Por Juan Martin Melo
@juanmartinmelo
El ministro de la producción de Daniel Scioli realiza en “Horizonte A” un balance de su gestión basada en el diálogo permanente con los productores agropecuarios. Defendió el trabajo conjunto con las provincias referentes de la producción como Santa Fe y Córdoba y se mostró convencido que el gobernador bonaerense se convertirá en 2015 presidente de la Nación.
La Argentina, desde hace tiempo, comenzó a transitar un largo camino para desembocar en octubre de 2015 donde se elegirá un nuevo presidente de la Nación. Y de cara a ese nuevo proceso electoral los sondeos coinciden en que el actual gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, cuenta a su favor con un número alto del electorado que avala su candidatura.
Por estos días, queda por definirse si Daniel Scioli finalmente contará con el apoyo de Cristina Fernández de Kirchner. En una cena con intendentes del conurbano bonaerense, Máximo Kirchner dijo que “Daniel Scioli será el candidato del oficialismo”, aunque muchos analistas aseguran que el gobernador será controlado por “La Cámpora”.
En la búsqueda de conseguir una importante cantidad de votos, Daniel Scioli, luego de muchos años de desencuentros con productores y dirigentes, salió a buscar el voto del campo. Para eso colocó al frente del Ministerio de Asuntos Agrarios, a Alejandro “Topo” Rodríguez, un ministro que rápidamente se diferenció del proceder de los funcionarios nacionales: restableció el diálogo con los productores de la mesa agropecuaria bonaerense, pidió baja de retenciones al trigo y previsibilidad para el campo, reconociéndolo vital para el crecimiento económico de un país.
Su proceder, sus opiniones, y sus reclamos, generaron que dirigentes kirchneristas, como el diputado Carlos Kunkel, no solo salieran a criticarlo duramente, sino también pidieran su renuncia.
El “Topo”, accedió a una charla con Horizonte A y habló de todo.

“Tenemos como objetivo producir el doble de trigo, sin resentir el ingreso por retenciones” Alejandro “TOPO” Rodriguez
¿Cómo llegó al gobierno de la provincia de Buenos Aires?
Fui convocado por el gobernador en el año 2009 y por Alberto Perez para acompañar a Eduardo Camaño en el Ministerio de Gobierno, en la Subsecretaria de Gobierno, un área eminentemente política que lleva la relación del gobierno provincial con los municipios.
¿Y cuál era la función específica?
La relación política e institucional con los municipios, o sea llevar la agenda política e institucional con los intendentes. La experiencia que pudimos adquirir allí fue fundamental para fortalecer lazos con intendentes de todo el arco político, especialmente con el interior de la provincia de Buenos Aires.
¿Y cómo se produce su desembarco en el Ministerio de Asuntos Agrarios?
Luego de la Subsecretaria de Gobierno, fui convocado por el Jefe de Gabinete, Alberto Perez, para hacerme cargo de la Secretaria de Coordinación Gubernamental que llevaba adelante las relaciones entre la jefatura de gabinete y los distintos ministerios. En ese cargo participaba con el ex Ministro de la producción, Gustavo Arrieta, de las reuniones y las actividades de la Mesa agropecuaria provincial en representación de la jefatura de gabinete.
En Diciembre de 2013, Gustavo Arrieta planteó la necesidad de volver a su cargo de Intendente de la ciudad de Cañuelas y en ese marco, el Gobernador y el jefe de gabinete nos plantearon que habían pensado en nuestro equipo para que nos hiciéramos cargo del ministerio de Asuntos Agrarios, cosa que aceptamos como desafío de trabajo.
¿Cuáles fueron las pautas de parte de su equipo?
Fueron dos o tres consignas muy claras. La primera fue profundizar el diálogo con el sector agropecuario de la provincia de Buenos Aires, extendiéndolo no solo a la Mesa sino a todo el territorio provincial para empezar a reactivar mesas productivas en particular. Reflotamos la mesa lechera, la forestal, volvimos a poner en pie la comisión provincial de sanidad animal y creamos la mesa de producciones intensivas de la provincia. La otra prioridad que nos planteamos fue interactuar con otras provincias, especialmente con las de nuestra región productiva, como Córdoba y Santa Fe con quienes se firmaron convenios de cooperación.
¿Con qué ministerio se encontró, dónde los productores le reclamaban a Gustavo Arrieta más diálogo y mayor gestión?
Yo participé durante un año en la gestión de Gustavo Arrieta en la Mesa Productiva Provincial y me consta que ese diálogo existía, no me lo contó nadie. El ministerio es pequeño con gran capacidad ejecutiva, así que me encontré con una cartera ordenada con buena calidad profesional. Es cierto que no todos los tiempos son iguales, creo que a mí me tocó uno más exigente. Ha sido un año duro en materia climática, venimos de veranos con sequías e incendios y pasamos a inviernos con excesos hídricos que han generado situaciones complejas e inicio de primavera muy intenso en materia de lluvia.
¿Cómo se resolvieron las situaciones de emergencias?
Por primera vez el gobernador está al día con los decretos de emergencia agropecuaria siendo uno de los peores años de exigencia en materia climática.
Durante el conflicto de la 125 hubo un claro enfrentamiento entre los productores y el gobernador Scioli, concretamente con la mesa de enlace. Hoy ¿cómo definiría esa relación?
Me acuerdo que hubo situaciones muy tensas en esa época, llegando hasta agresiones físicas. Pasaron pocos años y fui testigo de una foto en Expoagro, en marzo de este año, donde la Mesa de Enlace Nacional con el gobernador de la provincia Santa Fe, el de Buenos Aires, Daniel Scioli, técnicos, empresarios y productores se reunieron en una jornada donde se suscribió un acuerdo conjunto entre todos los sectores. Hay algo que tiene que quedar bien claro, en la provincia de Buenos Aires, no hay conflicto con el campo.
