kilo de producto comercial zonal.
Sp= Muestra sin peletear. P= muestra peleteada.
La Figura 2, expone los resultados de las determinaciones de cantidad acumulada de semillas germinadas a los 28 días por kg de producto comercial. En línea con los resultados anteriores, las muestras sin peleteado fueron las que presentaron la mayor cantidad de semilla germinadas/kg, alcanzando un valor máximo en la muestra 2Sp de 920.000 y mínimo en la muestra 10P de 229.000. Lo cual muestra una diferencia entre ambos extremos del 303%. La variabilidad total entre muestras también fue muy alta con un CV del 60%.
Un aspecto importante a destacar es la distribución de los “pulsos” (capacidad adaptativa de cada especie, de acuerdo a la latencia, germinan en tiempo y espacio diferente) de germinación de cada muestra en las 4 semanas. En las placas de germinación a temperatura ambiente, se observó a los 7 días una germinación mayoritaria de todas las muestras, con un promedio del 87,5% y a los 21 y 28 días se observaron los remanentes de germinación. Los motivos de la no germinación de la semilla con embrión, podrían relacionarse con dormancia, que sea inviable o bien este muerta.
Las especies megatérmicas poseen una alta proporción de semilla con dormancia. La dormancia es un mecanismo fisiológico de inhibición de la germinación que tienen algunas especies. Es un mecanismo de protección para evitar que las semillas germinen rápidamente ante las primeras condiciones favorables. Esta se rompe cuando las condiciones propicias se dan de forma continuada y prolongada o frente a la combinación de distintas variables climáticas (temperaturas extremas altas y bajas, periodos secos y húmedos, etc.). También puede romperse por acción del hombre por distintos métodos mecánicos o químicos.
La dormancia en estas especies son capacidades adaptativas a diferentes ambientes adversos en los cuales evolucionaron, lo que les permite tener éxito en su supervivencia.
Figura 2. Cantidad acumulada de semillas germinadas del día 7 al 28 por kilo de producto comercial zonal.
En la Figura 3, se muestra el poder germinativo (%) sobre la base de las semillas verdaderas de cada muestra (semilla pura, sin el peletizado).
Es importante aclarar que esta determinación es diferente y generalmente superior a cuando se realiza en base a las unidades peleteadas. Cuando las semillas son llevadas a este tratamiento el resultado final contiene una menor proporción de semillas viables por kg de producto comercial. Entonces, si tomamos unidades peleteadas, existe la posibilidad de tener gránulos de material inerte que no contienen semillas viables dentro y por lo tanto disminuyen el valor del PG (%) de esa muestra completa. Por esto, para la interpretación del PG (%), es importante conocer sobre cuál de las dos bases mencionadas fue determinado.
Como podemos observar en el gráfico, el PG (%) sobre base semilla verdadera los porcentajes son altos para todas las muestras. El promedio fue del 75%, con una variabilidad entre muestras muy baja (CV 13%). Sin embargo, es notoriamente distinto cuando se analizan los materiales peletizados, porque 6 de las 7 muestras elegidas que habían sido peleteadas exponen valores de PG (%) superior a los de las muestras no peletadas, lo cual denota que la menor cantidad de semillas germinadas a los 28 días, no estaría relacionado a problemas de PG, si no a un efecto de menor cantidad de semillas totales por kilo, por el peleteado.
En la figura 4, observamos que los valores de pureza en las muestras no peleteadas fue del 87%, mientras en la semilla peleteada no superaron el 40%. El promedio de estas 7 muestras con tratamiento de peleteado fue del 34%, con una muy baja variabilidad entre todas las procedencias (CV 10%). Este factor se visualiza como el principal componente que explica la caída en la cantidad de semillas germinadas por kilo comercial. No obstante, este hecho se puede corregir aumentando la densidad de siembra expresada en kg/ha, ya que como se observó en la figura 3, el PG de la semilla en las muestras peleteadas era muy satisfactorio.
Independientemente de la disminución en la pureza que ejerce el peleteado, si se observa las variaciones en la cantidad de semilla total en las muestras no peleteadas (figura1), puede inferirse algunos aspectos de la necesidad de continuar la investigación en metodología de producción y cosecha de semilla. La semilla de Panicum y en general este tipo de especies C4, no presentan momentos definidos de maduración y se caracterizan por una alta dehiscencia (caída de la semilla de la panoja una vez madura).
La maduración se ve muy influenciada por las condiciones climáticas y durante periodos prolongados de forma continua. Este hecho dificulta la determinación del momento óptimo de cosecha y el riesgo de altas pérdidas de cosecha por caída de semilla. Estos aspectos se relacionan con la cantidad de semilla verdadera por kilo incluso en semilla pura.
Figura 4. Pureza de semillas (%) de cada muestra de producto comercial zonal.
El último componente relevado fue P1000 de la semilla de Panicum (con la extracción del peleteado en el caso de estarlo), el cual presentó un promedio de 0,89 gramos, con un mínimo y máximo de 0,77 y 1,15 gramos, que expone una diferencia del 29%. Cuatro de las muestras peletadas presentaron los valores más altos de P1000, lo que significa que dispondrían de una semilla de mayor tamaño. Este es un atributo importante, relacionada con una mayor cantidad de reservas para el embrión para la etapa de germinación y emergencia. Sin embargo, el P1000 de las semillas con y sin peleteado no demostró ninguna tendencia a favor de las distintas formulaciones.
