La nueva tecnología de Syngenta combina tres tratamientos: un antídoto para proteger al sorgo granífero o forrajero de la acción del graminicida que va a ser aplicado; un poderoso fungicida; y un nuevo insecticida. Los resultados indican que su aplicación en sorgo favorece los rindes de manera notorios. Ensayos realizados en el INTA Oliveros muestran rindes de hasta 17.966 kilogramos de forraje por hectárea.
Salto (Provincia de Buenos Aires), 23 de junio de 2015. El acuerdo suscripto con China a mediados del año pasado, abrió al sector agroexportador argentino las puertas al mayor mercado mundial de sorgo forrajero. La oportunidad implica también la incorporación de tecnologías y estrategias de manejo que aseguren más kilos por hectárea y calidad en el producto final.
En ese sentido, el tratamiento de la semilla de sorgo representa un seguro que permite el arranque protegido del cultivo y posibilita la obtención de un stand de plantas adecuado como punto de partida para lograr el máximo potencial. Nada se puede hacer durante el resto del ciclo de cultivo para lograr ese potencial si se comienza con un bajo número de plantas.
Con ese objetivo en el horizonte, Syngenta desarrolló semillas de origen tratadas con tres tecnologías integradas, algo que parece ideal si se considera que el sorgo se destina a zonas marginales, suelos pobres y áreas más secas o ganaderas, donde la protección de la semilla y plántulas en los primeros días resulta clave para que el cultivo prospere.
Los tres tratamientos
El primero de los tratamientos que recibe la semilla es Concept III, un antídoto que protege al sorgo de la fitotoxicidad de graminicidas como Dual Gold o Bicep Pack (una mezcla de Gesaprim 90 y Dual Gold). Se trata de herbicidas que se usan en general para controlar latifoliadas y gramíneas, lo que resulta clave a la hora de evitar la competencia temprana por parte de las malezas que absorben los recursos que necesita el cultivo (luz, agua, nutrientes). A su vez, para controlar las enfermedades se les aplica Maxim XL, que contiene dos fungicidas sistémicos combinados que controla patógenos de semilla, suelo y almacenaje. En tanto, se la trata con Cruiser 60bFS Semillero para hacer frente a insectos de suelo, en especial el gusano blanco (Diloboderus abderus; Dyscinetus gagates; Cyclocephala spp.).
El triple tratamiento profesional es realizado en origen por los semilleros de sorgo, lo que garantiza que la semilla se someta a un tratamiento de aplicaciones de dosis exactas (medidas a través de un control informático) y con los productos uniformemente distribuidos para conseguir una cobertura pareja y la dosis correcta. Sólo así se asegura el arranque y el stand inicial de plantas para que el híbrido de sorgo pueda demostrar todo su potencial a campo.
Ensayos con efecto vigor
En ensayos realizados por el ingeniero agrónomo Juan Trossero en INTA Oliveros (Agencia Totoras, especialistas en evaluación de híbridos de sorgo para silaje), las semillas tratadas con Cruiser FS Semillero y Concept III, arrojaron un 17% más plantas y más vigorosas que los testigos tratados sólo con Concept III (17.966 kg/ha del triple tratamiento frente a 12.853 kg/ha de los testigos).
La semilla tratada con Cruiser 60 FS Semillero no sólo tuvo un buen control de insectos sino que también expresó mucho más vigor. Este es un efecto que produce el insecticida de Syngenta, ya que permite una emergencia más pareja y rápida, por lo que supera las adversidades que le presenta el medioambiente.
Al respecto, integrantes del servicio técnico Seedcare de Syngenta explicaron: “Al utilizar el insecticida Cruiser 60 FS Semillero en el tratamiento de estas semillas, vimos no sólo grandes diferencias en stand de plantas, sino un arranque más parejo y vigoroso que al final del ciclo se transformó en mayor producción de materia seca y más rendimiento”.
Según los especialistas, el efecto de vigor se explica porque la molécula Thiamethoxan contribuye a la biosíntesis de las proteínas específicas de la planta. “Esas proteínas interaccionan con varios mecanismos de defensa de la tensión de la planta, permitiéndoles sobrellevar mejor las condiciones difíciles de crecimiento, tales como sequía, pH bajo, alta salinidad de la tierra, por ejemplo”, añadieron.
La utilización de Cruiser 60 FS Semillero permitió obtener más planas sanas y vigorosas que generaron en una mayor producción de materia seca para forraje como grano.
Costo beneficio
A nivel de costo por hectárea, el nuevo sorgo tratado no presenta un incremento significativo. Según afirma el ingeniero agrónomo Oscar Pemán, titular de Oscar Pemán y Asociados, “el costo adicional de la semilla de sorgo curada con Cruiser 60 FS Semillero, Maxim XL y Concept III, puede incrementar el costo de implantación, lo cual no es representativo cuando se estima la tecnología que trae y los incrementos de rindes que se obtienen”.
Al respecto, el ingeniero Víctor Tobin, director de Tobin Semillas, especialista en sorgo, agregó: “Para lograr la calidad de exportación, es clave obtener un sorgo limpio que cumpla los requerimientos del protocolo de importación que exige China. Por eso es fundamental arrancar con un cultivo limpio y tratar la semilla en origen. El tratamiento con Concept III es fundamental para proteger al sorgo de los graminicidas y que el arranque no tenga competencia de malezas. A partir de los convenios que Tobin firmó con Syngenta, estamos en condiciones de ofrecer la tecnología que permite conseguir un sorgo de calidad”.
Por último, Carlos Becco afirmó: “El sorgo es un cultivo regional, pero en Syngenta seguimos trabajando para darle soluciones y ayudar en la expansión del cultivo. Sabemos que el sorgo es un cultivo de mucho potencial y si le aplicamos tecnología el cultivo responde con muy buenos rendimientos”.