Los jardines verticales son trend topic en el paisajismo contemporáneo y no es casualidad, ya que las ciudades más grandes del mundo están en la búsqueda constante del equilibrio con la naturaleza.
Año tras años de urbanizaciones, cada vez está más presente en la agenda de las autoridades buscar la forma de dar a los ciudadanos un poco de vida, luz y oxígeno. En las grandes ciudades se propone brindar corredores verdes y atraer a las aves para que sobrevuelen las zonas proyectadas. Así lo hizo Barcelona y también se está gestando en Buenos Aires.
En esta búsqueda los jardines verticales son una excelente herramienta para darnos el verde necesario, debido a que aprovechan al máximo los espacios por más reducidos que éstos sean.
No podemos hablar de Jardines verticales, sin antes mencionar al botánico francés Patrick Blanc, pionero en la puesta en escena de estos increíbles muros, quien en 1968, concibió por primera vez un jardín vertical, en Cité des Sciences, Paris.
Fue él quien se preguntó por primera vez, si las plantas necesitan tierra para subsistir. Y su respuesta fue que el suelo es solo un soporte mecánico, solo el agua y los minerales son esenciales para las plantas, junto con la luz y el dióxido de carbono necesarios para elaborar la fotosíntesis.
Esto no es tan descabellado, si pensamos en las plantas que viven en troncos, piedras, muros, cascadas. Claro que para poder aplicarlo en estos muros, la selección de plantas dependerá de las condiciones climáticas, además deberán recibir la luz apropiada y se proveerá de agua y minerales mediante sistemas de riego.
Fue así como este descubrimiento fue cobrando fuerza y produciendo un positivo efecto contagio que dio lugar a la presencia de jardines verticales en las principales ciudades del mundo.
Y ya no solo es cuestión de agendas políticas. Hoy grandes compañías eligen estos muros para decorar y alegrar los frentes de sus negocios, y cubrir inmensas extensiones de edificios incrementando los espacios verdes en el medio de las grandes urbes.
Es una idea innovadora y ofrece múltiples opciones ya que existe una gran variedad de formas de cultivos, dependiendo del lugar donde se los instale, del tipo de plantas y del presupuesto con el que se cuente.
Los beneficios están a la vista:
- Nos permiten cultivar plantas en espacios reducidos, debido a que es una suerte de marco o cajón que se adhiere a la pared.
- Mejoran la calidad del aire, ya que reducen y compensan las emisiones de gases de efecto invernadero, produciendo un balance carbónico negativo, reduciendo el smog.
- Las plantas son aislantes, con lo cual disminuye no solo el consumo de energía en invierno y el calor en el verano sino que también aísla los ruidos reduciendo la contaminación sonora.
- Utilizan menos agua, ya que al ir dentro de la pared hay menor evaporación.
- La fertilización y control de plagas se realiza de manera orgánica y biodegradable.
- Y como si fuera poco, ¡son muy lindos!
¿Qué especies elegir?
Son ideales son aquellas que se desarrollan con un mínimo de tierra, como los helechos, las Bromelias, Orquídeas, Philodendron, Spathiphyllum, Begonia, Dracena, Geranios y Malvones, suculentas, crasas, rastreras entre otras.