AFINAndo la campaña que viene

Por: Ing. Agr. Matías Cambareri -CPO Caburé Mientras continúa la cosecha de los cultivos de verano con rendimientos muy variables, algunos fenómenos meteorológicos se adelantan a lo esperado y complican el panorama de las siembras “de segunda”. Así, algunas heladas reportadas a fines de marzo/principio de abril han llegado a cortar el ciclo de maíces […]
mayo 2, 2022

Por: Ing. Agr. Matías Cambareri -CPO Caburé

Mientras continúa la cosecha de los cultivos de verano con rendimientos muy variables, algunos fenómenos meteorológicos se adelantan a lo esperado y complican el panorama de las siembras “de segunda”. Así, algunas heladas reportadas a fines de marzo/principio de abril han llegado a cortar el ciclo de maíces y sojas, de los que mucho se esperaba. Por otro lado, excesos de precipitaciones sumados a la ocurrencia de vientos fuertes y en menor medida (por suerte) reportes de granizo, dificultan la recolección en lugares puntuales. No obstante, la actividad agropecuaria continúa y si bien el tiempo, siempre poco predecible, hace que nuestra actividad esté sujeta a este tipo de sorpresas, es momento de sentarse y comenzar a plantear la fina.

Por eso afinar los números, evaluar cómo iniciaría la próxima campaña de fina en términos meteorológicos y en función de esto decidir estrategias que permitan eficientizar el uso de recursos, resulta clave en este momento.

¿Cómo “afinar” esta campaña utilizando las herramientas agrometeorólogicas?

Una buena forma de comenzar, sería viendo qué ocurrió con las precipitaciones en el transcurso de marzo, que en definitiva es lo que nos define con cuánta agua dispondremos en el suelo para el inicio de la campaña. En general las precipitaciones presentaron anomalías positivas (precipitación mensual acumulada mayor al valor medio) en la región este del país (con mayores valores en el NEA) y anomalías negativas en gran parte del centro/oeste de la Argentina. Es decir que prácticamente ocurrió lo contrario a lo acontecido el mes pasado. Zonas del NEA recibieron más de 450 mm en el mes (significando una anomalía positiva de más de 200 mm), mientras que en el oeste del país existieron sitios como Malargüe con 0 mm de precipitación acumulada (Figura 1). Además, algunos fenómenos de precipitación ocurrieron con una intensidad elevada, como en el caso de San Carlos Minas (Córdoba) donde en un día ser registró una precipitación acumulada de 310 mm.

Figura 1. Precipitación acumulada durante marzo 2022 (PP ac, mm).
Fuente: Red pluviométrica de Caburé.

Como resultado de estas precipitaciones (y en este período del año casi exclusivamente por ellas debido a que la demanda es baja), tenemos el agua en el suelo (Figura 2), variable sumamente importante a la hora de comenzar la campaña de fina y que permite asegurar que el cultivo no estará limitado para su crecimiento en sus primeros estadíos fenológicos, representando el “punto de partida”. La mencionada distribución de precipitación durante el mes de marzo, dio como resultado niveles de agua en el suelo más que aceptables para toda la región centro-este del país, por lo que es esperable que la fina comience sin deficiencias de agua.

Figura 2. Agua útil en el suelo (%) al 14 de abril de 2022.
Fuente: Instituto de Clima y Agua. SMN-INTA-FAUBA

Sin embargo, nos interesa saber si habrá más recarga de agua en el perfil en lo que queda de este período para saber qué estrategia productiva podríamos utilizar para ser más eficientes en la utilización de los recursos. Es aquí donde utilizamos otra herramienta que la agrometeorología nos ofrece: los modelos de pronóstico a mediano-largo plazo (más allá de los 30 días).

Si bien estos modelos presentan un grado de incertidumbre, a partir de distintos niveles de probabilidad de ocurrencia, el pronóstico trimestral elaborado por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) permite saber cuán alejados podemos estar de una situación “normal”, permitiendo realizar la mejor planificación posible.

Figura 3. Pronóstico trimestral de temperatura media para abril/mayo/junio. Indica mayor probabilidad de ocurrencia de una categoría. Fuente: Servicio Meteorológico Nacional: Pronóstico Climático Trimestral, marzo de 2022.

Como el resultado del nivel de agua en el suelo es el balance entre precipitaciones y la demanda, debemos observar cómo son las predicciones de estos dos componentes del balance de agua para conocer su evolución. Para estimar la demanda de forma generalizada, utilizamos la temperatura media esperada para los meses de abril-mayo-junio (AMJ), debido a que es una de las variables determinantes de este proceso. El pronóstico trimestral del SMN indica mayor probabilidad (40-45%) de tener temperatura media por encima de lo normal en prácticamente toda la mitad sur del país (Figura 3) y desde Córdoba hacia el norte, valores normales de temperatura. Es decir, que la temperatura media, en ese período sería de al menos 0,5 °C mayor a los valores de temperatura media que observamos en la Figura 4. Esto podría indicar, por lo tanto, mayor demanda atmosférica, que podría traducirse en mayor pérdida de humedad del suelo respecto de lo normal.