¿Por qué cree que esto no se extiende al resto de las provincias?
No creo que yo le pueda dar consejos a otras provincias de cómo se maneja la política agropecuaria, pero estoy convencido que el que no entienda que la política se hace con diálogo, no entendió nada. Para nosotros es una filosofía de trabajo y también una imperiosa necesidad, somos una provincia que tiene 30 millones de hectáreas de las cuales el 90% son cultivables. Hay 111 municipios netamente agropecuarios y de los municipios del conurbano la mitad tienen alguna actividad agropecuaria. De modo que la provincia de Buenos Aires es además de industrial, netamente agropecuaria. ¿Cómo imaginar que se pueden implementar políticas agropecuarias sin diálogo?
De cara al futuro y sin focalizar en un pasado conflictivo.
Estoy convencido que lo de la 125 es un recuerdo que obviamente, será de tratamiento e interés de quienes se dedican a los hechos históricos, pero lo que no puede hacer ni la dirigencia agropecuaria, ni la dirigencia política es quedarse enganchados en temas del pasado, porque la realidad de hoy y las oportunidades del futuro nos obligan a dar vuelta la página en lo que respecta al campo y a la dirigencia política. Por eso no hay que esperar que haya un recambio institucional en 2015 para sentarse a hablar. Mañana los dirigentes agropecuarios y los dirigentes políticos a nivel nacional deberían sentarse a resolver temas fundamentales para la producción, siempre mirando para adelante.
Pero quedó mucho resentimiento en ambas partes como consecuencia del conflicto.
Es probable, lo que yo digo es que no justifica la realidad Argentina de hoy y especialmente las oportunidades que tenemos a futuro, seguir con posiciones cristalizadas. Las comunidades se construyen sobre el respeto de las diferencias y en ese sentido quedará como punto de lo que ha sido el fenómeno. Pero en política agropecuaria no hay ninguna traba objetiva que derive de la 125.
Usted dice eso pero, se diferenció del ministerio de la Nación haciendo todo lo contrario de lo que hace Carlos Casamiquela. Usted se reúne con los productores y en Nación hace años que no le dan una audiencia a la Mesa de Enlace Nacional. ¿Cómo es entonces su relación con la cartera nacional?
Nunca hemos tenido como objetivo diferenciarnos de nadie. Nosotros tenemos una responsabilidad y en nuestro caso el objetivo es la prioridad de la producción de la provincia de Buenos Aires. Cuando uno evalúa que en los últimos 10 o 12 años la provincia venía produciendo 8 millones de toneladas de trigo y que en los últimos 2 años producimos la mitad. Hemos dado cuenta de esto y financiamos producción de trigo con la tarjeta del Banco Provincia e incluimos el combustible, y en los aspectos en los cuales no podíamos decidir planteamos alternativas.
¿Cuáles fueron esas alternativas?
Reducir las retenciones al trigo del 23 al 13% y agilizar el sistema de exportaciones, sabiendo que si ese sistema de exportaciones conspira contra la producción y el bienestar general, hay que eliminarlos. Tenemos como objetivo producir el doble de trigo, sin resentir el ingreso por retenciones. Sobre la base de esas realidades también fuimos atendiendo asistencias para pequeños tamberos.
Si hiciéramos un ejercicio de imaginación y se encuentra sentado hoy en el Sillón de Casamiquela ¿qué medidas tomaría para beneficiar a la política agropecuaria?
En primer lugar, no me veo sentado en ningún sillón después de 2015, ya que mi tarea tiene una fecha de finalización y creo que hay hombres y mujeres más capacitados para ocupar ese desafío. Mi compromiso con Daniel Scioli no pasa por ningún cargo, sino por un proyecto político.
Pero sin eludir la pregunta deberíamos avanzar en tres o cuatro aspectos. Hay que implementar una política que promueva la producción de trigo en la argentina con un costo 0. Bajar las retenciones al 13%. El ejemplo del Banco Provincia con el financiamiento al trigo debe seguirlo toda la banca, tanto pública como privada. Hay que agilizar el sistema de exportaciones y si no sirve, eliminarlo y que no impacte en los productos básicos de consumo de la gente, eso está comprobado, ya que el precio del grano de trigo incide solo en un 10% en el precio del pan.
Se debe lograr un encuentro donde se promueva al sector en términos productivos
Si, por supuesto, por eso en segundo lugar hay que consolidar un gran Pacto Agropecuario Nacional en una mesa donde estén representados todos. Este pacto tiene que incluir a las Universidades, a las empresas- sobre todo a las de servicios públicos que tienen la responsabilidad de invertir- a los representantes de los trabajadores rurales, a las entidades de productores, a los núcleos de excelencia de pensamiento e investigación, a los gobiernos tanto nacional como provincial y a los municipios.
¿Esta idea es suya o es una propuesta de Scioli para las próximas elecciones?
No, esta es una idea mía, el gobernador Scioli está analizando propuestas para todos los sectores, aunque sé que la industria agroalimentaria forma parte de las tres o cuatro prioridades de su visión de la Argentina. Cree además que la Argentina debe realizar una eficiente exportación minera en un marco de sustentabilidad ambiental y en la potencialidad que tiene el sector agroalimentario para el desarrollo del país.
Por último, ¿cómo van recordar su paso por el ministerio?
Creo que mi paso, será intrascendente…