Una buena producción de alfalfa es fundamental en cualquier establecimiento que se proponga intensificar la producción de ganado. Y, en ese sentido, la fertilización foliar está demostrando ser una herramienta que puede tener un impacto significativo en la productividad de las pasturas.
La fertilización foliar tiene la ventaja de aportar nutrientes a las plantas en forma instantánea y, por lo tanto, permite aplicarlos en los momentos de mayor demanda de los mismos. Cabe aclarar que la aplicación foliar es un complemento y no un sustituto de la fertilización de base, ya que los mejores resultados se obtienen justamente con la combinación de ambas modalidades.
Los requerimientos nutricionales varían según el nivel de producción y el manejo al que está sometido el cultivo. La alfalfa de corte, por ejemplo, presenta altos requerimientos debido a que no existe el reciclado de nutrientes como nitrógeno, potasio y fósforo a través de la orina o la bosta.
Hay que tener en cuenta que cada nutriente cumple una función. Así, el fósforo desempeña un papel fundamental para lograr un establecimiento exitoso y un buen desarrollo de las raíces. Además en suelos fríos, sequías u otras condiciones adversas, que reducen la absorción de los nutrientes, el fósforo ayuda a que continúe el desarrollo radicular y se asegure la supervivencia de la planta.
El potasio es esencial para aumentar la tolerancia al frío y para brindar una mayor resistencia a ciertas enfermedades.En tanto, el calcio es vital para la fijación del nitrógeno y para promover el desarrollo radicular.
El nitrógeno es el nutriente por excelencia para potenciar la productividad del cultivo. . La cantidad que se logre fijar dependerá principalmente del número de plantas que presente la pastura. El magnesio, por su parte, está relacionado con la eficiencia en la fotosíntesis, que también incide en la productividad final de la planta.
El azufre tiene un rol muy importante en la síntesis de las proteínas y el boro es fundamental para el transporte de azucares dentro de la planta en la formación de nuevas hojas y en el desarrollo de yemas.
En ensayos realizados por la empresa Yara en la localidad de Landeta, provincia de Santa Fe, se evaluó la respuesta de alfalfa a la fertilización foliar combinando boro con nitrógeno, fósforo y potasio más otros micronutrientes. Se comparó esta parcela con otra que no recibió estas aplicaciones, en ambos casos luego del stress del corte mecánico de la pastura. Los resultados reflejaron en promedio una diferencia de 394 kilos de materia seca por hectárea a favor de la parcela fertilizada .Además se observó una mayor cantidad de hojas producidas por las plantas, lo que mejora la calidad forrajera, ya que es en las hojas donde se encuentra la mayor parte de los nutrientes de alto valor como las proteínas.
La práctica de fertilización foliar, como complemento de la fertilización de base, resulta beneficiosa para potenciar la producción de pastura para el ganado. Sumado a un manejo racional, estas herramientas permiten mejorar la productividad de los recursos forrajeros.