Por Sebastian Salvaro, Co-Founder y Director de AZ Group
El USDA muestra como en Estados Unidos, tanto de maíz como de soja los stocks de cierre de campaña son ajustados, lo que los expone a un desafío de alto impacto.
El año 2020 se vio inmerso en una gran complejidad, producto entre otros factores, de la pandemia, de la cual todos estamos cansados o resignados, y sobre todo aprendiendo que esto será así por un tiempo más. De todas formas, podemos dividir ese año en dos, el primero por una situación de incertidumbre grande respecto a lo que podría pasar con el nivel comercial, ya que en marzo se paró todo a cero. La segunda parte del año se caracterizó por ver cómo el mundo caía al -3,3% de PBI, promedio según datos del FMI – Fondo Monetario Internacional – pero aparecieron dos variables que han sido las que ponen potencia en los mercados en cuestión.
Lo primero, en EEUU se había sembrado 33,9 mill. de ha. de soja y en maíz 37,2 mill. de ha. en el ciclo 2020/21. Como se ve en el siguiente gráfico, se esperaba por supuesto una muy buena campaña, con un recupero sustancial de stocks en los dos cultivos. Luego de esto, el clima hizo lo suyo y el objetivo planificado no se pudo lograr, los niveles de producción no fueron los esperados. Lo segundo, es que China, además de ser el único país del mundo que creció, notó que debía demandar granos y otros productos del mundo por dos temas concretos, el primero para asegurar alimentos “seguridad alimentaria” y tiene que ver con la demanda de stocks, y el segundo para abastecer el flujo de su propio crecimiento. Lo que faltaba definir es si realmente el famoso conflicto comercial entre ambos países podría bajar la tensión o seguir, y lo que se vio es que además de bajar la tensión, China le compró los volúmenes comprometidos pero sobre todo a una velocidad nunca antes vista.
Como la película seguía, una vez que EEUU se vio ajustado en todo lo referente a Oferta y Demanda de estos países, el mercado comenzó a seguir de cerca lo que podría llegar a pasar en Brasil y Argentina. Los dos países están en este momento luchando por tener una buena cosecha, pero ambos han tenido una volatilidad climática alta. En este caso por el lado de la oferta y en el cortísimo plazo está en manos de Sudamérica.
Poniendo foco en la campaña 2021-2022
¿Dónde empieza la oferta? ¿Puede EEUU ser quién soluciona los problemas de oferta de Maíz y Soja? ¿Tiene la capacidad de hacerlo?
Respondiendo a estas preguntas es que hay que prestarle especial atención en dónde EEUU podría sumar hectáreas. Aquí hay varios escenarios para analizar, pero uno con gran incertidumbre.
Una de las alternativas podría ser sembrar más Soja y Maíz, respecto de otros cultivos, pero lamentablemente los otros cultivos tienen la particularidad de que no les sobra nada y necesitan ser sembrados y producidos (trigo, algodón, maní y sorgo) Entonces aquí es donde se presenta la pulseada de cuál de todos ellos va a ganar la carrera de precios.
Nada es lineal y aquí aparece el tema que vamos a plantear y dejar abierto para los próximos meses, y es el famoso tema de hectáreas de reserva que EEUU está dispuesto a subsidiar. No es ni más ni menos el área que los productores declaran que van a tener pasturas perennes por un determinado tiempo y que por supuesto no la van a modificar de corto plazo si los precios de los commodities cambian, como es en la actualidad. Pero como son pragmáticos, está la puerta abierta para que aquellos productores americanos que estén dispuestos a pasar estas hectáreas a cultivos como Soja y Maíz, tendrán que pagar una multa, y esa multa la van a pagar siempre y cuando la ecuación de costos les cierre y sobre todo los ingresos lo justifiquen. Además, el mercado también tiene claro que esas potenciales hectáreas no son de las mejores en términos de calidad y por ende no es lineal que por cada hectárea agregada podría tener, por ejemplo, 18 tn/ha de Maíz.
Para finalizar esta nota, si todos nos imaginamos que la demanda será lo que venimos viendo por los próximos meses, el mercado de granos necesariamente va a encontrar la solución al problema con precios sostenidos en lo que queda de la campaña 20-21 pero sobre todo pensando en la campaña 21-22.