Cálculo de densidad de siembra a partir de las determinaciones de calidad de semilla:
Para efectuar las regulaciones de la sembradora es importante conocer dos factores:
1 – La densidad de siembra recomendada en el lote expresado en semillas/m2 o semillas/ha: Esta surge de ensayos de experimentación adaptativa en la zona en los cuales se relaciona las distintas densidades de siembra (semillas/ha) con las densidades de plantas objetivo alcanzadas una vez implantada la pastura (plantas o matas/ha).
En las experimentaciones con densidades en este tipo de especies megatérmicas en la zona de Bahía Blanca se observó que pasturas más densas entre 200.000 y 500.000 plantas/ha (20 a 50 plantas/m2), tuvieron mayor Producción de MS y calidad nutricional. Una mayor cantidad de plantas en la pastura pero de menor desarrollo, se relacionaría con una mayor producción de forraje vegetativo, menor cantidad de inflorescencias y órganos reproductivos, que son de menor calidad forrajera. En esta situación, se observó una menor cantidad de biomasa de baja digestibilidad, procedente de material vegetal reproductivo no consumido (cañas elongadas, inflorescencias y panojas). Asimismo, la mayor densidad de plantas, contribuyó a generar una mayor cobertura de suelo y menor espacio ocupado por malezas no forrajeras, que influyen negativamente sobre la pastura disminuyendo la producción de materia seca total.
Para el logro de pasturas de alta densidad (200.000 a 500.000 plantas/ha) las siembras de mejor desempeño, en años de sequías, fueron las logradas con un mínimo de 12.000.000 semillas/ha o 1200 semillas/m2 (Coeficiente de Logro=1,66%). En años de óptimas condiciones de lluvias también se pudieron lograr pasturas densas con densidades de siembra de 4.000.000 semillas/ha (Coeficiente de Logro=5%), pero se debe aclarar que han sido las situaciones menos predominantes en la zona.
En regímenes donde predominan las sequías recurrentes en la etapa de implantación y otros factores adversos, es común observar una alta mortalidad de plántulas durante todo el periodo de establecimiento. Esta situación, puede ser parcialmente contrarrestada, a semejanza de lo que ocurre en el hábitat natural de estas especies, con una mayor densidad de semillas/ha a la siembra. Esto se verifica por dos factores: una mayor cantidad de plántulas nacidas permite disponer de un mayor margen de pérdida de plántulas hasta el establecimiento final. En segunda instancia también se dispone de una mayor cantidad de banco de semillas en los pulsos de germinación observados en este trabajo en las primeras 4 semanas y más adelante en el tiempo por la semilla dormante.
2 – Identificado el objetivo de densidad de semillas a sembrar/ha, es indispensable conocer la cantidad de semillas viables que posee el producto comercial que se va a utilizar.
Los resultados obtenidos demuestran la relevancia de determinar previamente algunos de los parámetros de calidad de semilla, como los expuestos, para realizar ajustes precisos en las calibraciones de las densidades a implantar.
Cuando se calcula las densidades de siembra en especies con una proporción de semilla con dormancia, se recomienda realizarla a partir de la cantidad de semilla rápidamente germinadas (28 días), ya que es la que en términos prácticos va a desarrollar primero, precisamente en la época adecuada una vez depositada en el suelo. Para ello, con los parámetros evaluados (PG%, P1000, Pureza) y el CL (coeficiente de logro) a partir de los ensayos locales, se puede utilizar la ecuación tradicional para obtener la cantidad de semillas necesarias.
Densidad de siembra (Kg/ha)= P1000 (g.) x objetivo de plantas a lograr/m2
PG% x P% x CL%x100
Tomando los datos publicados en el presente artículo, siguiendo esta fórmula, considerando el peso de mil: de 0,89gr, el objetivo de plantas/m2: 1900, el CL: 5%, P%: 34 p y 87 sp, PG%: 30 p y 87 sp. Con estos valores, en el caso de peleteado la densidad en kg/ha sería 33 y sin peletear (semilla pura) 4,46.
CONCLUSIONES
- Se encontró alta variabilidad en la cantidad de semilla verdadera (con embrión germinativo) en las muestras relevadas en la zona de Bahía Blanca e influencia. En las muestras no peleteadas, ésta fue en promedio un 230% superior respecto a las peleteadas.
- La cantidad de semilla germinada por kilo de producto comercial fue mayor en las muestras sin peletear respecto a las peleteadas alcanzando valores máximo y mínimos de 920.000 y 229.000 semillas germinadas/kg, respectivamente.
- El poder germinativo de la semilla verdadera (con extracción del peleteado) para las 10 muestras fue alto en general, con un promedio del 75% que varío desde 99% a 58%.
- Los niveles de pureza en la semilla (con extracción del peleteado) alcanzaron un mínimo del 87%, mientras la peleteada se aproximó a un 40% como máximo.
- El peso de 1000 promedio de la semilla de Panicum coloratum muestreada fue de 0,89g.
- Los resultados de calidad de semilla hallados en este trabajo resaltan la importancia de contar con este tipo de información previo a la siembra para calibrar con precisión la densidad de siembra a campo expresados en kg de semilla comercial/ha. En este sentido, dado los bajos coeficientes de logro característicos de estas especies entre el 1 y 10%, en función de los ensayos disponibles en la zona de Bahía Blanca se sugieren realizar ajustes respectivos a un nivel no menor a los 12 millones de semillas germinadas/ha para lograr pasturas densas de por lo menos 200 a 500 mil plantas implantadas/ha.
- No obstante, es importante considerar que el éxito final de la implantación dependerá también de otros factores de la técnica de siembra como fecha, profundidad, control de malezas etc., pero fundamentalmente de las condiciones climáticas del año de implantación.