Trabajo en equipo para el manejo de esta enfermedad
– Dr. Roberto Luís De Rossi, Docente Investigador de Fitopatología UCC (Universidad Católica de Córdoba)
– Ing. Agr. Fernando Guerra, Gerente Desarrollo de Producto KWS
– Ing. Agr. Hugo Ghio, Productor Est. “Los Chañaritos” – Pionero/Fundador AAPRESID
Por: Diego Peydro – Director de AgroTV
En las últimas dos campañas se detectaron en zona núcleo rebrotes de una enfermedad muy agresiva que afecta el rendimiento del cultivo de maíz, el Carbón de la Panoja. Una patología que había casi desaparecido de los sistemas de producción, pero luego de casi 80 años vuelve a preocupar a productores y especialistas. Desde Córdoba, Roberto De Rossi, Fernando Guerra y Hugo Guío nos comparten el panorama.
Ante un panorama que preocupa, ¿Cómo debe ser su manejo y la estrategia para evitar su dispersión?
De Rossi: hace 4 años empezamos a encontrar los primeros focos, hicimos trabajos de diagnóstico, y a partir de ahí – era una zona de unos 50 – 80 km alrededor del foco cero – ya en esta tercera campaña estamos teniendo presencia de este patógeno por lo menos en cinco provincias.
Nos está preocupando el Carbón de la Panoja del Maíz causado por el hongo sporisorium reilianum.
Hace 80 años que no se veían registros de esta enfermedad
De Rossi: Si, estuvo presente alguna vez, las citas en las cuales lo encontramos son de 1935 a 1940. Luego, en la campaña 2021 lo volvimos a encontrar en los lotes de Argentina, nadie lo había encontrado ni lo habíamos visto de la de la manera que se está presentando.
Según los estudios que vienen haciendo en las últimas dos campañas. ¿Cómo es el ciclo del Carbón de la Panoja?
De Rossi – Es una enfermedad distinta, que se considera de suelo, el hongo tiene unas Teliosporas, que son unas estructuras negras en las cuales sobrevive en la etapa desfavorable y quedan en el suelo por 5 o 7 años, mucho tiempo! cuando implantamos el cultivo, en esas dos o tres semanas que puede estar tratando de emerger, principalmente en maíces de fechas de siembras tempranas, pueden infectarse de este patógeno, por hipocótilo o por radícula cuando esté emergiendo, es un periodo de infección muy corto pero muy importante.
Este patógeno lo que hace es posicionarse en el meristema apical de la planta, viene creciendo con ella y hace que la planta evolucione de forma distinta, entonces nos vamos a encontrar con plantas más chicas, deformadas entre nudos más cortos, en lugar de una espiga o dos típica del maíz, puede haber varias más pero todas deformadas consumidas por el carbon.
“Para nosotros el trabajo en esta enfermedad fue interesante porque pudimos activar rápidamente toda la Red de maíz”
Guerra, Gerente Desarrollo de Producto KWS
O sea, la espiga tiene cero rendimiento y además es una bomba de contagio que queda en el lote durante años?
De Rossi – Tal cual, la espiga es improductiva. Entonces ahí es donde tenemos que ver y hacer foco, porque podemos tener distintos tipos de síntomas: panojas todas oscuras por esa teliosporas, la planta de enana, achaparrada con los entrenudos cortos, pero lo más importante es que la espiga quede improductiva, completamente toda consumida.
¿Cuáles son los manejos y estrategias para prevenir su proliferación en la cosecha del cultivo de maíz?
De Rossi – La solución es un manejo integrado. En términos de tratamientos de semilla lamentablemente hoy en día no tenemos tratamientos registrados que lo puedan controlar, pero sí ya estamos trabajando en el desarrollo de moléculas que tienen el control en otros países y que debemos registrarlas acá en Argentina.
Una de las cosas fundamentales es ir detectando los primeros focos, hacer un diagnóstico es parte del manejo porque hasta ahora no la conocemos, hay poca información y poca gente que pueda diferenciar entre los dos carbones. Diferenciarlo y empezar a notarlo, ver qué híbridos tienen más y cuáles menos, por otro lado si empezamos a encontrar el lote, tratar de tomar precauciones, se debería sacar la planta o por lo menos no dejar que se diseminen esas teliosporas que quedan mucho tiempo en suelo.
Es poco probable de hacerlo en los niveles productivos que tenemos en Argentina y por las extensiones, pero sí tenemos que tratar de cosechar como última opción un lote afectado para no distribuirlo en la zona y lógicamente limpiar la cosechadora lo mejor posible antes de llevarla a otro lado.
