Horizonte A estuvo presente en el evento de ARA (Algodón Responsable Argentino), realizado en la Sociedad Rural Argentina, una iniciativa que impulsa la producción y el consumo responsable de algodón en Argentina.
Comprometidos en crear un entorno social, ambiental y productivamente sostenible.
Allí Marilin Giraudo, productora de algodón de la zona de Charata, Chaco, Ceo de Xima Strategic Group habló sobre el nuevo desafío que encara el grupo empresarial, desde el interior del norte argentino hacia el mundo.
Contanos Marilin, ¿cómo se constituye tu empresa algodonera?
Nosotros somos un grupo, constituido por tres empresas: Italar SRL, Xima SRL y Khiya SA. Producimos algodón hace 25 años.
¿Y qué te convocó a sumarte a esta iniciativa?
Nos pareció algo muy interesante que se viene a nivel mundial. Consideramos que la certificación ARA va a tener mucha relevancia en muy poco tiempo. Es una manera de reestructurarnos internamente como empresas productoras, que muchas veces administrativamente estamos muy bien, pero la parte productiva nos cuesta un poco. Ese fue el motivo principal.
Con tu experiencia ¿Cuál crees es la ineficiencia de los productores algodoneros?
Nosotros venimos trabajando mucho en el crecimiento, sobre todas las cosas, en la capacitación, en la tecnología, pero muchas veces nos enfrascamos solamente en producir y no pensamos un poco más en industrializar. Nosotros desde hace 25 años producimos algodón, pero desde hace dos años venimos trabajando también en la industrialización.
Hay muchos productores chicos, más marginales. ¿Ustedes creen que esta iniciativa va a poder acercar un poco a esos productores que están más sueltos, digamos, y produciendo de una forma un poco más primaria?
Nosotros nos consideramos productores medianos. Sabemos que hay productores más grandes y también sabemos que no cualquiera produce algodón, dado que hay mucho tecnicismo y, como dice mi esposo, que es mi socio, Daniel Kempe, cuando hay un año que no haces algodón, dejas de aprender.
En función a lo que nos comentas, ¿crees que las pequeñas empresas se van a sumar?
Bueno, certificar no es fácil. Hay mucho protocolo realmente que cumplir. A veces esos protocolos tienen costos iniciales de inversiones que los más marginales, los más chicos por ahí no lo pueden realizar. Pero considero, y también nos ponemos como empresa, de poder hacer docencia y acompañar y nuclear. Y un poco lo que decían en la charla que exponían es hacer las alianzas.
¿Cómo se proyectan en el corto plazo en función a este tema?
Nosotros, como estamos avizorando y proyectando nuestra fábrica textil hilandera, queremos armar una especie de escuela, por así decirlo, con nuestra Fundación Puente Infinito, para nuclear a todos esos productores que realmente no tienen mucho conocimiento y brindarles las herramientas para que logren una mejor producción, y nosotros que vamos a estar en la zona produciendo hilo, tejeduría y moda, que puedan comprar y también tengan un valor agregado superior. La gran parte de los pequeños productores no es que no sepan producir, sino que mal venden su producción y eso hace que, en vez de crecer, estén cada vez más marginales.
“Nos vemos en muy poco tiempo exportando, no solamente hilos, sino también telas de calidad”
¿Cómo ves al país respecto a este tipo de producción?
Considero que hay mucha tecnología, nosotros estamos trabajando muy fuertemente y también con el INTA, acompañando, vemos que tienen un gran desarrollo. Consideramos que el año que viene, o dentro de dos años, no vamos a estar muy lejos de la producción en calidad como tiene Brasil y otros países, creo que hacia eso vamos. Nosotros, en Argentina, sabemos hacer. Y nosotros, como productores, como empresa productora, vemos toda la cadena productiva. No somos solo textil.
¿Y ves ahí una gran diferencia, entre el que produce y el solo textil?
No tengo nada contra lo solo textil, pero muchas industrias no saben ni cuál es la planta de algodón, ni cuánto vale tener la certificación. Porque dicen, bueno, compré un bono, vale 25 centavos o 25 dólares, pero ¿cómo llegaste a eso? Y a veces el valor agregado no queda en el productor, sino que en muchas otras cadenas que también, como te digo, nosotros nos estamos ampliando y vamos hacia eso, pero considero que todos tienen que tener un valor agregado.
Me dijiste que se están ampliando y van camino a un crecimiento. Contame de qué se trata eso. ¿Cómo te proyectas de acá a 5 o 10 años?
Nosotros nos estamos proyectando, vamos creciendo año a año en la cantidad de hectáreas de producción de algodón. Este año duplicamos la producción, vamos a llegar a 4.000 hectáreas. Arrancamos con 800, 2.000, este año 4.000 y la proyección a cuatro años es de 10.000 hectáreas de algodón.
Nuestra intención es contar con la planta hilandera, con la incorporación de planta desmotadora, porque es el circuito que está intermedio, y nos vemos en cuatro años con todo el proceso productivo completo, es decir, hilandería, tejeduría, corte y confección, sobre todo a mercado interno, y con mucha proyección en mercado internacional, que es lo que estamos trabajando. Realmente nos vemos en muy poco tiempo exportando, no solamente hilos, sino también telas de calidad.
Muchísimas gracias!
En 2019 la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) y la Asociación Argentina de Productores Algodoneros (AAPA) se unieron para crear Algodón Responsable Argentino (ARA): el primer sello nacional para certificar prácticas sustentables en el cultivo de algodón.
Las mismas incluyen prácticas agrícolas, ambientales, sociales y de calidad de fibra, que son verificadas por entes independientes en auditorías alineadas con los más altos estándares internacionales. Alinearse con estándares de relevancia internacional traerá un beneficio colectivo para los productores y el sector algodonero argentino.
A finales de mayo, LIAG Argentina SA y Anibal Moschen Hnos SA fueron las primeras empresas nacionales en certificar su producción con este sello.