El psicólogo al que nunca fuiste

El psicólogo al que nunca fuiste

Ocho de la noche.  Corrí para llegar – no estaba en casa, me habían invitado a pasar unos días en una quinta en Pilar – y tenía que buscar el espacio con la privacidad suficiente donde además la conexión a internet no falle por ningún motivo. Me acomodé...