Ubicada en la localidad de Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires, “La Aurora” es un establecimiento agrícolo -ganadero que trabaja 3000 hectáreas invirtiendo en una rotación intensiva diversificada y en una nutrición equilibrada, obteniendo campaña tras campaña excelentes rendimientos. Guillermo Pugliese, en plena campaña de soja y maíz comparte la estrategia productiva para lograr buenos resultados económicos rentables y sustentables.
Por: Diego Peydro – Director de AgroTV
“La Aurora” es una empresa agrícola ganadera con ciclo completo que trabaja 3400 hectáreas entre campos propios y alquilados. En el campo de El carretero hay un gran crisol de cultivos que se manejan con impronta tecnológica y una nutrición precisa. Con suelos profundos, la empresa siembra dos tercios de la superficie con cultivos de granos gruesos y el resto con grano fino con excelentes rendimientos.
Guillermo, detallanos un poco sobre la zona, el campo y la labor diaria.
Estamos en una zona limitante entre Tres Arroyos y San Cayetano llamada El Carretero, Provincia de Buenos Aires. Es una zona de campos profundos que no es típico del partido, pero hay una zona de unas 15/20 mil hectáreas donde permite hacer cultivos de alta producción. Básicamente lo que uno puede hacer acá como agrónomo es lucirse, porque los rendimientos siempre son muy superiores, para eso es necesario una buena genética, el cuidado del agua y los fertilizantes.
Cuando uno cuida el agua, fertilizar es fácil, creo que el insumo que más respuesta tiene son los nutrientes. Uno puede tener un impacto importante con la genética, pero en el cultivo de maíz, la diferencia con nutrición puede ser hasta de 5,000 kg entre uno bien tratado y otro sin fertilizar.
“La Aurora” tiene dos partes muy marcadas, una cerquita de Tres Arroyos donde los campos son más heterogéneos con un poco más de tosca, y una zona privilegiada que pueden dar 6.000/7.000kg de trigo y más también, de hecho, hace 7 años hubo un rendimiento de 10,200 kg de trigo. Cifra que nos cuesta superar, pero eso se hace teniendo un plan de cultivo, desde la genética, el cuidado de las enfermedades y la nutrición.
“El nutriente que más impacta en el rendimiento es el nitrógeno, pero hay que hacer muy bien el trabajo con el fósforo”
En los últimos años y gracias al avance genético, ¿cómo viene creciendo la soja en la rotación y cómo ha sido la última campaña?
El cultivo de soja se hace sobre antecesores de maíz, estamos en una zona que era muy girasolera pero debido a los precios o a la vulnerabilidad del girasol a las enfermedades, se ha pasado un poco más a soja, este año por lo menos. Los rendimientos son muy variables porque necesita bastante agua durante el ciclo del cultivo y estamos en una zona donde llueve poco. Los rendimientos van desde los 1000 a los 4000 kilos.

¿Qué aspectos influyen para lograr rindes?
El suelo es bueno, pero también influye el antecesor, que es maíz, el haber fertilizado muy bien el maíz es importante y todo lo que es genética y acompañamiento desde lo tecnológico, como el sistema precision planting, son cosas que suman y hacen al rendimiento final.
La fertilización residual durante el invierno muestra resultados estimulantes para la soja, un cultivo que exhibe respuestas positivas esta campaña.
Como pasa en el maíz, que antes se sembraba con 80,000 semillas y hoy se siembra variable, por ejemplo, en esta zona se siembra de entre 30.000 y 70,000 semillas dependiendo del ambiente. Con la soja empezamos a hacer lo mismo, estamos entre 200,000 a 400,000 semillas, con lo cual los kilos por hectárea son entre 40 y 55.
¿Cuáles son las densidades variables que están utilizando en el cultivo de soja?
Ésta que se está cosechando ahora es una 40R21 de DonMario, está en 3700 kg de promedio, con pisos de 3000 y techos de 4200, que para cómo se dio el año está muy bien. Estuvimos desde el 15 de marzo al 10 de abril sin lluvias y con bastante temperatura y el peso de 1000 granos cuando debería ser de 160 gr está de 130, con lo cual lo que uno se imaginaba en un momento cerca de 5000 está terminando aproximadamente en 3000, que no es para nada malo.
Según las limitaciones edáficas de este ambiente, ¿cuántas hectáreas están llevando adelante de maíz?
Hacemos alrededor de 700 hectáreas de maíz y acá sí se divide en dos paquetes tecnológicos distintos, porque una cosa son los maíces para esta zona y otra los que son para los campos cercanos a Tres Arroyos, donde se siembran entre 20,000 y 45,000 semillas. Se usan híbridos principalmente de Dekalb y Tijereta. Y en “La Aurora” ya se puede apuntar entre 40,000 y 70,000, donde usamos Dekalb, Tijereta y también entra algo de Nidera. Después se acompañan con buenas dosis de fertilizante, son variables, entre 80 y 160 kg por hectárea y la fertilización nitrogenada todavía la hacemos fija, es un tema que tenemos que mejorar porque estamos haciendo aproximadamente 450 kg de Solmix Zinc que son más o menos unos 120 130 kg de nitrógeno.

