Daniel J. Miralles y Guillermo A. García
Cátedra de Cerealicultura e IFEVA-CONICET, Facultad de Agronomía Universidad de Buenos Aires, Av. San Martin 4453, Ciudad de Buenos Aires, (C1417 DSE).
Las diferentes modificaciones que experimenta y experimentará el clima global, entre las que se pueden destacar aumentos de la temperatura, incremento de la concentración de CO2, alteración de los patrones de lluvias y de la cantidad de radiación fotosintéticamente activa, tiene y tendrá consecuencias tanto ambientales como socio-económicas. Este es un problema sumamente complejo y como tal requiere de trabajo interdisciplinario para encontrar soluciones. En este artículo nos centramos en dos de los factores más relevantes para la producción agrícola, temperatura y precipitación.
El clima global está experimentando un cambio consistente e inevitable, a pesar de los esfuerzos por reducir las emisiones de gases a la atmósfera (IPCC, 2007), lo cual ha sido claramente documentado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), órgano internacional encargado de evaluar los conocimientos científicos relativos al cambio climático. Es por esta razón que diferentes disciplinas como la meteorología, la estadística, la matemática, la economía, la agronomía, entre otras; se agrupan para tratar de predecir cambios, definir los sectores más vulnerables y diseñar estrategias de adaptación al cambio climático. En todos estos aspectos, el conocimiento es incompleto, por lo cual la comunidad científica tiene mucho trabajo por delante. Para la sociedad el concepto “cambio climático” involucra aspectos negativos en su contexto. Sin embargo, en términos de procesos biológicos en general, y de los cultivos en particular, el cambio climático puede tener un efecto positivo, negativo o neutro dependiendo del factor ambiental que se vea modificado, de su magnitud y sentido de cambio.
Ver PDF