Por: Lic. Eliana Esnaola
Licenciada en Ciencias de la Comunicación
Miércoles por la noche, post victoria de Argentina frente a Nigeria 2 a 1, partido que le permitió pasar a octavos de final, el sexo masculino completa el cupo del #Quincho de julio.
La mesa de “Terrazas Bistró” de La Rural está servida. Carlos Becco, Hugo Rossi, Santiago Bulat e Ignacio Barrenese, son los protagonistas del #Quincho de julio que le da la bienvenida al invierno.
El mundial y la presencia la “Chiqui” Legrand cenando a tan solo seis metros de distancia abren la carta de temas. Mientras las opiniones van y vienen, los invitados y anfitriones degustan un exquisito malbec de Bodega Valle de la Puerta.
Como en cada encuentro, Juan Carlos Grasa, director de la Revista Horizonte A, cuenta en qué consiste este encuentro: “Hace dos años que hacemos el #Quincho, con el objetivo de relacionarnos con gente con la que convivimos en esta actividad, pero acá los invitados vienen a relajarse, a disfrutar. La idea de esta cena es que nos conozcamos más, que cada uno se lleve algo del otro y pasarla bien”.
Los perfiles de la noche
¿Quién es Hugo Rossi? Oriundo de San Miguel del Monte. “Soy abogado, tengo dos hijos, estoy casado hace diez años y siempre estuve vinculado al sector agropecuario. Desde diciembre de 2015 me desempeño como subsecretario de Coordinación Política en el Ministerio de Agroindustria. Soy quinta generación de productores. De a poco fui sumergiéndome en la política, y en medio de “La 125” desde el estudio empecé a darle una mano a los agrodiputados y meterme, combinando el campo, mi profesión y la política”.
Detrás de Santiago Bulat: “Soy economista egresado de la Universidad de Buenos Aires. Actualmente estoy trabajando en medios de comunicación, todas las mañanas en “No somos nadie”, el programa que lleva adelante Juan Pablo Varsky en Radio Metro de 6 a 9, y a su vez, estoy en un programa de televisión con Claudio Zuchovicky en Canal Metro que se llama “El Inversor”. Además, hace dos años que trabajo en la consultora Orlando J. Ferreres & Asociados, haciendo macroeconomía y allí estoy aprendiendo mucho”.
Entre presentación y presentación, los invitados degustaban la entrada fría, que esta vez se trataba de un Bliniz con salmón ahumado, crema de limas y endivias.
Carlos Becco: “El único abuelo de la mesa. Tengo 59 años, cinco hijos, cuatro nietos y estoy casado hace 35 años. Soy ingeniero agrónomo y hace 35 años que estoy en el sector. Estuve casi veinte años trabajando en Monsanto en las buenas y no tan buenas. Vimos de todo allí. En 2005, fui a trabajar a SPS, una empresa argentina nacional y popular. La pasé muy bien, empezamos a crecer y fue muy divertido. Luego, fui a trabajar con David Lacroze a un emprendimiento muy interesante que estaba en el norte”, relató Carlos, hizo una pausa y continuó: “Syngenta insistió y formé parte de un proyecto que se llama Plenus que duró mucho tiempo, y ya la dejé cuando me puse a pensar que no quería usar mis últimos años de vida en una empresa china. Así, que en agosto de 2017, empecé a trabajar en la startups americana Indigo que ofrece una tecnología totalmente innovadora”. Con tono de broma, Carlos comentó: “Una de las cosas que hay que hacer antes de morirse es estar en el Quincho de Horizonte A. Es un momento histórico”.
Mini CV de Ignacio Barrenese: “Tengo 38 años y me voy a casar en octubre”, señaló orgulloso y continuó: “Soy licenciado en comercio internacional y después hice un MBA. Me metí en el rubro del agro hace mucho tiempo, uno de mis primeros trabajos fue en AGD en la logística de exportación. Después pasé al rubro de maquinaria agrícola, me fui a vivir a Firmat, trabajé cinco años en la empresa Vassalli y hace siete, que soy director comercial de New Holland para Argentina, que es parte del grupo CNH Industrial que es la rama industrial del grupo Fiat. Es una muy linda experiencia el rubro de la maquinaria agrícola, un rubro apasionante que me permitió viajar mucho por el mundo tanto por Vasalli como por mi actual trabajo”
Como siempre, también estuvieron presentes Federico Nuñez y Juan Martín Melo, quienes desde su rol se encargan de ponerle un condimento especial a cada encuentro.
En el #Quincho siempre hay motivos para brindar, esta vez el choque de copas fue por los casamientos que se aproximan de Ignacio y Juan Martín, fieles a la frase ¡Mejor tarde que nunca!. Además, este encuentro se caracterizó por invitados muy preguntones que jugaron a ser periodistas y le dieron gran dinamismo a la cena.
