Investigadores de la Estación Experimental Obispo Colombres de Tucumán y técnicos del sector privado comprueban que fertilizar con nitrato de amonio calcáreo simplifica la operación, disminuye el ataque de la peor plaga del cultivo y reduce el impacto ambiental.
Existe un consenso generalizado en el sector cañero sobre que la fertilización nitrogenada es una tecnología clave para obtener cañaverales de alto rendimiento. Sin embargo, el desafío actual es seleccionar y utilizar las fuentes de nitrógeno de máxima respuesta productiva, menor costo, mayor facilidad operativa y las menos agresivas con el ambiente.
Por eso, fueron impactantes los resultados respecto al manejo alternativo con nitrato de amonio calcáreo presentados recientemente por la Estación Experimental Obispo Colombres (EEAOC) en el marco de convenio con la empresa Yara, en la jornada de actualización “Novedades en Fertilización de Caña de Azúcar”, organizada por ésta empresa y realizada en las instalaciones de la Universidad de San Pablo T.
“La urea es la fuente nitrogenada sintética responsable de las mayores emisiones de gases de efecto invernadero de la agricultura, tiene mayores costos de aplicación ya que requiere su incorporación en el suelo y es uno de los insumos más costosos para la producción del cultivo, por eso veníamos realizando ensayos y tratando de buscar alternativas que permitan mantener o mejorar las respuestas productivas del cañaveral, reducir los costos de la fertilización y cuidar mejor el ambiente”, resume el Dr. Eduardo Romero, coordinador del Subprograma de Agronomía de la Caña de Azúcar de la EEOC, para luego agregar: “Es muy alentador ver que en los cinco ensayos que hicimos, reemplazando la urea por el nitrato de amonio calcáreo, se logró mantener los niveles de productividad con menores dosis de nitrógeno, reducir el costo de aplicación,menor impacto en el ambiente y un aspecto destacable fue registrar una disminución de los niveles de daño provocados por Diatraeasaccharalis, la principal plaga de nuestros cañaverales, que hace perder mucha azúcar cada campaña”.
En el mismo sentido se expresó el Dr. Federico Pérez Zamora, asesor técnico de importantes ingenios de la región. “En las empresas grandes se hacen pruebas de validación comercial para la toma de decisionesy, en este sentido, evaluamos comparativamente lotes fertilizados con nitrato de amonio calcáreo y franjas con otras fuentes nitrogenadas para comprobar si la decisión de cambiar ha sido acertada, con resultados contundentes: de 14 lotes, en 12 el nitrato nos dio mejores resultados”. También destacó que “lo mejor es que con este nuevo fertilizante la huella de carbono es mucho más amigable con el ambiente que con la urea y, al no tener que hacer labores de movimiento de suelos, también hay una menor emisión de gases contaminantes”.
La ingeniera agrónoma Analía Salvatore, especialista en plagas de la caña de azúcar de la EEAOC y responsable del seguimiento y evaluación de los ensayos citados, destacó la importancia de la reducción significativa de los niveles de daño provocados por Diatraea que se registran en los cañaverales tratados con nitrato de amonio calcáreo en lugar de urea. Según la experta, “la EEAOC ha realizado evaluaciones con 17 formulaciones distintas de insecticidas que no dieron resultado debido a la corta permanencia de las larvas recién emergidas en el exterior de los tallos de la caña,ya que luego pasan todo su desarrollo de larva y pupas en el interior de los tallos hasta la emergencia del adulto.Sin embargo, encontramos en la aplicación de nitrógeno en fuentes enriquecidas en nitratos (nitrodoble) y en el uso de biofertilizantes y bioactivadores una efectiva solución para minimizar los daños de esta plaga”.
Para poner en perspectiva la dimensión de este logro científico, la ingeniera Salvatore afirmó que los resultados de esta investigación “impactarán no sólo en la economía de los productores de caña de azúcar, sino también en la del mercado tucumano, ya que la infestación con esta plaga afecta al 8 por ciento del área productiva, causando pérdidas anuales por más de 70 mil toneladas de azúcar”.
