Y la producción de carne por hectárea
Prueba a campo en “Desdelsur S.A” (Tartagal, Salta) Julian Fantini (Nutrefeed S.A)
RESUMEN: La eficiencia de pastoreo tiene una directa correlación entre la distancia de la zona pastoreada y la aguada. Nueva Zelanda lo tiene muy estudiado en tambos y permitió aumentar la producción y la calidad de pastoreo, sin embargo en bovinos para producción de carne en pastoreo hay escasos registros que permitan determinar el efecto. Para esto se evaluó durante un periodo de 33 días, en 492 has de pastura Mulato II, con 60 días de implantación, divididas en 4 lotes con divisiones fijas de 10 has y 2163 animales divididos en dos grupos, Grupo Aguada Tradicional (GAT) y Grupo Aguada en la Parcela (GAP).
El GAT, un rodeo de 484 hembras, de 259,2 kg de Peso inicial (PI) y 270,4 kg de peso final (PF), se utilizó una aguada de cemento en la esquina del lote, un callejón para comunicar a las diferentes parcelas. El GAP, 3 rodeos de 242,3 kg de PI y 260,2 kg de PF, dos de machos y uno de hembras, se utilizó aguada plástica dentro de cada parcela en pastoreo conectadas a una línea central subterránea.

En el periodo de 33 días evaluados, la Aguada en la Parcela (AP) permitió aumentar 211 grs la ADPV (GAT 337 grs/día y GAP 548 grs/día), incrementó 28,1 kg la producción de carne por hectárea (AT 50,1 kg/ha y AP 78,2 Kg/ha) y logró aumentar 6,7 kg de peso vivo (“AT” 11,2 Kg producidos y “AP” 17,9 Kg producidos).
INTRODUCCIÓN
Nueva Zelanda y Australia tienen sistemas pastoriles de elevada intensidad en la producción lechera debido a lineamientos y seguimientos productivos que vienen realizando desde hace muchos años. Los sistemas de investigación tienen una estrecha vinculación con el sector productivo que ha logrado que los datos utilizados siempre son de la producción y el desarrollo es en función de las necesidades del sector. De este modo pudieron formar un sistema integrado y estandarizado, con manuales de producción actualizados. Si bien cada país tiene su idiosincrasia, clima, necesidades, entre otras particularidades, que no permiten copiar totalmente el sistema, se pueden tomar criterios de la producción, como la utilización de aguada en la parcela, y ponerla en práctica según las necesidades productivas de la Argentina.
Como criterio productivo para comparar producciones se puede establecer que Nueva Zelanda tiene una producción forrajera media de 13.000 kg/ha/año, de los cuales son consumidos 11.000 kg/ha/año, eficiencia de cosecha de 84,6%, Australia tiene un consumo forrajero anual de 7.500 kg de materia seca al año y Argentina tiene una producción media de 8200 kg/ha/año, de los cuales son consumidos 4100 kg, eficiencias de cosecha de 50-60% (registro de establecimientos de tambos CREA en Argentina). Esta baja cosecha forrajera se le atribuye principalmente a fallas en el pastoreo y a la escasa fertilización.
Existen diferentes sistemas de pastoreo, para la utilización de aguada en la parcela se utiliza el pastoreo rotativo de modo de mover el rodeo siempre en áreas con forraje fresco y con intervalos regulares y así mantener periodos de crecimientos estables. Se debe establecer los días de rotación para cada momento del año, los excedentes deben ser utilizados para reservas forrajeras, de modo de cubrir baches los forrajeros y así poder mantener el tiempo de rotación según lo establecido. Este sistema es el más utilizado en Nueva Zelanda debido a que simplifica el control de pastoreo y conservación de la pastura y minimiza las perdidas forrajeras.
La utilización de aguada en la parcela es una práctica sencilla que permitió aumentar, 211 grs la ADPV y 28,1 kg la producción de carne por hectárea
El manejo se lleva adelante mediante callejón, divisiones permanentes de eléctricos y aguada en la parcela, todos dimensionadas en función del tamaño del rodeo. También utilizan boyeros temporarios para ofrecer parcelas de menor tamaño en momentos de elevado crecimiento. El objetivo es el pastoreo diario para obtener la máxima uniformidad de consumo forrajero y 3 días de pastoreo es el máximo de utilizar para disminuir el riesgo de consumir el rebrote de la pastura.

