Por: Ing. Agr. Ignacio Eguren, CEO y fundador de AgroPro.
Mientras seguimos cosechando soja y maíz, se aproxima la siembra del trigo y con ella las esperanzas renovadas para una nueva campaña.
Si aún no definiste la superficie a sembrar de este cereal, a continuación, te comparto aspectos a tener en cuenta que pueden ayudarte a hacerlo. Algunos dan ganas de sembrar mucho y otros no tanto.
Los que dan ganas:
- Precio: realmente es muy bueno. Diciembre está aproximadamente un 50% más arriba que el año pasado a esta fecha.
- Humedad: en la mayoría de las zonas los perfiles están más cargados y las napas más altas que el año pasado para esta época. Sobre todo en el sudeste.
- Diversificación: poner los huevos en distintas canastas siempre es bueno. Periodos críticos en distintas fechas y precios de diferentes granos, contribuyen a un negocio más estable.
- Buenas prácticas: hacer trigo siempre es una buena noticia para los lotes. La cobertura que se genera, las raíces, la dinámica de las malezas y la rotación de principios activos, entre otros cambios, favorecen al sistema.
- Financiamiento: tener ingresos en diciembre/enero para la mayoría de los productores es una bocanada de aire fresco, sobre todo para los que alquilan.
- Margen bruto: si las cosas salen bien, la suma del margen bruto del trigo y de la soja de segunda (o del maíz de segunda) proyecta ser un número muy interesante para la mayoría de las zonas.
Los que hacen dudar:
- Fertilizantes: los precios del fósforo y del nitrógeno están por las nubes; al doble o más que el año pasado. Y las relaciones nitrógeno/trigo y fósforo/trigo están más altas que nunca.
- Mercado intervenido: una vez cubierto el cupo de exportación, algo que viene avanzando muy rápido, el valor del trigo quedará sujeto a las negociaciones locales entre los molinos y los productores. Algo que normalmente no suele favorecer a estos últimos.
- Humedad para el cultivo de segunda: no llegar con humedad al momento de la siembra o con el perfil descargado es un riesgo siempre latente en la mayoría de las zonas. Lo cual, muchas veces hace pensar si éstas pueden soportar regularmente dos cultivos en una misma campaña.
- Heladas tempranas: es otro de los riesgos que afectan a los cultivos de segunda. Y que al igual que el punto anterior, tenemos muy presente por lo sucedido esta campaña.
- Campos alquilados: muchos de los beneficios productivos que aporta el cultivo se verán reflejados en la próxima campaña. Beneficios que quien siembra el trigo quizás no pueda aprovechar si tiene contratos de alquiler a un solo año.
En algunos casos la alta inversión, la volatilidad de precios y los riesgos productivos, podrán inclinar la balanza hacia una reducción del área sembrada con respecto a la campaña anterior. En otros, los precios del grano, las buenas prácticas, las condiciones ambientales y el optimismo del productor, podrán motivar a que se siembre igual o más que el año pasado.
Cualquiera sea tu caso, pienso que será bueno que dediques tiempo de calidad para pensar bien en detalle cada uno de estos aspectos y algunos otros que seguramente no he tenido en cuenta.
Creo que analizarlo de esta manera te ayudará a definir mejor qué superficie sembrar.
Luego, durante el transcurso de la campaña y sobre todo al finalizar la misma, podrás concluir que tan buena resultó esa decisión y seguir aprendiendo a partir de ello.
Por qué de eso se trata, no? De aprender constantemente para lograr que este negocio y esta hermosa forma de vida sean sostenibles en el tiempo.