Evidentemente el año 2013 empieza complicado, como la mayoría veíamos que iba a comenzar. No por la situación económica internacional, que de hecho estará mejor. La región latinoamericana, sobretodo Brasil, tendrá un crecimiento mayor al 2012 y en general China e India también, por lo tanto el mundo estará creciendo mejor, pero Argentina, que tiene su propio mundo y vive su propia historia, va a tener un año más complicado.
El campo estará dándose cuenta de su propio poder y el gobierno también, por eso que las tensiones con el campo de acá a mayo serán cada vez más fuertes. La posibilidad de suspender la venta de soja a partir de abril por parte de los productores, originará como contrapartida, que el gobierno piense la posibilidad de limitar y prohibir la venta de silobolsa, de modo de forzar la venta de soja de la mayoría de los productores, y esto va a generar un escenario de conflicto muy grande.
Por lo tanto creo que el año hay que evaluarlo como un año en que la agricultura pampeana no va a ser malo pero será altamente conflictivo. La estructura económica no va a ser mala, habrá una cosecha de 50 millones de toneladas, con precios internacionales por arriba de U$500 la tonelada de soja, un record en cosecha de maíz y con buenos precios, un trigo malo pero con buenos precios y el resto de la agricultura complicada. Pero la política estará mandando hoy por hoy y hará que el campo en general no tenga un buen año.
La próxima campaña de trigo va a estar inmersa y será el resultado de los conflictos que tenga el sector agropecuario con el Estado argentino, por lo tanto no soy optimista al respecto.
Creo que el 2013 se convertirá en un año en el cual la situación internacional daría para que Argentina tenga otro salto, como Brasil, que tendrá en esta campaña su mayor cosecha en la historia, superando los 180 millones de toneladas.
En el 2013 mandará más la política más que la economía, y eso para el campo no es bueno.