Por: Pablo Lafuente de Volder
Fuente de datos: Ing. Pablo Adreani. Consultora Agripack
Hace tiempo en un remoto lugar del mundo caracterizado por la inestabilidad económica y política, la producción de soja fue cambiando el paisaje.
Mares verdes en plena pampa húmeda, miles de productores agropecuarios abocados a la noble tarea de generar riqueza genuina para nuestra patria, riqueza que genera desarrollo tecnológico, riqueza que llena las universidades e institutos de investigación, riqueza que llena de camiones las rutas, riqueza que activa puertos, bancos, mercados inmobiliarios, producción de combustible, insumos, seguros, etc.
Amo la soja. ¿Cómo hacer para resistirse a un cultivo que puede ser sustentable y generar al mismo tiempo ingresos fabulosos a los integrantes de la cadena y a las arcas del estado? Este año el Estado nacional recibirá solamente por el rubro “retenciones” alrededor de 7.600 millones de dólares, y el año próximo otro tanto y el otro y el otro…esta avalancha de divisas genuinas comenzó hace casi diez años y creo que explica muchos indicadores de la actividad económica actual.
1.648 millones de dólares ingresarán este año al fisco a través de las retenciones a las exportaciones de porotos, las exportaciones de aceite sumarán 1.859 millones y las de harina aportarán al tesoro 4.096 millones más. Impresionante, no? Pero nada nuevo bajo el sol, tal como el tío rico que nos visitaba para nuestro cumpleaños, la soja argentina es capaz de apuntalar todo tipo de plan económico, y de enmascarar errores de gestión, falta de políticas públicas y filtraciones por corrupción.
La soja (también llamada “Yuyo” o “Yuyito”) genera proteína vegetal transformando el nitrógeno que toma del aire.
En estas calurosas tardes de enero se me ocurrió jugar con una hipótesis y voy a tratar de plantearla en estas líneas. Imaginemos que toda la producción global de soja se destina exclusivamente a proveer proteína vegetal a los seres humanos del mundo. Paso a desarrollar la teoría:
En el planeta habitamos hoy cerca de 7.000 millones de personas. Caprichosamente considero que el peso del humano promedio es de 50 kgs (tomando en cuenta bebes, niños y adultos).Según “Hasler CM. Position of the American Dietetic Association: Functional foods. J Am Diet Assoc. 2004;104(5): 814-26” una persona necesita ingerir al día 1 gr de proteína vegetal por kg de peso para satisfacer sus requerimientos proteicos.
Ahora bien, 7.000 millones de personas con un peso promedio de 50kgs dan como resultado que la masa de carne humana que hay en el mundo es de 350 mil millones de kgs que necesitan la escalofriante cantidad de 350.000 toneladas para cubrir el requerimiento de proteínas por día
Al término de un año necesitaremos entonces 127 millones de toneladas de proteína vegetal para que la humanidad subsista.
Y la soja?????
ANTENCIÓNNNNNN ahí va la teoría que me va a dejar expuesto ante todos ustedes, espero que la tomen con pinzas ya que el calor de enero me está cocinando las neuronas y creo que tengo una sinapsis cada veinte minutos no más.
La soja compañeros, genera proteína vegetal. Cuánta? Alrededor del 40% del peso de su grano.
La producción anual de grano de soja del planeta es de 282 millones de toneladas, lo que nos arroja una cantidad de proteína sojera de 113 millones de toneladas. Este número representa casi el 90% del requerimiento proteico de la humanidad, año tras año y de una manera muchísimo más sustentable que lo que muchas personas creen (mención aparte a algunas famosas ONG´s que agitan banderas antisoja sin conocimiento del tema y menos aún sin la menor preocupación por el hambre en el mundo, puro marketing, bahh).
La soja, entonces, de acuerdo a mi loca teoría, genera casi la totalidad de la proteína que necesita toda la especie.
Bueno muchachos, todo muy lindo pero los dejo porque vivo en Argentina y me voy a comprar dólares!!!!!