Las declaraciones del presidente de la U.I.A generaron ciertas polémicas diciendo que finalmente se necesita un ministro de economía y también la reacción de buena parte del gabinete, no solamente del propio ministro que se sintió ofendido, sino del gabinete económico diciendo que en realidad lo que está buscando la unión industrial es un ministro de economía fuerte como Cavallo o Martinez de Hoz.
Cuando la economía pierde sentido común estamos complicados y lo cierto es que no hay ministro de economía, y sin ofender a Lorenzino repito que no lo hay. Difícilmente alguien se imagine a Lorenzino dándole instrucciones a Moreno y que Moreno las cumpla, o bien Moreno dándole instrucciones a Etchegaray y que éste las cumpla, o Etchegaray dándoselas a Kicillof y que él las cumpla. Es evidente que lo que vemos nosotros es que este es un grupo de 4 personas no coordinadas, que no se llevan bien entre ellas, conduciendo la economía de manera desordenada y poco coherente.
Cuando uno está en un barco y el mar está tranquilo, no importa mucho quien es el capitán, los capitanes se ven cuando hay tormenta. La economía argentina está en tormenta, por lo tanto necesitamos un nuevo capitán.
No es tanto la necesidad de cambiar el nombre, si bien es importante porque un nombre genera confianza, pero al menos necesitamos una cabeza, una persona que tenga una visión global de todos los problemas que hay que solucionar.
Solucionar la inflación, el cepo cambiario, la falta de inversión que hay en el país, el problema de las economías regionales, el atraso tarifario, la crisis energética, etc., requiere de una visión integral, no pueden ser soluciones parciales, porque si no se solucionan cosas en un sector y automáticamente generan problemas en otros.
Me parece que hasta octubre vamos a tener mas de lo mismo, pero a partir octubre una de las prioridades será pensar en que necesitamos un ministro de economía. Uno puede preguntarse: que ministro de economía? Y te digo que es mejor tener uno que a un grupo, porque por lo menos con el “uno”, se puede hablar y también hacerse cargo de las cosas que no salen bien. Hoy cuando algo no sale bien, cualquiera de los 4 podría echarle la culpa al otro y eso impide correcciones.
Cuando hay solo un ministro y las cosas no salen bien, o se cambia al ministro o se hacen las correspondientes correcciones.
La economía argentina así no puede seguir funcionando, por lo tanto el desafío que tenemos de acá en adelante es que para corregir esto se necesita un ministro de economía.
Es muy interesante ver como la debilidad del gobierno está haciendo reaccionar a todos los mercados favorablemente, no porque es un gobierno que tiene éxito y entonces la gente festeja que le vaya mal, es porque es un gobierno que está fracasando económicamente y la posibilidad que fracase políticamente puede implicar cambios que la economía argentina necesita.
Entonces no hay verlo como algo malo, hay que verlo como algo bueno. Un gobierno que va a tener que reconocer los problemas que tiene para empezar a solucionarlos.