De Rossi y Guerra hacen foco en la importancia de la selección genética del híbrido y el tratamiento de la semilla en lotes que fueron afectados por la enfermedad.
De Rossi -Debemos buscar híbridos que tengan mejor comportamiento para que cuando vuelvas a un lote afectado, estés seguro que estás poniendo un material que puede zafar de ese problema o ya tener incorporado un tratamiento de semilla que te puede ayudar a no tener el problema desde el inicio.
Guerra – Nosotros debemos responder con genética. Comenzamos a desarrollar todo nuestro programa genético, filtrando aquellos híbridos que pueden tener una mejor solución y a su vez tenemos el compromiso de generar información para poder trabajar con criterio cada una de las enfermedades.
“La problemática del Carbón apareció hace más o menos cuatro campañas, pero lo vimos como algo importante en la campaña pasada”
Ghío, Pionero/Fundador AAPRESID
El maíz lo que tiene como oportunidad es un triángulo virtuoso, donde el productor pone su energía, su plata y su riesgo en una empresa para que le dé un mejor germoplasma; nosotros tomamos eso pero necesitamos otros actores, a las facultades, al INTA, necesitamos el compromiso de toda la cadena para que eso crezca, entonces en esto estamos trabajando con un grupo de referentes y con otras empresas porque no es solo la genética sino también son los curasemillas, el momento de siembra, entender cómo trabaja la sembradora o la cosechadora, etc.
El Carbón de la Panoja es una enfermedad muy agresiva que entra por semilla y recién se visualiza durante la floración del cultivo afectando directamente el rendimiento. El reconocido productor cordobés y uno de los ilustres fundadores de Aapresid, Hugo Guío, comparte su problemática.
Guío – Estamos en Corral de Bustos, provincia de Córdoba, lindando con la provincia de Santa Fe dentro de lo que se considera la Pampa Húmeda. Desde el año 96 hacemos una rotación que es 50% maíz 50% trigo-soja, 27 años la rotación es 50 y 50.
La problemática del Carbón apareció hace más o menos cuatro campañas, pero lo vimos como algo importante en la campaña pasada. Impacta la producción, pero aparentemente el problema se genera ya desde los comienzos de desarrollo del cultivo, desde el crecimiento, pero uno no toma conciencia hasta que lo ve.
Guerra -La enfermedad para nosotros fue un gran problema porque estaba en una zona no sanitaria, estaba en una zona de potencial, y el impacto que tenemos por los síntomas que produce y cómo hace que directamente una planta no sea productiva para hacer materia prima sino que pasa a ser directamente una semillera del hongo por decirlo de alguna forma, fue impactante e hizo que hiciéramos un trabajo muy fino de empezar a buscar lotes positivos, siembras que fueran predisponentes, empezar a sumar información y básicamente filtrar, empezar a sacar todo aquello que puede tener riesgo y estudiar cuál es el riesgo real de nuestros genotipos, qué es lo que podemos nosotros recomendar para bajar el inóculo a trabajar y a su vez también ver cómo está el portfolio, no solo para la campaña que viene sino para las futuras.
“Una de las cosas fundamentales es ir detectando los primeros focos, hacer un diagnóstico es parte del manejo”
De Rossi, Docente Investigador de Fitopatología UCC
¿Cómo tienen diseñado el filtro del programa de mejoramiento y selección de KWS con la aparición de esta enfermedad?
Guerra – El filtro que nosotros hacemos por el peligro que presenta esta enfermedad es altísimo, para nosotros los genotipos que presentan carbón a partir de ahora empiezan a sacarse dentro del portfolio. Obviamente entendemos que hay una situación actual de híbridos, no solo de nuestra compañía sino de otras que pueden tener una susceptibilidad, afortunadamente los nuestros tienen una muy baja o casi nula, pero todo lo que venimos viendo a nivel de selección si lo presenta, sale. No tenemos margen porque somos responsables de producir el inóculo, que es la diferencia que tiene esta enfermedad con respecto a las otras.
Estamos en este momento en Córdoba, o sea, no hay que hacer foco solamente en el norte del país sino a nivel nacional. ¿Se viene corriendo la zona endémica?
Guerra – En un principio trabajamos en la zona cero o en la zona núcleo, que fue donde lo tuvimos, pero hicimos trabajos de divulgación, un DAR donde presentamos la enfermedad, aunque nadie pensaba que podía explotar. Ese DAR tuvo influencia en zona núcleo, zona litoral y hoy estamos tomando esos reportes.