Un pastoreo relativamente intenso es beneficioso para la pastura debido a que previene a los estratos inferiores de la planta de la sombra de las partes superiores, permitiendo de este modo disminuir la perdida por senescencia y se logra un rebrote vigoroso de la planta. Además, permite disminuir la intensidad de floración en la primavera, la pérdida de plantas y la cantidad de forraje envejecido en cada pastoreo. Para esto se debe acoplar el pastoreo al ritmo de recambio foliar y así manejar la óptima calidad forrajera con un remanente post-pastoreo para favorecer el rebrote subsiguiente. Según el forraje pastoreado y la época del año depende la altura y/o material remante que se deja. Un criterio práctico para ingresar en el momento óptimo de pastoreo es en función del de número de hojas acumuladas (Ej.: raigrás perenne 2-3). Una vez alcanzado el punto óptimo de pastoreo con la adecuada rotación se favorece el consumo, la ganancia de peso, la producción por hectárea, el rendimiento de res y se reduce el costo de suplementación. El gran desafío es llegar a quienes manejan el pasto con mensajes o pautas sencillas
Un adecuado consumo de agua es esencial para los animales debido a que comprende el 70 a 75% de la constitución de un animal (en una base libre de grasa). El agua realiza diversas funciones incluyendo roles estructurales y funcionales en todas la células y fluidos del organismo, es vital para funciones como la digestión, transferencia de nutrientes, metabolismo, eliminación de residuos y también en la regulación de la temperatura.
Argentina y Uruguay
En un relevamiento realizado por INTA, Argentina tiene alrededor de 180 millones de hectáreas de pasturas y pastizales (65% de la superficie total del país) con diferentes costos de oportunidad en relación a su productividad potencial. A lo largo del ciclo de producción de carne, la cría requiere el 50 a 60% de los requerimientos de materia seca, un la recría 30 a 35% y la terminación el restante 10%. El 80 a 90% del componente de alimentación del ciclo ganadero es el forraje obtenido directamente en pastoreo, por ende las mejoras realizadas tienen un alto impacto en la producción.
En Uruguay la técnica fue evaluada en 2002/ 2003 por Piaggio y Garcia en un tambo de 100 vacas donde realizaron dos rodeos de 50 vacas, a los cuales se les ofreció las misma cantidad y calidad nutricional pero a un rodeo se le dio agua en parcela y al otro no durante un año. La práctica reflejo un aumento de la producción de 5% en invierno, 2% en primavera, 10% en verano y 8,2% en primavera (disminuye el consumo de materia seca en aproximadamente 0.45 a 0.9 kg/día, lo cual puede deprimir la expresión del pico de producción en el entorno de 0.9 a 2 kg/día). Las vacas relegadas consumen un 7% menos de agua y un 9% menos de materia seca que las dominantes, y como consecuencia producen menos.
En la Argentina si bien durante la década del 70 y 80 hubo una implementación de aguadas en parcela principalmente en el oeste invernador de la región pampeana, con los cambios económicos del país y el advenimiento de la siembra directa conllevaron a la implementación de prácticas agrícolas en zona ganaderas, la técnica fue perdiendo valor y no muchos estudios que releven efecto de aguada en la parcela.

La distancia que el animal recorre diariamente está influenciada por el sistema de pastoreo utilizado, por el tamaño de los potreros, por la cantidad de forraje disponible y por la distancia a las aguadas. Es así que al aumentar el tiempo destinado a recorrer mayores distancias se reduce el tiempo de pastoreo, lo que genera disminuciones en el consumo, produciéndose una caída en la producción. Este efecto es más marcado en los sistemas de tipo continuo, donde los potreros son más extensos y las distancias a las aguadas mayores, apareciendo los parches de pastoreo más cercanos a los bebederos y tanques.
En términos generales el ganado se traslada en grupo, liderados por el o los animales que dominan en la jerarquía social cuando disponen de agua en el campo y la distancia a la misma supera los 150 m. Esto implica que todos los animales se trasladarán a un tiempo, tanto los que tienen como los que no tienen sed. En un estudio realizado por Nazar Anchorena 1988 se puede reflejar el consumo forrajero según la distancia a la aguada (Tabla N°1).

Si bien los forrajes tienen generalmente una gran proporción de agua, entre 60 a 90%, el ofrecimiento de agua ad libitum a una distancia prudencial es clave para consumos forrajeros uniformes. El consumo de agua en animales en pastoreo oscila entre los 3 a 6 litros por kilo de materia seca consumido y está afectado por necesidades fisiológicas del animal, niveles de consumo, constitución fisicoquímica de la dieta, temperatura ambiental y la variación individual de cada animal.
Una deficiencia de agua desencadena una disminución en la ganancia de peso, por un lado debido a la perdida de agua intra y extra celular y el por otro asociado a la disminución del consumo. Si el consumo de agua se restringe, el animal concentra la orina reabsorbiendo una mayor cantidad de agua. El ganado que consume dietas ricas en proteína, como sucede en muchas condiciones de pastoreo de pasturas de leguminosas, sales u otras sustancias con efecto diurético, verá incrementados sus requerimientos debido a un aumento en la emisión de orina.
El suministro de agua en la parcela debe ser capaz de proveer al menos 7 litros por ternero por hora y 20 litros por vacas por hora. El primer parámetro a analizar es el agua de bebida en un laboratorio de referencia. Para animales en engorde idealmente no se debe superar los 4 grs de solidos totales, 2,4 grs de ClNa, 1,5 grs de Sulfato y 0,3 de Magnesio. Superando estos valores se puede limitar el consumo y/o tener cuadros diarreicos.
La implementación de aguada en la parcela es una sencilla instalación que requiere una cañería central y aguada en la parcela que debe ser dimensionada para que en el pico de producción forrajera, el rodeo no supere los 3 días de pastoreo por parcela. El volumen de agua requerido puede conseguirse mediante gravedad o una bomba automática que presurice la cañería y dimensiones adecuadas de cañería que conecten a cada aguada. Cada establecimiento debe calcular estos parámetros en función de las distancias, el tamaño del rodeo y la diferencia de altura entre depósito y bebederos.