Figura 4. Mapa de temperatura media para el trimestre abril/mayo/junio.
Fuente: Servicio Meteorológico Nacional: Pronóstico Climático Trimestral, marzo de 2022.

Por otro lado, las precipitaciones, tienen mayor probabilidad (40-50%) de ser inferiores a lo normal en prácticamente todo el país (Figura 5). Es decir que se esperan menos de 350-300 mm en Mesopotamia, 150-50 mm en la zona núcleo productiva del país (Figura 6).

Figura 5. Pronóstico trimestral de precipitación acumulada para abril/mayo/junio. Indica mayor probabilidad de ocurrencia de una categoría. Fuente: Servicio Meteorológico Nacional: Pronóstico Climático Trimestral, marzo de 2022.
Figura 6. Mapa de límite inferior del rango normal de precipitaciones (implica que donde las anomalías sean negativas, los valores de precipitación acumulada serían inferiores a estos límites) para el trimestre abril/mayo/junio.
Fuente: Servicio Meteorológico Nacional: Pronóstico Climático Trimestral, marzo de 2022.

El pronóstico estacional, también ayuda en la toma de decisiones en un plazo un poco mayor y por ello la importancia del evento ENSO (El Niño South Oscilation) que en nuestro territorio tiene (en general) un impacto negativo sobre las precipitaciones.

La probabilidad de que en el próximo trimestre y durante el inicio de la campaña fina (mayo-junio-julio) se mantenga la fase fría del evento (“La Niña”) es del 73% y recién para la estación fría (JAS) comenzarían a ser mayores las chances de presentar la fase neutral del evento (40%; Figura 7).

Figura 7. Pronóstico probabilístico del fenómeno ENSO producido en base a CPC NOAA e IRI-Columbia. Abril de 2022 https://iri.columbia.edu/
Resumiendo

La situación hídrica es más que adecuada para el comienzo de la campaña fina, aunque nuevamente los modelos de pronóstico a largo plazo del SMN indican menos precipitaciones de lo normal y mayor demanda. Esto se suma a los efectos negativos sobre las precipitaciones del fenómeno ENSO, que continúa con mayores probabilidades de fase fría (La Niña) hasta el inicio del invierno, por lo que estrategias productivas que tiendan a una mayor conservación del agua en el suelo, serán de utilidad para momentos en los que el nivel de agua pueda escasear.

Siempre es necesario recordar que en una escala temporal menor (por ejemplo, mensual) podría ocurrir que llueva más de lo que el pronóstico trimestral indica. Este resumen es un pantallazo general de lo que puede ocurrir, a una escala de tiempo más corta, estar atentos a los pronósticos de corto plazo (7-15 días) la atmósfera es caótica y dinámica y las previsiones climáticas que acá presentamos se refieren a condiciones medias durante el periodo analizado, por lo tanto, no contemplan la ocurrencia de eventos puntuales tanto en la escala intra-estacional como en una escala menor a la regional.

Afinar números y tomar mejores decisiones en base a información (no sólo en lo económico y agronómico, sino también en lo ambiental), es una estrategia que debiéramos utilizar cada vez con mayor frecuencia para incrementar la productividad de nuestros sistemas.

Notas relacionadas

Maíz, el cereal de las preguntas

Maíz, el cereal de las preguntas

Tanto en lo local como en lo internacional, la oferta está al menos opinada porque se han transitado problemas climáticos en los principales países, pero también, un fuerte ataque producto del virus de espiroplasma transmitido por la ya conocida chicharrita, en el...

JAT Trigo 2024

JAT Trigo 2024

A días de arrancar la siembra, con el lema En el podio de los rindes, DONMARIO ofreció su 1° Jornada de Actualización Técnica en el cultivo, para abordar claves de manejo, escenarios y perspectivas de mercado para la campaña 24/25, realizada en formato presencial en...

Ser líderes es la premisa

Ser líderes es la premisa

En el marco de JAT 2024, entrevistamos Jerónimo Costanzi - Gerente de Desarrollo GDM LAS. Ingeniero Agrónomo, actualmente, se desempeña como Gerente de Desarrollo GDM Latinoamérica sur (Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia), quien lidera el mercado con marcas como...

Agustín Torriglia, Ingeniero Agrónomo

Agustín Torriglia, Ingeniero Agrónomo

¿Qué cosa no compartirías con nadie? Comparto muchas cosas, pero celular y notebook no me gusta. De las tareas del hogar, ¿qué cosas no te gustan hacer? Pasar el piso, jaja ¿Con quién no irías ni a la esquina? No le tengo odio a nadie. Escucho hasta con quienes no...