Tenemos el trabajo no solo de la respuesta de la genética sino de alertar al productor que esto puede pasar, que le puede pasar a cualquiera, que tiene que ver con manejos, que es biológico. Entonces tenemos esta responsabilidad de tomar el reclamo y empezar a brindar una solución.
Guío – El problema lo vimos, como participan en los ensayos distintas compañías de semillas, todas tomaron contacto, todas lo vieron. Vino gente del INTA, de la facultad, fitopatólogos y todos están siguiéndolo para tratar de encontrar un camino de mejora y solución del problema. Se está tomando conciencia de que es un problema que va creciendo y que hay que abordarlo entre todos juntos.
Fernando Guerra describe cómo trabajan en el programa de mejoramiento y selección para todo el país, anticipándose a enfermedades que impactan fuertemente en el rendimiento.
Guerra -Para nosotros el trabajo en esta enfermedad fue interesante porque pudimos activar rápidamente toda la Red de maíz. Y acá nos involucramos todos en generar conocimiento, eso nos puso a trabajar con los referentes, abriendo nuestras puertas, presentando los híbridos, presentando la Red completa de ensayos que tenemos, empezando a detectar y también preguntándole a los investigadores en qué más podrían trabajar o qué otra información podían generar, sea fecha de siembra, manejo químico, prevención.
Todas las aristas se levantaron demasiado rápido, por eso pensándolo puertas adentro con los fitopatólogos, fue una enfermedad modelo en cuanto a la velocidad de reacción – hablamos de tres campañas desde la primer detección y estamos empezando a mostrar tres campañas después diferencias genéticas – cuando uno lo piensa en el tiempo de una enfermedad la verdad es que todo el sistema reaccionó afortunadamente muy rápido y más allá de que la situación hoy parezca extremadamente peligrosa y muy agresiva, no se puede minimizar pero sí se puede agradecer que se está generando mucha información.
Cómo trabajan también para controlar espiroplasma, de gran incidencia y aparición esta campaña?
De Rossi – Ya lo veníamos viendo en campañas anteriores, el problema del achaparramiento, espiroplasmas o complejo corn stunt, es una cosa que hay que tenerla en cuenta porque es una enfermedad muy compleja que sabemos que está creciendo en algunas zonas, principalmente en esta campaña, que venimos de un invierno muy benigno, que hay más presión del vector de esta enfermedad que es una chicharrita llamada Dalbulus maidis, que está en una sobrepoblación comparado con otros años.
El control es mucho más complicado, porque tenemos reinfecciones que pueden ser en distintos momentos si lo comparamos con el Carbón de la Panoja que es en un momento específico.
Nos tenemos que basar sin lugar a duda en el mejoramiento genético que están haciendo los semilleros para no tener problemas con este complejo.
Guerra – Nuestra estrategia de manejo ligado a los referentes, pensando al maíz como una Red más allá de la cadena productiva nos permitió trabajar estos temas tanto en diferentes Congresos de fitopatología, como en Aapresid y la verdad que es interesante ver cómo el productor hoy entiende que puede haber problemas, que tiene que trabajarlos, que tiene que fomentar a la investigación, lo mismo que las empresas y no solamente horrorizarse y señalar, culpar o sustituir, sino entender que las situaciones se van dando, que los cambios de años y cambios de clima permiten que este sistema dinámico a cielo abierto vaya cambiando.
Los cambios en la dinámica de enfermedades, la reaparición del Carbón de la Panoja y el crecimiento de espiroplasmas en maíz pone en alerta al sector productivo.
De Rossi -Justamente la dinámica de enfermedades va cambiando, tener tantas fechas de siembras distintas en el país, la gran adopción de las fechas de siembras tardía, hace que tengamos dinámicas poblacionales totalmente distintas que van variando año a año.
Guerra – La estrategia futura es seguir posicionando híbridos que tengan la mejor resistencia, empezar a ayudar con las rotaciones no solo de los cultivos sino también de los híbridos, porque muchas veces no podemos entrar en un sistema de solo soja, sino que tenemos que seguir ofreciendo maíz, y ese maíz tiene que estar sano.
Si bien consideramos que nuestra genética está muy bien en esta situación, hay que trabajar con la protección de la semilla, que es algo que debemos hacer ligado a otras empresas, con el compromiso de generar más información.
¡Gracias!