Una clase de microorganismos
Hugo está intrigado por saber de qué se trata Indigo, aprovecha que tiene a Carlos en frente y le consulta. Muy entusiasmado, Carlos comienza a contarle a todos los invitados: “Lo más diverso que hay en la naturaleza es el mundo microbiológico, se estima que hay un trillón de microorganismos, pero de esos, apenas se conocen cerca de un millón. Nada”. Así inicia el momento científico tecnológico de la noche. Carlos, comenta que durante mucho tiempo se pensó que los microbios eran malos. Hace poco tiempo se descubrió que dentro de las personas hay más ADN de terceros que propio. “Lo que hace Indigo es descubrir microorganismos, los incorpora a la planta junto con la semilla y evalúa su comportamiento. Lo que comprobamos es que muchos microorganismos tienen un efecto benéfico o beneficioso en las plantas. Por el momento, el foco es mejorar el comportamiento de las mismas a condiciones de stress hídrico o calórico pero en el futuro podemos imaginar mejorar el comportamiento en ambientes salinos, optimizar la eficiencia del uso del nitrógeno o -porque no- funcionar como fungicidas o insecticidas biológicos naturales”, relata el hombre innovador de la mesa.
Indigo nació en 2014, según relató Carlos, focalizada en identificar microorganismos benéficos para la agricultura. ¿Cómo se identifican y se encuentran estos microorganismos? “En momentos especiales de stress nuestros investigadores viajan al campo y allí, identifican aquellas plantas que están soportando mejor la situación de stress versus el resto de las plantas. La hipótesis es que esa situación se explica por los microorganismos dentro de la planta. A partir de allí se aíslan los microorganismos benéficos y comienza en proceso de identificación que termina en una formulación que permita su aplicación a la semilla”. De acuerdo a lo que contó Carlos, Indigo ha logrado una enorme base de datos con información a partir de estos microbios benéficos. La aplicación científica de algoritmos e inteligencia artificial a esta base de datos permite anticipar cuáles de estos microbios más beneficiosos para la salud de la planta y luego aplican a los cultivos estos microbios especialmente seleccionados, mediante una cobertura que protege a las semillas.
ADN Bulat
Del medio de la mesa se oye: “Santiago, de todo lo que haces ¿Qué es lo que más te gusta? Con respecto a las actividades que realizás ¿De cuál crees que tu viejo estaría orgulloso?
“¡Es una gran pregunta!”, exclama el economista del #Quincho de junio. Santiago, confiesa que la consultoría es lo que más le gusta. Sin embargo, aclara: “También me gusta comunicar, dar charlas, y le empecé a agarrar el gusto más de lo que hubiese esperado. Creo que por ese lado, estaría bastante contento”. Al establecer diferencias con Tomás, expresó: “El desafío que tengo es que estoy haciendo en paralelo las dos carreras; en cambio, él había sido economista toda su vida, y luego, comenzó a dar charlas”. Ignacio se declara un fiel oyente de Santiago.
Mientras Juan Carlos, Martín y Hugo, cuentan anécdotas de Tomás en diferentes charlas que brindaba por el interior del país, llega la entrada tibia muy pero muy gourmet: Vichissoyse con huevo poche. A estos recuerdos, Santiago agrega: “Él laburaba durante los viajes, y yo le manejaba el auto. Hoy por hoy, nadie tomó su lugar, aún está vacante”.
Por supuesto, Santiago no se salvó de una catarata de preguntas sobre la situación económica que atraviesa el país: “¿Quién veía venir este desequilibrio? ¿Por qué paso? ¿Cómo sigue?” Luego, la charla y los interrogantes fueron hacia Hugo, sobre los cambios en la estructura de Gobierno, el déficit, el recorte, la relación con los sindicatos, entre otros temas.
Sobre ruedas
Llegó el turno de Ignacio, quién se abocó a hablar sobre el mercado de la maquinaria agrícola y cuáles son las perspectivas para lo que resta del año. En ese contexto, destacó que “el 2017 fue un año excepcional para todos los rubros dentro de la maquinaria agrícola”. Uno de los invitados le preguntó si venden maquinaria para las economías regionales, a lo que Ignacio respondió que New Holland ofrece tractores chiquititos específicos para viñateros. “En 2012 y 2013 Mendoza había explotado. Es una especialidad nuestra el tractor de viñatero por la herencia de Fiat y es un producto excepcional”, resaltó muy orgullo, pero a su vez contó que la uva viene muy castigada de dos campañas muy malas y Mendoza recién se está recuperando. “Las campañas 2016 y 2017 fueron malísimas por temas climáticos, ésta fue excelente, no en cuanto al rinde sino a la calidad”, explicó.
El clima amerita comer un plato bien calentito, para esta oportunidad, los hermanos Petersen prepararon un Risotto verde con tomate confit, queso azul y almendras fileteadas.