PRUEBA DE CAMPO: fue realizada con 4 rodeos ya adaptados al pastoreo, con temperaturas ambientales templadas, en pasturas de Mulato II que recibían el primer pastoreo luego de ser implantada y con divisiones fijas de 10 has mediante boyero. Los rodeos fueron desparasitados y pesados en un mismo día. Luego comenzó la prueba, el Grupo Aguada en la Parcela (GAP) tuvo disponibilidad de agua continua durante el pastoreo mediante una cañería principal subterránea con llave de paso con acople rápido cada dos parcelas que mediante un caño de pvc de 2” se conectó a una aguada móvil. Dependiendo los días de disponibilidad forrajera de la parcela para cada rodeo fueron las divisiones realizadas y la posición de la aguada. El Grupo Aguada Tradicional (GAT) tuvo uno aguada fija de tres cuerpos en un extremo del lote y un callejón que comunica a cada parcela. Al iniciar la prueba la parcela se presentaba próxima a la aguada y luego cada cambio significo de parcela implicó un distanciamiento de 200 metros.
OBJETIVO
Determinar el efecto en la adición diaria de peso vivo (ADPV) y la producción de carne por hectárea por el uso de aguada en la parcela.
MATERIALES Y MÉTODOS
- ANIMALES: 4 rodeos Brangus, desparasitados y con doble vacunación de clostridial y neumonía, con 110 días en pastoreo previos al inicio de la prueba. Se detallan a continuación:
- ALIMENTO: Pastura de Mulato II con 17,2% de PB, 55,5 % de FDN, 60 cms de altura y 60 días de implantada.
- PARCELAS: Lotes de 150 a 110 hectáreas divididos en parcelas fijas de 10 hectáreas.
- AGUADAS: La aguada tradicional, de cemento y tres cuerpos, ubicada en una esquina del lote comunicada a cada parcela mediante un callejón y la aguada en la parcela, mediante una aguada plástica móvil que se comunica a una línea central subterránea en el centro de cada parcela.
- DINÁMICA: El GAT se le ofrece la parcela de 10 hectáreas y se cambia según disponibilidad y el GAP” se divide la parcela mediante hilo y varillas de modo que quede un pastoreo no mayor a 2 días en cada división y con aguada siempre dentro de la parcela designada. El GAT inició con parcela delante de la aguada y cada cambio de parcela implica distanciar 200 mts. y luego del pastoreo de 9 parcelas terminan a 1400 mts de distancia de la aguada. El GAP nunca tuvo la parcela a una distancia mayor a 250 metros.

RESULTADOS
- La “AP” permitió aumentar 211 grs la ADPV, equivalente a un 62% (aguada tradicional 337 grs/día y aguada en parcela 548 grs/día)
- La “AP” logró incrementar 28,1 kg la producción de carne por hectárea, equivalente a un 56% (“AT” 50,1 kg/ha y “AP” 78,2 Kg/ha)
- La “AP” permitió adicionar 6,7 kg de peso vivo por animal en los 33 días evaluados (“AT” 11,2 Kg producidos y “AP” 17,9 Kg producidos)
- La “AP” ofreció uniformidad de altura de pastoreo, de calidad forrajera y de bosteo en parcela.
- El costo de la inversión fluctúa según el valor del ternero pero se puede tomar como parámetro 80 kg de ternero por hectárea
CONCLUSIONES
La utilización de aguada en la parcela es una práctica sencilla que permitió aumentar, 211 grs la ADPV y 28,1 kg la producción de carne por hectárea. Una vez adaptados los animales una persona puede manejar hasta 3 rodeos mediante un sencillo manejo. Es una inversión que al cabo de 3 a 4 rotaciones puede ser cubierta. Son necesarias otras pruebas de campo a diferentes temperaturas ambientales y calidades forrajeras.