Las malezas encontraron la forma de sobrevivir y obligarán a invertir más para lograr los mismos rindes. Además, las perspectivas para los próximos años en Argentina incluyen aumento de la densidad poblacional y dispersión, y aparición de nuevos casos de resistencia. Para dar una respuesta efectiva a esta problemática, Syngenta llevó a cabo el Simposio “No Malezas”, con la presencia de especialistas de todo el país y del exterior. Las conclusiones destacan la necesidad de hacer rotaciones de cultivos, volver a conocer la dinámica de las especies y controlar las malezas en sus estadios iniciales y rotando modos de acción de herbicidas.
Para abordar este tema, Syngenta organizó en Buenos Aires su Simposio “No Malezas” ante un auditorio de casi mil productores y técnicos de todo el país.
Como consecuencia de esta nueva realidad agrícola, el Ing. Mauricio Morabito, Director Customer Marketing LAS de Syngenta, se refirió a que hoy el productor deberá gastar un 40% más de lo que antes invertía en el control de malezas. En la Argentina la superficie afectada era del 23% en 2010 y se incrementó al 65% en 2012. El 71% de estas malezas se presenta en barbecho, el 26% en soja y sólo el 1% en maíz y trigo. Dentro de 4 años se espera que el porcentaje de las malezas en soja trepe al 40% si se sigue con este ritmo de monocultivo.
Las malezas van a convivir con el productor, y deberán ser consideradas como un problema de control permanente. Esta nueva situación impactará sobre el sistema de arrendamiento. ¿Cómo deberá manejar la situación quien alquile un lote en octubre (pasada la época de barbecho) y reciba el campo con malezas resistentes adultas instaladas? Preguntas como esta dejan en claro que todos los actores involucrados en la producción deberán cumplir bien con su papel. Tal como lo explicó el Dr. Kaundun Deepak, responsable del Estudio de resistencia en malezas de Syngenta en Inglaterra EE.UU., Una maleza tolerante es aquella que no es controlada a las dosis habituales de uso; en cambio, una maleza Resistente es aquella especie que tiene la capacidad de sobrevivir a dosis que en el pasado era letal. El carácter es heredable. Es importante identificar correctamente qué tipo de maleza es para adoptar la mejor estrategia de manejo.
“En la Argentina deberían usar la rotación de cultivos como táctica de manejo de malezas, tratar de reducir el banco de semillas del suelo, aprovechar la gran cantidad de hectáreas de barbecho, aislar lotes y manejar las malezas en cada lote independientemente de los otros, definir múltiples planes anuales de manejo de malezas, monitorear, explorar. Es muy posible que el próximo nuevo mecanismo de acción ya haya muerto antes de ponerse a disposición del productor”, concluyó.
Control temprano y rotación de modos de acción:
Las malezas deben ser controladas cuando son pequeñas porque estas plantas tienen menos defensas, además están más en contacto con el suelo y el herbicida. Como planteó el Ing. Juan Carlos Papa(Foto) del INTA Oliveros, el 90% de las malezas son controlables con tratamientos oportunos, alrededor del 10% son realmente tolerantes a glifosato y el 9% son manejables con otros herbicidas. Solo el 1% no tiene por ahora solución química aparente. Se debe prestar especial atención a no dejar avanzar las malezas duras o tolerantes a herbicidas que aparecen en barbecho, adaptadas al no laboreo, y que luego se prolongan sobre el cultivo y se suman a las que nacen prontamente durante la emergencia de ese cultivo. Además es clave rotar modos de acción: la planta que no ha sido sometida a un determinado herbicida es ampliamente susceptible a ese activo. Pero cuidado: si los nuevos herbicidas son usados como fueron usados los viejos herbicidas, se “romperán” rápidamente.
Rama negra y Sorgo de Alepo resistentes:
La rama negra (Conyza bonariensis) se transformó en un problema grave por la falta de monitoreo, el monocultivo de soja y la ausencia de cultivos invernales. Es una maleza adaptada al no laboreo (necesita luz para germinar) y no se debe cometer el error de sembrar sobre plantas de rama negra viva, utilizar su dosis de glifosato o no utilizar otros principios activos o usar tecnología de aplicación inapropiada. Tiene una gran capacidad de respuesta a herbicidas según especie, biotipos, ambientes y tratamientos previos fallidos.
Otro de los problemas que se ven en muchos campos es la alta presencia de Sorgo de Alepo resistente. Para controlarlo es importante asumir una actitud preventiva que comienza con la necesidad de reconocer el problema, evitar que la maleza ingrese al lote a través de equipos, animales o corridas de agua. Recorrer los lotes frecuentemente luego de los tratamientos para reconocer las fallas (matas pequeñas). Si el Sorgo de Alepo ocupó el lote no se debe dejar de aplicar glifosato complementado con herbicidas de diferentes modos de acción, recurrir a los métodos manuales o mecánicos para sacar las plantas. Esta maleza complica mucho al NOA, a tal punto que el Ing. Marcelo de la Vega, de la Universidad Nacional de Tucumán, sostuvo que hay 250.000 hectáreas con sorgo de Alepo resistente en esa región del país.
Estudiar de nuevo las especies:
Raúl Moreno, responsable de Desarrollo de herbicidas de Syngenta agregó que si bien Conyza bonariensis es el problema mayor en el país, también complican Amaranthus, Chloris, Trichloris, Parietaria, Gomphrena, Viola arvensis, Echinochloa colona y Borreria, entre otras. Con respecto a la rama negra, la recomendación es controlarla en barbecho de otoño, en estado de roseta. Hasta los 15 – 20 cm de altura, se puede controlar en forma eficiente con una sola aplicación de los productos recomendados (Glifosato + 2,4D, Glifosato + Spider, Glifosato + Banvel, etc). Pasada esa altura la eficacia pasa a ser de parcial a baja. Para el control de rama negra de mayor desarrollo (incluída la fase de floración) Syngenta recomienda el uso de la estrategia DKD: consiste en la aplicación secuencial de Sulfosato Touchdown en mezcla con 2,4 D ester seguido de una aplicación del herbicida Cerillo a los 10 días (+/- 3) de la primera. Esta estrategia puede ser usada también para controlar flor de Santa Lucía (Commelina erecta) y Senecio (Senecio argentinus).