Guillermo, si tuviéramos que mencionar los hitos, ¿Cuáles fueron los que permitieron este salto en rendimiento de manera estable en las últimas campañas?
Me acuerdo en su momento hace unos 15 años atrás fue pasar de una sembradora común a una John Deere, después fue entrar con Solmix y después la agricultura de precisión. Y por supuesto que la genética ayudó un montón, hoy estamos en algunos ambientes profundos con rendimientos de 16-18 en secano, que es un disparate. Pero creo que el impacto más grande en la zona de Tres Arroyos lo hizo la variable en los campos someros. Antes sembrabas 60-80 mil semillas de maíz en esos campos y daba 2000/3000 kg, algún año de 6000.
Se estabilizó el rendimiento de maíz entre 7000/8000 kg y es más, hoy es de los cultivos más rentable, estamos en zona triguera y casi que el maíz es más rentable que el trigo. Tiene un problema, que después del maíz, deberías ir a una soja o un girasol y a veces no son los más rentables.
“El suelo es bueno, pero también influye el antecesor, que es maíz”
Con un manejo intensivo de maíz con barbechos limpios y mucha fertilización en campos con buena disponibilidad de fósforo, “La Aurora” cosecha muy buenos rindes de manera estable, Pugliese describe cómo llevan adelante el manejo variable por ambiente.
Específicamente en éste, un lote profundo que sale de un trigo candeal y soja de segunda, se tomó un muestreo completo de suelo. Nosotros estamos hablando de cuatro nutrientes, fósforo, nitrógeno, azufre y zinc. Ajustamos el nitrógeno para aproximadamente 11,000 kg de maíz, en fósforo lo hacemos muy bien porque lo hacemos variable, acá hay ambientes que van a dar 7000 kg y otros que van a dar 15000 o más, con lo cual el fósforo de 80 a 160. En nitrógeno deberíamos hacer lo mismo, tal vez hay ambientes para 600 kg de SolMix y ambientes para 250, hasta ahora hacemos una sola aplicación, y la hacemos temprano, en esta zona no tenemos problemas de lavado. Eso es importante, hemos logrado con Solmix respecto a urea unos 550 kg, un Solmix Zinc le gana alrededor de 550 kg a urea, que es un montón de dinero.
¿Y cuál es el partido que juegan los micronutrientes como el zinc para lograr cosechar estos niveles de rinde? ¿Qué hace cada uno de ellos?
Yo me acuerdo hace 26 años cuando empecé a trabajar en esto, ni el azufre era importante en esta zona. La agricultura nuestra sigue siendo de balance negativo, con lo cual los nutrientes salen de la materia orgánica, de nuestro suelo, que cada vez está un poco más agotado, entonces empieza a entrar el zinc. Lo qué hace específicamente es actuar en los procesos de elongación celular, con lo cual si lo pones temprano incentiva un buen sistema radicular para poder absorber mejor todos los otros nutrientes, entonces es importante.

¿Cuáles son las estimaciones de rinde que tienen para este maíz?
Pensamos que será entre 11.000/13.000 kg, siempre el dueño del campo me dice que quiere un poquito más, pero fue un año duro, donde en el periodo del cultivo llovieron 250mm, más lo que se hizo en diciembre. La recarga anterior no fue del todo buena porque el cultivo viene de soja de segunda -digamos se chupó un poco el agua de marzo y de abril – que son los meses de recarga.
¿Qué recomendaciones le podemos acercar al productor, cual es hoy la relación insumo-producto?
De a poco van bajando y va mejorando la relación, hoy tenemos una urea de cerca de 500 dólares con un trigo de casi U$250, o sea, estamos hablando de dos a uno, una relación muy buena, imagínense que en esta zona la urea en el cultivo de trigo tiene un impacto de 1500 kg / 1800 kg, es un cultivo de invierno, el suelo no da nada porque está frío.
El nutriente que más impacta en el rendimiento es el nitrógeno, pero hay que hacer muy bien el trabajo con el fósforo, yo digo siempre que es la usina en la fábrica, es la que aprende y apaga a luz, está en todos los procesos energéticos y más en el invierno, en un cultivo que arranca con un julio muy frío.
El fósforo es importante, hoy estamos con un fósforo de cerca de 850 y un trigo de 250 casi 4 a 1 es la relación, no sé si es la mejor, pero ya es mucho mejor que la del año pasado, que estaba cerca de 5 a 1 y yo creo que de a poco va a ir mejorando, pero lo importante es que el cultivo pasó de ser poco rentable a ser rentable en un mes y medio. Subieron por distintos motivos o condiciones que pasaron en el mundo, pasó a ser un cultivo rentable y ni hablar si después entra una soja de segunda.
Con una mentalidad productiva diversificada y con objetivos claros “La Aurora” se convirtió en pocos años en un productor referente en Tres Arroyos. Pugliese comparte las ventajas de la cebada y los cultivos de colza y camelina en la rotación del sudeste.
La gran ventaja de la cebada es que tal vez uno la cosecha 7 o 10 días antes y por 40 kg por día de soja es un lindo numerito extra.
De a poco está entrando la colza, la camelina, estamos trabajando con toda la línea de semillas que producen aceites y tratar de que no compitan con el consumo humano. Estamos en esa línea, venimos muy bien, lo importante es que los cultivos que le siguen a colza o camelina están respondiendo muy bien, es una buena alternativa productiva y es muy beneficioso también para la rotación, específicamente camelina porque acá en el sur de Buenos Aires después de soja vamos a trigo, pero en el norte del país después de soja va maíz; ese espacio que hay entre la soja y el maíz lo cubre muy bien un cultivo de servicio con renta como sería este y que además podemos hacer combustible para aviones.
Gracias Guillermo!