Agro innovador
Debido a su trayectoria y al recorrido que hace por diferentes lugares del país, Hugo se anima a decir que en Argentina se ha generado un semillero de know how, y aseguró: “Para mí lo que tiene de diferente no es que se producen 170/180 millones de toneladas, sino un grupo de cerebros en toda Argentina, que no muchos países lo tienen. La energía que tiene el sector agropecuario argentino no se ve en muchos países”.
Ante esta afirmación, Ignacio llamó a la reflexión y consultó: “¿Qué estamos aprovechando y qué está desperdiciando Argentina de ese know how propio que tiene? ¿Hay algo que se pierde en la cadena de comercialización y qué se llevan otros?”
Carlos ve el futuro con optimismo, porque él piensa que la innovación no va a venir de las grandes compañías, y opina: “La innovación se ha democratizado, porque a las grandes compañías les cuesta cada vez más innovar porque son más rígidas, y la innovación surge de la actividad individual”.
Momento lúdico reflexivo
Ya de sobremesa, Federico prepara el clásico del #Quincho, una actividad exclusiva para los invitados con el fin de tomarse un tiempo para reflexionar y llevarse una enseñanza. Los cuatro comensales cumplen las indicaciones de Federico al pie de la letra. Sus caras muestran ansiedad e intriga por saber lo que va a ocurrir y cuál es el resultado del juego. En medio de un clima marcado por seriedad y diversión, Federico les pregunta: ¿Qué ha ocurrido? ¿Qué piensan sobre lo que hicimos?
Para Carlos, la realidad depende desde donde se miren las cosas. Para Ignacio, hay que tomarse un ratito antes de opinar. Según Hugo, todo depende de la formación, el estudio y la familia que cada uno tiene. Por su parte, Santiago, expresó: “Es un laburo de todos los días. Algo que está tan claro cuando se reflexiona, pero en la operatoria diaria no está tan claro y ahí, es cuando cometemos errores”. La reflexión sobre la actividad se extendió, al pensar sobre qué significa ponerse en el lugar del otro, desarrollar la empatía, sumado a la ansiedad y a los modelos mentales que cada uno tiene. Luego de unos veinte minutos de intercambio de ideas, llegó el momento de posar y sonreír a la cámara para registrar el #Quincho de junio. Pero, la sesión de fotos no termina allí, sino que continúa junto a la reina de los almuerzos. ¡Click!
Cafecito, para cortar el frío y a seguir charlando. Retomando el tema de la digitalización, Hugo cuenta que a los cinco meses de asumir fueron uno de los ministerios que empezó con el plan digitalización móvil “Desde entonces no veo un papel, y puedo acceder desde casa a toda la información”, contó.
¿Qué dejó el #Quincho de julio?
Parece que en esta oportunidad los invitados se quedaron encandilados con el formato del #Quincho y el ambiente de distención que genera.
Carlos manifestó: “El agro necesita cosas innovadoras como ésta, el diseño del quincho es un modelo innovador, descontracturante e interesante para leer. Leía la nota y decía quiero estar allí”, y destacó: “Me sentí muy cómodo, me pareció que ayuda al diálogo, la mezcla de meter figuras del Estado, la industria, periodistas, la verdad que me encantó, la comida y el lugar diez puntos”.
Por su parte, Ignacio coincidió con Carlos, sobre todo en el formato, y expresó: “En una nota, se tratan de aprovechar los segundos que nos da el comunicador para transmitir lo que uno necesita, y esto fue un formato totalmente diferente, una charla en la cual conoces gente nueva, fue fantástico desde ese punto de vista. Los felicito por la idea porque hay que descontracturar y animarse hacer algo fuera de la caja. Nos deja hasta incluso una linda reflexión y muy contento de conocer al resto de los que no conocía”.
Cuando llego el turno de Hugo, remarcó: “Hay una cosa que nos cuesta a los argentinos que es terminar de entender que hay que laburar lo público y lo privado juntos. Nos fue muy mal haciendo cada uno la suya, hablo del desencuentro cuando no supimos mantener mesas de diálogo público privado”, y en sintonía con los comensales, dijo: “Me encantó el formato, me sentí muy bien y los felicito por el espacio, por ese espíritu de hacer participar a gente del ámbito público”.
Por último, Santiago, reflexionó: “El Quincho me dejó ganas de aprender e involucrarme en temas ajenos a los míos. Tuve la oportunidad de compartir con gente de distintos rubros y especialistas en cada uno de los suyo y fue un lujo. Un espacio para conocer y darse a conocer, y especialmente para aprender del otro con un clima intimista donde se tocan temas más allá de lo estrictamente laboral, siempre es gratificante. Lo que el otro aporta, siempre es bienvenido”.
Felices por revivir lo compartido y aprendido con cada invitado del #Quincho, ¡Nos vemos en el #Quincho de agosto!