Por Sebastián Salvaro, Co-founder de AZ Group
En Estados Unidos se espera que el stock final del ciclo 2023/24 se mantenga ajustado. En Sudamérica se proyecta una recuperación de producción de Argentina y un crecimiento de Brasil.
El mercado de soja se puede decir que se divide en dos momentos, por un lado, lo que ocurre con la producción de Estados Unidos y, por el otro, lo que pasa con el desarrollo de la campaña en Sudamérica. Parados en la campaña 2023/24, estamos entrando en el momento de definición de producción de Estados Unidos. Se espera una merma en el volumen a recolectar frente a las primeras estimaciones del mes de mayo. Durante el transcurso del desarrollo de los cultivos se presentaron falta de precipitaciones y altas temperaturas, en alguno de los principales estados productores que perjudicaron el rendimiento potencial.
Proyección de rendimiento en EEUU 2023/24
Según datos publicados por el USDA, en el mes de septiembre, la producción se proyecta en 112,9 mill de t, con un rendimiento que paso de 3,42 a 3,37 t/ha. A la vez, esta campaña se presentó una disminución del área implantada lo que también generó una menor cosecha frente al año anterior. En tanto, desde el lado de la demanda, se estima un volumen de exportación de 48,7 mill. de t, por debajo de lo acontecido la campaña pasada cuando se alcanzó un volumen de 54,2 mill. de t. El stock final se mantiene ajustado, siendo de 6 mill de t. La relación stock/consumo se encuentra aún por debajo del 10%, lo que podría generar un sostén de precio hacia adelante.
Para Sudamérica, más precisamente Brasil, se estima un crecimiento de área de 2,1% para el ciclo 2023/24, alcanzando 45,1 millones de hectáreas, la menor tasa de aumento desde el ciclo 2018/19. En los próximos días comenzaran las labores de siembra, en donde de existir retrasos podrían presentarse volatilidad en el mercado.
Según datos publicados por Stonex, la producción de soja de Brasil podría alcanzar 163,5 mill. de t, un 3,7% más en comparación con el ciclo anterior (157,7 mill. de t). En tanto, el USDA proyecta una cosecha de 163 mill. de t, con una estimación de exportación de 96,5 mill. de t, creciendo un 2,7% frente al ciclo anterior, donde alcanzó 94 mill. de t.
Para Argentina
Según datos publicados por la BCR, la superficie de soja para la campaña 2023/24 aumentaría de 16 a 17 mill. de ha, luego de 9 campañas de retroceso. La oleaginosa fue perdiendo a lo largo de las últimas 10 campañas, el 21% del área sembrada. El aumento sería de un millón de hectáreas, 6,2% más que en la 2022/23. Bajo un escenario de clima normal, Argentina podría producir aproximadamente 48 mill. de t de soja, frente a las 21,5 mill. de t anteriores.
Parte de esta recuperación de superficie se presenta por un mejor resultado en el margen de cara al nuevo ciclo, debido principalmente a una menor inversión frente a lo que ocurre con maíz y girasol. El precio futuro de la soja – mayo 24 – se mantiene por encima del promedio de los últimos 5 años. Pero a pesar de esto, el ritmo de venta futuro por parte del productor es el menor de los últimos años, a igual fecha.
Proyección de área en Argentina
En lo que se refiere al disponible, el gobierno volvió a impulsar el “dólar soja” para el mes de septiembre. Esta vez no tiene precio fijo, sino que da libre disponibilidad al 25% de las divisas de exportación (el otro 75% debe liquidarse en el MULC); dado el nivel de CCL actual, equivale a un tipo de cambio de 455 $/usd.
Según datos publicados por la BCR, el volumen acumulado de venta desde que se publicó – al 11-09- fue de 1,25 mill de t, es decir que el productor no vendió un mayor volumen como los primeros días de los anteriores programas. En tanto, del precio al comienzo del nuevo programa se cotizó en torno a 140.000 $/t, los días posteriores se alcanzaron valores de hasta 160.000 $/t, la pizarra se fijó en torno a 150.000 $/t.
Considerando las 21,5 mill. de t producidas en el ciclo 2022/23, según datos publicados por la Secretaria de Agroindustria – al cierre de esta edición-, quedan en total entre toneladas a vender y a fijar un volumen de 13,3 mill. de t, con gran parte de ese volumen que se destina a pago de alquileres, por lo que el productor ante tanta incertidumbre está vendiendo por necesidad y analizando alternativas, por más del incremento en pesos.
En Argentina si bien las perspectivas climáticas son buenas, las políticas económicas no son las mejores, generan más riesgo a la actividad y sobre todo no hay margen a errores de gestión.